Es la clásica película donde un joven abogado triunfa ante las grandes corporaciones, pero al estar basado en hechos reales, le da doble validez. La excelente actuación de Mark Ruffalo nos mete en situaciones de agobio burocrático y de poder. Una buena estructura y un buen guion hacen bastante llevaderas las 2 horas de duración. Algo para recomendar es la muy buena banda de sonido, impecable; desde marcar tensión hasta hacernos sensibilizar con momentos crudos y sensibles.

Con una buena estructura es difícil que el guion vaya a ser malo. Este es el caso de una buena combinación de ambos. Si bien los personajes no tienen conflicto que arriesguen sus bienestares, plantean muy bien el argumento con subtramas que rozan a los personajes. La película es buena, cierra muy bien la estructura y el guion, y aunque el final sea emotivo, no se si es el final feliz que hoy esperamos ver.

Crítica de “Infierno en la tormenta” por Nicolás Largeaud

No es una película más de cocodrilos devorando humanos, y aunque tiene todo para ser igual a las clásicas películas noventeras, tiene varios “pros” que las diferencia ampliamente. Para comenzar, y más allá de no haber esperado mucho antes de entrar a la sala, debo reconocer y superó por mucho mis expectativas.

Partiendo por la estructura hollywoodense que es infalible para toda película que pretenda ser mínimamente exitosa, hay que tener en cuenta el incremento en el suspenso y la tensión que tiene esta película desde su guion. Si bien usan el cliché del suspenso desde la aparición de los cocodrilos, aprovechan el terror general a estos animales por parte de cada espectador.

La banda de sonido, otro de los recursos infalibles en el terror/suspenso es impecable. No solo acompaña magistralmente cada escena, sino que ayuda y mucho (junto a los efectos de sonido) al momento de “asustar” al espectador, recordar momentos felices e inclusive emocionarnos con la victoria del final.

Los efectos de video (VFX) y las imágenes generadas por computadora (CGI) casi perfectas, es lo que separa este tipo de películas a las de los 90s que, para ser honesto, aquellas eran demasiado obvias que eran irreales; en este caso los cocodrilos forman parte de los personajes vivos de la película.

El 95% del tiempo están Kaya Scodelario (Maze Runner) y Barry Pepper solos, en dos flamantes actuaciones que nos meten en la piel la angustia y el temor de ser devorados vivos.

Seguramente no va a ser una película que marque un antes y un después en su género, pero si va a quedar como una de las recomendadas si te atrae el terror animal y saltar de la butaca en los momentos menos pensados.

Una excelente miniserie de 3 capítulos que no solo se puede ver para navidad. Una adaptación que tiene como parte negativa el cambio en los personajes, tanto en Ebenezer Scrooge (el principal) como en los tres fantasmas, estos cuatro personajes cambian rotundamente. Si bien en el caso de los fantasmas pasa más desapercibidos que Scrooge que deja de ser viejo para ser un hombre adulto. Cosas buenas tiene y varias, el trabajo que cuanto a las transiciones de espacios es más que interesante, las actuaciones y los efectos visuales que no nos alejan de la época. Incluso la estructura es ajena a cualquier miniserie que podemos ver, en este caso la historia no se divide en tres actos sino en tres capítulos, y aunque no sea algo a lo que estemos acostumbrados a ver, funciona muy bien.

La película tiene una buena estructura, clásica del cine hollywoodense. El guion te mantiene al filo de la pantalla gracias a la intriga y suspenso que lleva, y aunque es muy similar a La isla siniestra, funciona y muy bien. Algo para destacar es su montaje que es bastante interesante.