Uno de los mayores íconos del terror español sin duda alguna es Narciso Ibáñez Serrador, que tan solo con dos largometrajes en su haber supo ganarse a todo el público y crítica tanto a nivel nacional como internacional. Hoy toca traeros su obra tal vez menos reconocida, La Residencia.

Desde un inicio su mayor virtud es esa gran ambientación que nos traslada directamente al terror made in Hammer, todo un acierto que sumado a su magnífica banda sonora de Waldo de los Ríos da un empaque único al film.

Teresa acaba de llegar al internado para señoritas regentado por Ms Fourneour. La joven pronto se dará cuanta que algo raro sucede allí. Debido a la mano dura que ejerce Forneour varias de las alumnas se han fugado del lugar. Aunque dentro de esa gran residencia hay algo más, una figura misteriosa acecha a las jóvenes desde las sombras. El terror y la incertidumbre es palpable en el ambiente.

La residencia es el primer largometraje del maestro del terror Chicho Ibáñez Serrador, que queriendo homenajear al cine de la Hammer nos regala esta obra de culto, siendo su mayor virtud esa ambientación tan única que he comentado con anterioridad. Su guión escrito por el mismo director basado en la historia de Juan Tebar, originalmente debía ver la luz como un episodio de Historias para no dormir. Tal vez por eso mismo pueda pecar de contar una historia bastante simple y sin demasiadas florituras, o de recordarnos inevitablemente a otra de las grandes del género como es Psicosis.

Hablaré ahora de las actuaciones en este film, para empezar debo destacar a John Moulder-Brown, uno de los escasos actores masculinos que aparecen en todo el metraje y que sin duda destaca incluso de otras grandes actuaciones. Destacar a la gran Lilli Palmer, sin duda acabas odiando a su personaje, pero el bueno de Brown sabe dar a su personaje ese misticismo que lo hace único.

La residencia es sin duda un must see para todo amante del cine, no hace falta cruzar el charco para ver el terror que nos ofrece Hollywood teniendo tan cerca nuestros grandes títulos como este. Aun así, opino que la obra cumbre del director español llegaría años más tarde con ¿Quién puede matar a un niño? Si no conocéis al director, cosa que dudo, espero que no dudéis en recuperar estos dos grandes títulos, estoy seguro que no quedaréis defraudados.

http://www.terrorweekend.com/2017/10/la-residencia-review.html

Da igual que año sea, siempre hay series de terror y ciencia ficción que se componen de historias independientes entre si, desde las diferentes series de Alfred Hitchcock, a Cuentos increibles, Otros límites, Cuentos del guardián de la cripta y en la actualidad tenemos la muy recomendable Black Mirror, y en este última habría encajado con cierta facilidad Shortwave, para ello tendría que pasar de los 85 minutos de duración a los 45, cosa que le habría sentado genial al contar lo mismo y yendo más al grano.

Tiempo después de la desaparición de su hija los padres deciden pasar página al mudarse a una apartada y lujosa casa donde Josh pueda continuar con su investigación. En cambio Isabel se queda muchas horas sola, a parte, un extraño ser la acosa insistentemente, cosa que tampoco ayuda.

Toda la película ocurre dentro de la misma casa y con muy pocos personajes, de importancia hay tres y un cuarto como secundario, luego hay otros que aparecen por ahí hablando de posibles tramas que, incomprensiblemente, no se continúan posteriormente. El mayor defecto de esta película es su primera mitad con poca fuerza, muchas escenas largas que no cuentan demasiado y algo de repetición en situaciones. Pero cuando el argumento se desarrolla y empiezan las escenas de terror la película mejora y se hace más interesante, pero es muy tramposa pues no es tanto una ambientación y una atmósfera terrorífica sino más bien sustos esparcidos y jugarretas con golpes de sonido algo machacones, aun así las escenas funcionan bastante bien.

Dirige, escribe y produce Ryan Gregory Phillips, con una dilatada carrera plagada de cortometrajes, con esta historia íntima de terror y ciencia ficción con interesantes giros finales. Lástima de su lenta introducción que aburre un poco al espectador, pero que sabe acelerar el ritmo y añadir ademas unos toques gore muy interesantes. No lo parece en un principio, pero es una película con bastante sangre. Protagonizan la chilena Juanita Ringabel (The ABCs of Death, (09)) y Cristobal Tapia Mont (The Stranger) con poca química entre ellos pero con diálogos bastante correctos.

No es una mala película, pero no es recomendable a cualquier tipo de público. Es curiosa una escena bastante buena que es, sin medida, una crítica feroz a la desmesura por adaptar nuestras vidas a la tecnología hasta para las cosas más simples, eso me gustó pero es más como una nota al pie de página, no la trama principal que es original pero poco desarrollada.

http://www.terrorweekend.com/2017/09/shortwave-review.html

En infinidad de ocasiones nos encontramos con que los roles de director y guionista recaen en la misma persona. Esto ya nos da una pista de que lo que vamos a ver es una obra muy personal. En Indiana esto queda muy patente, no ya por el hecho mencionado, sino porqué lo que vamos viendo en pantalla da la impresión de que esté rodado para una sola persona: Toni Comas.

Si los resultados son óptimos eso último queda como una anécdota. Los que se apunten al carro de disfrutar de ese film lo pasarán por alto. Habrá otros que encontrarán a faltar algo más de expansión, por llamarlo de alguna manera. Nosotros nos hemos dejado llevar por una historia que sin ser totalmente terrorífica, tiene los alicientes necesarios para que su halo de tristeza penetre en nuestro interior.

En muchos foros, incluidos este medio en el que estáis, las discusiones no cesan al calificar si una película entra dentro del género de terror o se queda en un sucedáneo. En el caso de Indiana la cosa se complica bastante puesto que, a pesar de contener elementos típicos de ese tipo de cine, no creo que la intención de su director fuera meterse de lleno en esa tipología. Su fin, en mi opinión, era hacer una obra que acaba siendo tenebrosa a su pesar.

En el estado de Indiana, en el Medio Oeste americano, el aislamiento define las vidas de sus habitantes. La creencia en entidades sobrenaturales sirve de pretexto para escapar de los problemas de la vida cotidiana. Michael y Josh, conocidos como Spirit Doctors, se encargaban de ayudar a personas perturbadas por episodios sobrenaturales. Michael, ahora con un buen trabajo, decide volver con su amigo en un episodio que le marcará para siempre.

Curiosa película que contiene elementos para poderla encasillar en diferentes géneros, el terror, aunque de manera mínima, también. Sea como sea, la sensación de tristeza no abandona la cinta en toda su duración. El tema precisamente no invita a ello, pero la manera en que está rodada, apoyada en un buen guión, nos lleva directamente a esa sensación, ayudada por una música muy envolvente y mortecina. Su escasa duración, hoy en día setenta y cinco minutos casi es un cortometraje, es uno de sus grandes aciertos ayudando a que su ritmo sea muy acertado.

Las interpretaciones son uno de sus puntos fuertes. Destacar a la pareja protagonista: Gabe Fazio como Michael y Bradford West como Josh. No podemos calificarlo como duelo interpretativo, sino que se complementan a la perfección. Por otro lado, tenemos al veterano secundario Stuart Rudin (El Silencio de los Corderos y Stake Land), en un papel que aporta la parte más oscura y tenebrosa. En la parte femenina contamos con la participación de Suzanne DiDonna en un papel un tanto ingrato.

Que no la busquen los amantes de lo sobrenatural, se encontraran con otra cosa, pero si prescindís de ella os perderéis una buena película, así de simple.

http://www.terrorweekend.com/2017/09/indiana-review.html

Lo cierto es que siendo sinceros el director y guionista de la historia, el texano Steven DeGenaro en su primer largometraje no engaña absolutamente a nadie, el título es justamente lo que vais a poder ver en los cien minutos que dura la película, un metraje encontrado rodado en 3D, eso sí, con making of incluido. ¿Os suena algo raro? ¿Un found footage con making of? Esto es porque este no es uno en absoluto convencional, es una película de metacine, es decir cine dentro de cine. Probablemente y ahora que lo menciono, es quizás lo más interesante del film. Las conversaciones que mencionan a productores, directores, pero también público en relación al cine de este género. Lo que personalmente me chirría un poco, es que es el propio Steven, el primero en traicionar las reglas (no escritas) de lo correcto en este tipo de películas.

Digo no escritas, porque más allá de tomar como referencia a la que sería el origen, Holocausto Caníbal o a la más conocida, exitosa e impulsora cinematográficamente hablando de este meta, The Blair Witch Project, no hay una biblia del found footage. También sería bueno aplicar el sentido común en ello, y todos sabemos que en un metraje encontrado jamás hallaríamos efectos sonoros o digitales, no es el caso.

Un cineasta sin demasiados escrúpulos está dispuesto a rodar la primera película found footage en 3D de la historia a cualquier precio. Para ello se desplazará junto al equipo técnico y el reparto del film a una casa abandonada de Texas en medio de la nada donde un turbio acontecimiento tuvo lugar años atrás.

Tras lo comentado inicialmente resta decir que os vais a tener que posicionar, si sois unos puristas y no admitís este tipo de incongruencias, ni lo intentéis… Pero por otro lado si sois adictos a todo lo que tiene como leitmotiv el terror, no dejéis de ver la que es una de las primeras found footage en 3D como lo fue Paranormal Activity: The Ghost Dimension, una película pequeña, pero con algún momento de aplauso hacía la recta final, con evolución de los personajes incluido. Además y como ya he mencionado, resulta bastante entretenido atender a lo que se habla de cine en la película, así como de cuestiones técnicas, del departamento de sonido por ejemplo, de quien Steven DeGenaro conoce muy bien debido a que se inició en este sector y tiene un largo recorrido.

En la parte artística todos están más que correctos, y además sobresale en su papel Carter Roy como Derek, el papel más jugoso del film sin duda alguna.

¿Vais a entrar a la nueva era del Found Footage?

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Advertencia, este no es un producto basado en Kaijus “monstruos” apto para todos los públicos. Si visualizas estas historias puedes llegar a plantearte si te gusta el cine. Tú nivel de frikismo y tú sentido del humor va a ser puesto a prueba. Puede provocar locura transitoria.

Para introduciros un poco en esta rareza de la naturaleza humana y no hallaros desorientados y desconsolados al final del conjunto de cortos, deciros que para entender este absoluto sinsentido deberíais conocer al responsable y productor que se esconde tras este sinfín de historias. Me refiero a Hoshino Hisao, cómico, productor, actor y director japonés, toda una institución en el panorama underground japonés que está forjando su leyenda con Tetsudon y que, inexplicablemente, empieza a contar con seguidores por todo el mundo.

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