Complicado thriller de espionaje con un guion rebuscado en donde un ex-agente debe volver a la acción para proteger a una antigua amante suya. A partir de allí idas y vueltas con mucha acción pero pero con un argumento que por momentos hace perder el hilo de la película. Los actores están correctos y si la película es pasable es por el indudable carisma,no se si actoral, pero carisma al fin de Pierce Brosnan.

Con poco que dilucidar y con un guion flojo transcurre esta historia inglesa con algunas reminiscencias de Agatha Christie pero claramente de segundo orden. La historia cuenta como 5 personas son invitadas por un millonario a una mansión ubicada en una alejada isla, una vez allí se producirá un asesinato en donde todos serán sospechosos del mismo. El problema está que el guion no solo es bastante precario y predecible sino que el poco misterio se puede deducir sin pensar demasiado y eso es imperdonable para una película de este tipo de género. El elenco está correcto aunque tampoco nadie logra salir de la medianía, entre ellos Mischa Barton me aburrió haciendo de un Hércules Poirot casi podría decir de pacotilla. Desechable.

Teniendo la droga como eje central se desenvuelve este film de Nicholas Jarecki que cuenta tres historias paralelas, una es la operación policial encubierta de una importante transacción de drogas que involucrará a varios traficantes, la segunda es la búsqueda de una madre ex-drogadicta de los asesinos de su hijo que supuestamente murió por una sobredosis y la tercera es como un médico se debate entre decir la verdad u ocultarla en lo que respecta a la inminente salida de un fármaco que puede ser peligroso para la salud de quienes lo lleguen a consumir. Así durante dos horas van transcurriendo las historias hasta desembocar en un final en algunos aspectos discutible. Dentro de las actuaciones por supuesto se destaca brillantemente Gary Oldman quien compone al profesor que puede perderlo todo pero que aun a costa de ello quiere hacer lo correcto, Armie Hammer como el policía que no solo debe combatir con narcotraficantes sino también con sus demonios personales y Evangeline Lilly como la madre que no descansará hasta encontrar a los culpables de la muerte de su hijo. En síntesis el film, a pesar de algunas fallas en el guión, puede verse sin problemas.

Entretenido film de Jose Pinheiro quien supo dar mucha violencia, por momentos hasta desmedida diría, a esta película que retrata como un grupo para-policial cansado de arrestar asesinos, traficantes y violadores y que estos salgan impunemente de la cárcel deciden hacer justicia por mano propia. Si bien la idea inicial, entiendo que no es la correcta, pero generaba empatia luego comienza a transformarse convirtiéndose en un verdadero peligro al ya no distinguir el bien del mal. Ante esta situación le asignan el caso a un comisario que intentará detener a los criminales que en algunos casos son sus propios compañeros. Con mucha acción, persecuciones y las actuaciones de Alain Delon, quien con soltura compone su personaje añadiéndole cierto rasgo de cinismo y Michael Serrault como el ideólogo del plan para ejecutar a los criminales. En síntesis, es un policial típico francés que no defraudará para quienes les guste este tipo de género.

Entretetiene eso es innegable con los argumentos de numerosas películas del género por lo que la originalidad aquí no esta al orden del día, pero a pesar de todo cumple su cometido apoyada sobre todo en el buen trabajo de Chris Hemswort en el papel de un mercenario al que le encargan el arduo trabajo de rescatar al hijo de un narcotraficante que fue secuestrado. Así matando, golpeando, manejando todo tipo de vehículos nuestro protagonista intentará lograr su cometido adentrándose en las convulsionadas calles de la India y mostrándonos el hacinamiento, pobreza y marginalidad de la población. Para ver.