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España España · Crystal Lake
Críticas de Biopunk
Críticas 911
Críticas ordenadas por utilidad
5
5 de septiembre de 2017
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oz Perkins parece decantarse por un estilo de terror independiente, muy pausado y simbólico, personal y poco comercial.

La historia gira en torno a tres mujeres de las que apenas tenemos datos. Todas ellas sirven, de una forma u otra, como ejemplos del tema central: la soledad entristece el alma y, poco a poco, va pudriendo aquello que una vez fue bonito. Es una película sombría, muy pausada, que busca transmitir soledad y tristeza y, como tal, está dirigida a un reducido grupo de espectadores que, además de ser capaces de identificarse con esos sentimientos, deben ver la película en la intimidad, como si leyesen un relato de fantasmas en una habitación vagamente iluminada, justo antes de dormir.

Las imágenes son bellas, los encuadres y delicados movimientos de la cámara resaltan la inconmensurable soledad de la casa, casi asfixiante, en la cual la protagonista ve pasar días vacíos, cuidando a la anciana escritora sin familia ni amigos, con la que apenas puede mantener una conversación y que encima insiste en llamarla ‘Polly’. A la par vamos descubriendo la historia del fantasma de una mujer que aparece en la novela más famosa de la escritora, otra historia de soledad y tristeza de un ente olvidado incapaz de abandonar el lugar, y que ni siquiera recuerda su muerte.

En su mayor parte somos guiados por una voz en off, una técnica que personalmente no me gusta nada, aunque he de decir que en esta ocasión uno termina por dejarse llevar por la susurrante voz de Lily (a veces relevada por la joven Blum y Polly), y creo que sirve para envolverte en esa sensación de cuento melancólico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Biopunk
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3
23 de enero de 2024
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces apetece ver terror simple, comercial, ese que no requiere pensar gran cosa y busca entretener unos 90 minutos, sin mayor ambición. ¿El problema? Es un cine que se mueve en la baja tabla de calidad, donde abundan los tópicos y la superficialidad, y como pocos directores saben hacer películas comerciales decentes, mucho menos de serie b, lo más probable es que el producto termine siendo agua sucia directa al sumidero en lugar de agua cristalina de una limpia piscina.

Por desgracia nos encontramos ante uno de esos casos. La cinta no destaca en nada, se hace larga, es totalmente predecible, está formada por una sucesión de tópicos que cansa verlos, los personajes son basura insustancial, está plagada de sustos que lejos de asustar dan un poco de pena, es pobre en la técnica y torpe en el desarrollo. En definitiva, mediocre y aburrida.

Creo que la historia tenía algo de potencial, o al menos la idea base es interesante, pero al ser convertida en un sucedáneo del subgénero “familia en casa sobrenatural con fantasmas y padre loco” se tira totalmente por tierra cualquier atisbo de llevar a buen puerto dicha idea.

El reparto no está del todo mal, teniendo en cuenta lo deficiente de la obra, pero su esfuerzo es en vano.
Biopunk
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4
6 de septiembre de 2016
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los superhéroes de marvel continúan sus repetitivas aventuras con historias de poco interés que siempre parecen presagiar que lo mejor está por llegar en la siguiente película, cual capítulo de serie televisiva. Bueno, de hecho en lugar de películas resulta más acertado llamarlos capítulos largos de una serie.

La trama en esta ocasión de compone de dos ramas independientes. Por un lado una venganza cuya puesta a punto resulta bastante rebuscada; por el otro la división de los superhéroes sobre la cuestión de si deben legalizarse o seguir haciendo lo que les sale de los mismísimos. Ambas tienen origen en los sucesos de las anteriores películas de los personajes y están encaminadas a tener el mismo final, el enfrentamiento entre los protagonistas. Pero nada tienen que ver una con la otra, no se enlazan, van por libre, no hay una principal y otra secundaria. Al final te das cuenta de que ambas están de relleno. Algo había que contar para que ver a los buenos darse de hostias no resultase un espectáculo gratuito demasiado evidente.

Buenas interpretaciones en general. No son papeles que requieran ningún tipo de esfuerzo pero en alguna de estas películas los actores parecen de cartón piedra. Robert Downey Jr. está mejor que en las últimas dos o tres apariciones como Tony Stark, en las que resultaba rancio y cansino, puede que por haber enfocado el personaje de forma un poco más seria, parcialmente consumido por la culpa y la pérdida. Chris Evans correcto, el personaje es suyo. El resto son relleno para aumentar el número de golpes y no aportan nada, y los que menos los nuevos: Pantera Negra, cuyo traje y movimientos molan pero no deja de ser otro justo e irreal hombre honesto de los que está más que saturada la película; y Spiderman.
¡Ay! Spiderman… Pobre personaje. En cada nuevo remake el trepamuros rejuvenece tantos años como décadas tía May. En un par de películas será un niño de 10 años y su tía tendrá 16. Y tampoco falla lo de que sea un niñato que va al instituto. El posiblemente más querido superhéroe de las viñetas es el peor tratado en la gran pantalla, involucionando con el paso del tiempo. En Civil War nos podemos abochornar a gusto con su traje digital demasiado cutre para una superproducción como ésta, con su comportamiento haciendo la pelota a Stark, al cual obedece como un criado, y con cuatro chistes que se le ocurren. Que penita, encima de estar metido con calzador. Aunque a estas alturas el arácnido está tan maltratado y sobreexplotado que da lo mismo, el público se acostumbra.

Última cosa. Me parece curioso que se pueda sacar un mensaje belicista de toda esta historia y la forma de cerrarla, aunque parece que a nadie le importa. La historia habla sobre la libertad de los superhéroes para intervenir en los conflictos y las víctimas inocentes que causan en sus batallas. La postura del Capitán América, que se erigirá como la acertada según la película, se basa en que las víctimas colaterales son sacrificios necesarios para supuestamente salvar a muchos más. Está claro que eso se puede leer como que la guerra es necesaria y la 'paz' por la que se lucha requiere las muertes que hagan falta. No solo eso, sino que lo expone como lo correcto, lo que se debe hacer. Me parece raro que una película comercial de este estilo mande un mensaje a favor de la guerra y el intervencionismo militar, puede que ni se hayan dado cuenta al hacerla. Pero ahí está. Y más raro que el público esté a favor de dicha idea, aunque no tanto que no se hayan percatado, pues al fin y al cabo la gente desconecta el cerebro con estas películas. Algunos no vuelven a conectarlo jamás.

Resumiendo, otra de puñetazos y explosiones. Los superhéroes cada día son más, iguales por dentro y con distintos trajes y poderes por fuera. Di sí a la guerra y recuerda, el fin justifica los medios. Dios bendiga América.
Biopunk
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6
16 de diciembre de 2023
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una mirada a lo que podrían ser las miserias de unos cazadores de búfalos en los EEUU en el siglo XIX, donde en unos pocos años prácticamente extinguieron la especie, y había millones.

Es una mirada triste, fría y neutral, que explora temas como la avaricia y la obsesión del hombre, la ausencia de sentido en la vida, o cómo la experiencia y los traumas cambian a una persona, tallando cicatrices.

Preciosa fotografía, con inmensos terrenos naturales. Interpretaciones serias, creíbles. Secuencias crudas de la caza y despelleje de los bisontes, no tanto por su descripción como por su significado, pues al interesar solamente las pieles, no se aprovechaba el animal, y presenciamos como las praderas se llenan de cadáveres. Trágico y absurdo, pero así fue la cosa, era un trabajo cruel pero lucrativo, perfecto para los tipos duros que no tenían nada. Los acontecimientos, igualmente, son despiadados también para los cazadores. Solo hay perdedores en esta historia.

Tiene un ritmo pausado, de drama independiente de festival. Si te gusta el estilo, la vas a disfrutar. Tan interesante como amarga.
Biopunk
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5
22 de julio de 2023
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el ciclo infinito de autodestrucción humana Oppenheimer se erige como el Prometeo que roba al cosmos su poder destructivo para dárselo a los humanos. Su historia es ciertamente fascinante, una materia de estudio que levantará el interés de los más curiosos.

La película hace un esfuerzo titánico por contar dicha historia, compleja en sí misma por involucrar a un gran número de personas, por formar parte de un entramado político de secretos, medias verdades, agendas ocultas o traiciones, por tratar la ruptura entre física clásica y física cuántica, una nueva forma de comprender los fenómenos naturales, por tratar sobre los hombres que estudiaban dicha física cuántica, obsesionados, y experimentaban para construir una bomba de destrucción masiva sin tan siquiera entenderla del todo.

Parece demasiado material para una película, y lo es. Son tres horas agotadoras de datos, frases y personajes históricos que terminan por saturar la mente. Christopher Nolan peca de pretencioso una vez más y sus propias obsesiones lacran la película, a saber:

- Contar todas las minucias de lo ocurrido, sean relevantes o no. Personalmente me sobra mucho del apartado político, de los amoríos y de los secundarios efímeros.

- Una narración que desarrolla en paralelo tres momentos temporales diferentes, más añadidos, en un intento por romper la linealidad y darle más ritmo al film pero que, como lo demás, termina siendo extenuante.

- La preocupación porque todas las escenas, sin excepción, sean un clímax, lo que provoca exactamente lo contrario, que el clímax no exista.

También cuenta con algunas virtudes. Es una historia compleja que se ha simplificado lo suficiente como para venderla al gran público de forma que la pueda comprender. Hay un paralelismo intencionado entre el funcionamiento de la bomba y la posible destrucción que producirá eventualmente en la humanidad. Cillian Murphy interpreta a un Oppenheimer casi tétrico, y transmite bien esa personalidad intelectual y contradictoria de un genio obsesionado, mujeriego empedernido y destructor de mundos perfectamente consciente de lo que hacía, jugando con el poder y la naturaleza, soñando con ondas y partículas, materializando un poder destructivo sin precedentes.

Dios no juega a los dados, pero el hombre sí.
Biopunk
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