La película es sencillamente genial. Pese a presentarse como una sátira caricaturizada, describe nuestra triste realidad a la perfección.
Haré mi reflexión en la sección de spoilers para hablar sin cortapisas.
spoiler:
En el film se hace una crítica a varios sectores: el político, el económico, la prensa. Pero sobre todo a las masas. A todas las masas sin excepción.
Aunque los más retratados, y señalados por el propio título de la película, sean las masas que se niegan a aceptar una evidencia tan grande como un gigantesco meteorito encima de nuestras cabezas, las masas que apoyan las causas de destruir o alejar el meteorito no lo hacen por rigor científico. Ni siquiera lo hacen por la magnitud de lo que ven en el cielo con sus propios ojos. Si no, no hubiera sido necesario el macroconcierto con Arianna Grande. Si no, no hubieran sido necesarias las campañas en redes. Si no, ya habría habido un consenso mundial mucho antes...
En el fondo no deja de ser un concurso de popularidad entre dos opciones válidas sobre el papel. Sobre un papel lleno de garabatos sin sentido, pero papel al fin y al cabo. Y es que las personas necesitan sentirse parte de un colectivo diferenciado. Necesitan sentirse especiales. Y para sentirse especial, debe haber gente que no esté en ese colectivo. Y, una vez establecidas las líneas, da igual la verdad, y dan igual los argumentos. Lo importante es mantenerse firme hasta el final.
Y así sucede en la película, y así sucede en la vida real, como hemos podido ver con la pandemia...
Mi primer pensamiento al ver la película fue la de promoverla a todos esos contactos de redes negacionistas acérrimos de todo cuánto se menea. Terraplanistas, negacionistas del covid, antivacunas, creedores de toda conspiración... Sentía la necesidad de azotarles en la cara con un espejo de enormes dimensiones, y reflejar la inmensa estupidez de las causas que defienden por encima de toda evidencia. De lo ridículos y temerarios que parecen a mis ojos, y que en algunos casos, incluso además afecta a las vidas de los demás...
Pero tras darle una vuelta comprendí que da igual. Se lo enseñaría, y verían en la película lo que quisieran ver. Dirían que los políticos siempre mienten. Dirían que había científicos que habían avalado la causa de Bash. Dirían que la prensa había secundado esa postura, y que sólo una minoría defendía la realidad. Los científicos o pensadores a los que la prensa no da voz. Dirían que todo sigue siendo una conspiración, y que seguirían a la contra. Aunque los muertos se acumulen a palas a las puertas de su casa.
Y es que vivimos en los tiempos más "democráticos" de la historia. Donde las mayorías establecen lo que consideramos verdad y lo que no. Quizás no tengamos tanto poder de decisión real, pero desde luego tenemos más voz que nunca con Internet y las redes sociales.
Y desde luego que queremos dar nuestra opinión. Queremos opinar sobre todo. Queremos tener razón en todo. Aunque no tengamos ni puñetera idea.
Quizás por eso, cuando la comunidad científica establece una verdad basada en datos, e irrefutable en términos dialécticos, nos jode. 2+2 son 4 según la definición de suma de nuestra aritmética, y ahí no nos dejan opinar. Y esos que nos privan de nuestro sagrado derecho a la opinión son, sin duda, el enemigo. Ellos conspiran para que 2+2 sea 4 y no lo que nosotros queramos...
En definitiva... la verdad es absoluta, y eso no es opinable. Pero los consensos sobre qué consideramos como verdad sí que lo son, y esas batallas durarán mientras el ser humano siga siendo ser humano.
Por eso Don't look up se ve tan creíble. Por eso gusta tanto. A pesar de mostrar una realidad terrible.