Cuando uno ve el éxito que ha tenido esta película entre los jóvenes, tanto que parece ser una película de culto, lo primero que se pregunta es porqué y a quien le ha podido llegar “el mensaje” de esta película si es que tiene alguno.

La historia del personaje principal es la de un ejemplar de la llamada “generación Ni-Ni” que ni estudia, ni trabaja y yo añadiría unos cuantos “Ni-Ni's” más… que Ni vocaliza cuando habla,… no se si por exigencias del guión o por que éste muchacho tiene auténticos problemas de dicción, pero no se le entiende la mitad de lo que dice y yo hasta recomendaría que lo subtitularan….Ni resulta simpático, Ni mucho menos transmite la idea topicazo de joven idealista que es rebelde por que el mundo le ha hecho así .
Más bien, es la historia de dos macarras descerebrados, dos delincuentes que practican el robo y la extorsión al más puro estilo mafioso que se ligan a dos niñas pijas a las que parece atraerles este submundo machista y violento de carreras de moto ilegales, de competiciones a ver quien es el más machote, el más chulo, el que más aguanta.

Lo triste es que la peli encima resulta algo pretenciosa. Con unos diálogos lamentables, unas escenas poco verosímiles como la de un padre perteneciente a la alta burguesía catalana mostrando poco menos que admiración y compresión con el macarra violento que está llevando a su hija a la perdición, con una estética trasnochada de jóvenes, motos, alcohol, sexo y violencia machista, intenta decirnos que además tiene un mensaje filosófico. Es la épica del rebelde, pero esta vez con causa…. “algo le ocurrió a H que cambió su vida”, que luego te enteras que tampoco fue “pa tanto” .. o frases algo así como.. “su hija hace que yo vaya más despacio” (pues , menos mal, hijo) …. pretenden dotar de contenido a unos personajes vacios e insulsos.
El único valor que tiene esta película es que nos aproxima a una realidad social que está ahí y de la que solo tenemos noticias de vez en cuando en las páginas de sucesos..

Curiosa peli que empieza muy bien pero que poco a poco va perdiendo gas hasta finalizar con un desenlace tan sorprendente como absurdo.

Parece una mezcla de géneros: humor, terror, ciencia-ficción y eso gusta pero, como ya he dicho, poco a poco va degenerando hasta la explosión de ”color (rojo sangre) y fantasía” del final. Tiene todos los topicazos de las películas en las que un grupo de jóvenes se meten donde no deben y “casualmente” van cayendo uno a uno. Jóvenes por otro lado, estereotipados hasta la saciedad; el guapo, la golfa, la virgen, el listo, el colgao….

Al principio no sabes si están parodiando a este género de terror, de hecho hay algún guiño al cine de terror oriental ese de niñas con pelo mojado y largo sobre la cara, de ahí la idea de humor en una película con sangre y de que tampoco te impresionen tanto las escenas más violentas, pero luego te vas dando cuenta de que no es una parodia y cuando aparece “la artista invitada” (prefiero no desvelar quien es) cuya presencia parece no tener otro interés que el de darle caché a la película, entonces te das cuenta de que todo iba en serio, todo se desmorona y sientes que acabas de ver un bodrio.

Triste final para una peli con un planteamiento original y como casi todo lo americano, con un despliegue de efectos que con un buen guión, hubiese sido una la repera.

¡Qué pasa con el mundo que voy a contracorriente!..

Es la sensación que me da leer otras críticas de esta película a la que algunos han valorado hasta con un 9 como si de una gran obra del séptimo arte se tratara.

“Primos” pretende ser una comedia, es más, hasta comienza con un monólogo al estilo del Club de la Comedia, pero se puede hacer una comedia sin abusar de la sobre-interpretación y del histrionismo exacerbado ya que pocos actores, solo me viene la mente Jim Carrey o Jerry Lewis, pueden llegar a manejar esa disciplina sin llegar a cansar y desde luego, los actores de esta peli ni mucho menos tienen ese nivel de comicidad.

La historia que gira, como no, en torno al sexo, los tríos amorosos, las putas, el alcohol, los traumas en las relaciones familiares etc.. etc.. da la sensación de que está contada como en pequeños “sketches”, en escenas aisladas a las que en algunos momentos casi no encuentras continuidad pues parecen bocetos de secuencias hilvanados en un “paño” de fondo que son las fiestas de Comillas, como para darle un tono de comedia costumbrista con cucaña, baile en la plaza etc.. a una historia de chico que quiere a chicas pero que no sabe a cual quiere más.

Por otro lado, vemos que el director intenta reforzar la comicidad de la película con un personaje de un dudoso gusto que ya aparecía en algunas comedias de los años 60-70 y también en los chistes de Arévalo, el discapacitado intelectual, el tontito, para que nos entendamos todos. Recurso que también utiliza en La Gran familia Española. En ese caso se trata de un retrasado mental mientras que aquí nos muestra a un muchacho que presenta las secuelas, tanto físicas como mentales de no se qué guerra (como si los españoles hubiésemos tenido nuestro propio Vietnam)..

En definitiva, quiere ser una comedia a la americana con unos personajes “exageradamente cómicos” y unas divertidas historias personales de “encuentro-desencuentro” resueltas también a la “americana” con “happy-end” y coreografía incluida, sobre un fondo tan español como son las fiestas de un pueblo de Cantabría (precioso pueblo , por cierto), una fórmula que, según mi modesta opinión, no queda muy “redonda”,... pero para gustos, los colores