-Aquí en España se habría tratado como violencia machista, y no creo que hubieran dejado al presunto salir a la calle, como ocurre en la cinta, a pesar de no haber encontrado el arma. Por fin en algo no somos tan chapuceros.

-Durante el juicio, cuando el protagonista interroga al jardinero y a un poli, se dice que tras oir el disparo, pasan unos pocos minutos antes de que rodeen la casa por completo. Pensé que en esos minutos estaría la solución de todo este embrollo, pero por lo visto sólo era una estratagema del guionista para tomarme el pelo.

-Antes de que el amante se suicide, telefonea a Gosling y le dice que un compañero de balística le debía un favor y que ha manipulado las pruebas para que encuentren el arma en la casa de Hopkins, y así poderlo culpar, pero a Gosling le puede su conciencia y no participa en el juego. Viendo lo corrupto que era el amante, quizás hizo bien en suicidarse, aunque es una forma un poco trágica de quitarle de enmedio. En cambio, la negativa de Gosling a usar pruebas falsas, junto con la iluminación final que le permitió resolver el no crimen, nos dibuja un ayudante del fiscal bueno, con principios, que realmente no creo que fuera tanto, teniendo en cuenta que aceptó dejarse perder en un caso para conseguir empleo en otro sitio.

Lo mejor: No ocurre muy a menudo en las pelis de miedo que la "buena" al final resulte que no era tal.

Lo peor: ¿Todo lo demás?

Andrés Pajares hace el papel que tantos éxitos le dio en los 70, pero esta vez sin destapes.