Por fin una comedia que me hace reír.

Una genialidad desconocida para mí hasta hasta ahora. Un estupendo descubrimiento que cuando la vuelva a ver un par de veces estoy convencido de que se convertirá en una de mis películas favoritas.

Ese tono agridulce es espectacular. La mezcla de comedia con el trasfondo de la guerra y de los acontecimientos internacionales (no hay que olvidar que la pelicula es de 1942, en plena Segunda Guerra Munidal) deja un regusto impresionante.

El rítmo frenético de los acontecimientos te hace estar atento continuamente y los diálogos con doble sentido y doble lectura resultan de lo más cómico.

Los personajes tremendamente bien construídos, los enredos asombrosamente bien articulados, el tema y la trama impresionantes.

No he borrado la sonrisa de la boca en toda la película y he estallado en varias carcajadas sinceras en escenas que resultaban ciertamente cómicas.

Es de esas películas que cuesta trabajo olvidar, como todo buen cine.

¿Cuánto valoramos la amistad? ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer por ella? Hay personas que cualquier cosa.

La amistad entre dos personas en ocasiones se manifiesta con hechos y no con palabras. Hay momentos para hablar y momentos para actuar.

Dicho sentimiento de amistad se refleja perfectamente en esta película. Una amistad generada con el paso de los años entre personas que ya están a vuelta de todo.

En fin, no se lo que cada uno podría aguantar o podría hacer por un amigo, pero creo que no se puede explicar mejor de lo que se explica en esta película.

Resulta extraña la memoria humana. Un acontecimiento que ha marcado nuestras vidas puede estar latente, barrenando nuestro cerebro, hasta que un buen día decidimos recuperarlo. Cuando algo nos marca en el pasado y queda inconcluso, siempre nos queda una especie de desazón, un regusto amargo que hace que no podamos superar ni olvidar esos hechos.

Es un lujo poder volver a redescubrir nuestro pasado y tratar con viejos conocidos y amigos sobre aquellos acontecimientos que nos marcaron, en un intento de sosegar nuestra conciencia y nuestra alma.

No todo el mundo es capaz de hacerlo, de remover nuestra propia mierda y, por mucho que nos duela o por dificil que nos resulte, aclarar y solucionar aquello que ha ido y venido de nuestra mente en los momentos de soledad de los últimos años.

Ya pueden pasar 25 años o solo unos meses, pero es importante que antes o despues quedemos en paz con nosotros mismos.

Es una película trepidante, con una acción muy rápida que te hace estar atento constantemente.

Los flashbacks y el hecho de que la acción vaya al revés, enlazando unas escenas con otras es un recurso muy original que contribuye a que estés pendiente de la trama y de la acción, teniendo que enlazar mentalmente los diferentes acontecimientos.

Sin embargo, no resulta nada complicado, si no todo lo contrario. Está todo bastante claro. Por eso me parece que es una película con un gran guión, en el que todo cuadra perfectamente.

El truco de fotografiar todo y a todos para recordar, es muy útil, y el aprender a reconocer su propia letra para solo fiarse de ella tambien lo es.

Si realmente supiésemos lo que va a pasar en nuestra vida, quizá habríamos tomado otras decisiones. Todo el mundo desea cambiar algún acontecimiento de su pasado, alguna decisión que hizo cambiar su vida.

Si pudiesemos hacerlo viviríamos como Bill Murray en un eterno día de la marmota en el que cualquier cosa que hagamos cambiará el devenir de los acontecimientos.

Si de antemano supiésemos las alternativas que se nos abren ante cada decisión y el gran abanico de posibilidades que se despliegan como una tela de araña estoy seguro de que no sabríamos cuál elegir.

¿Cómo saber si el futuro que ya hemos vivido es mejor que el pasado que podríamos haber disfrutado?

Al que entienda esta pregunta y conozca la respuesta, solo le puedo decir que posiblemente esté equivocado. La historia-ficción no existe. Si existiera nos volveríamos locos... ¿O no?