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España España · Zaragoza
Críticas de Flashboy
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Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
9
26 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A menudo la noche nos provoca temor, inquietud, miedo a lo que no vemos, terror a lo que, imaginamos, acecha en la oscuridad. Pero ¿y de día?.

De día pocas películas nos habrán hecho pasar tanta angustia como "¿Quién puede matar a un niño?" (1976), de Narciso Ibáñez Serrador (que ya había probado con destreza este género con "La Residencia"), como pocas veces también hemos sentido, tranquilamente sentados en el sofá, la urgente necesidad de desear que la pareja de turistas ingleses protagonista de este film salga huyendo a toda prisa de la isla en la que han decidido pasar unos días idílicos. En este lugar los únicos habitantes son unos niños con un comportamiento misterioso que en seguida deviene en otra actitud algo más hostil...
...Pero, claro, ¿quién puede matar a un niño? (como mucho al de "El día de la bestia", y porque era quien era). Ibáñez Serrador consiguió crear un film de factura impecable que ha soportado perfectamente el paso del tiempo, y que hace pasar al espectador un rato tan tenso como entretenido, absorto y sumido en su asfixiante atmósfera mientras se suceden los convulsos acontecimientos.

Totalmente perturbadora, "¿Quién puede matar a un niño?" es una de las mejores películas españolas de terror que se han hecho, y la constatación de que para pasar miedo no hace falta que nadie se disfrace de monstruo diabólico. Porque el infierno, sin duda, puede tener cara de tierno infante.
Flashboy
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8
2 de mayo de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuve bastantes reticencias cuando, al ser animado a ver la serie televisiva Deadwood, me dijeron que se desarrollaba en el Oeste. A estas alturas, una de indios y vaqueros no invitaba a pasar grandes veladas. Pero a los pocos capítulos el enganche se antoja bastante fácil con esta serie. Los vasos de whisky (a una media de un chupito por minuto) o el eterno barro de la calle resultan de lo más creíble en esta historia del nacimiento de un pueblo en plena fiebre del oro americana, una ciudad sin ley ni orden ni nada que tenga que ver con una convivencia civilizada sino todo lo contrario, se presenta un tiempo y un lugar en que simplemente toserle a alguien podía suponer un tiro en el estómago. Pero sobre todo es la maestría con la que se enlazan la traición con la venganza, la crueldad con el honor, el amor imposible con el putiferio rastrero, y en definitiva toda la amalgama de pasiones y sentimientos humanos buenos y malos habidos y por haber, lo que hace de esta serie un placer cinematográfico ineludible.

Personificando, el auténtico cebo de la serie es el personaje interpretado por Ian McShane, un actor que se come la pantalla, a los demás actores -y eso que el plantel es muy bueno- y a todo lo que se mueva por Deadwood. Impresionante. Además, los escenarios, el vestuario y la ambientación en general es excelente.

Así que era cierto. En el siglo XXI, "una del Oeste" se revela como una de las mejores series de esta década. Y eso que al acabar la tercera temporada la productora cerró el grifo del dinero y nos dejó con la miel en los labios.
Flashboy
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9
9 de mayo de 2020
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La historia (real) de Christopher McCandless es una historia de ruptura, de inquietudes, de interrogantes, de soledad, de búsqueda. Y Sean Penn adapta al cine el libro de John Krakauer de una forma que impacta. Es un impacto que puede generar opiniones muy enfrentadas, pero realmente puede llegar a cautivar. "Into The Wild" ("Hacia rutas salvajes") nos relata la decepción que supone para el protagonista conocer las ruindades de sus padres y de lo que la sociedad espera de él, y decide romper con todo. Sin avisar a nadie desaparece, dona todo su dinero y se pone en marcha por varios lugares de Estados Unidos rumbo a Alaska. Por el camino encuentra personas con las que seguramente merece la pena establecer un vínculo más profundo que el que puede brindar un puñado de días de convivencia. Pero él busca un encuentro definitivo consigo mismo y con la naturaleza en estado puro.

"Into The Wild" es una de esas películas con las que conviene tener un cuaderno para anotar unas cuantas de esas frases que se denominan lapidarias. Con miga, vamos. La fotografía paisajística es de una espectacularidad acongojante, y el mejor Eddie Vedder que uno recuerda alimenta las imágenes con una música que va mucho más allá de la simple superposición al plano visual. Un film muy americano, pero esta vez en el buen sentido de la acepción. ¿Alguna vez has fantaseado con romper con todo y empezar de nuevo en un lugar diferente con una vida que no tuviera nada que ver con la anterior, empezando de cero?. Aunque el mismo protagonista, en situación extrema, reconozca que la felicidad es un estado que adquiere realidad cuando se comparte, la soledad en ocasiones puede ser un estado de máxima realización personal. Una película para pensar en la aventura en que podría convertirse la vida a diario, en la indescriptible sensación de adentrarse en lo desconocido, en definitiva, una evasión para bucear en todo eso que nunca experimentaremos en la linealidad de nuestras aburridas vidas.
Flashboy
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Joe Strummer: Vida y muerte de un cantante
Documental
Irlanda2007
7,2
1.752
Documental, Intervenciones de: Joe Strummer, Steve Jones, Mick Jones, Terry Chimes ...
8
9 de mayo de 2020
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Las biografías de personajes del rock en el cine han tenido varias referencias a lo largo de los años. Así, hemos visto en documentales o películas (a veces no una vez, sino varias versiones) a los Sex Pistols, a Ian Curtis, a los Rolling Stones, Beatles, etc. casi siempre desde un punto de vista bastante mitómano. "Joe Strummer, the future is unwritten" es un acercamiento sincero, humano y altamente interesante para seguidores -y desconocedores- tanto del músico como de su banda más importante, The Clash. Un repaso a su vida desde su etapa familiar infantil, el suicidio de su hermano, su forma de llegar a la música, la formación de su primer grupo importante, The 101'ers, su importancia y liderazgo en la época del punk con The Clash, uno de los grupos más influyentes de la historia, su descenso a los infiernos tras la disolución del grupo y los malos años venideros en el plano personal, y finalmente su resurrección personal y musical al frente de los reivindicables The Mescaleros, hasta su muerte a la temprana edad de 50 años de un defecto congénito del corazón.

A través tanto de su propia voz dando forma a sus avanzadas ideas, -incluyendo las interesantes grabaciones originales de su programa de radio para la BBC-, como de las opiniones y recuerdos de familiares, amigos y conocidos, famosos (John Cusack, Bono, Johnny Depp, Jim Jarmusch, Martin Scorsese, Steve Jones, Courtney Love, Matt Dillon entre otros) o no famosos, y de imágenes de actuaciones inéditas y conocidas, Joe Strummer se nos revela como un ídolo de lo más terrenal y un genio adelantado a su tiempo. Defensor de causas perdidas y entusiasta de la vida, su trayectoria vital transcurrió marcada por el ir y venir de su infancia (nació en Turquía, su padre era diplomático y vivió en ciudades de medio mundo) y ya de adulto por The Clash, aquel grupo que vio más allá del corsé punk e investigó por líneas musicales únicas en su época. Joe no fue ajeno a los excesos y sucumbió al empacho de la fama, pero si algo deja claro este magnífico documental de Julien Temple es que fue un músico único, de una vitalidad exultante y un apasionado del rock hasta sus últimas consecuencias. Y que su legado está extendido mucho más de lo que nos parece.
Flashboy
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8
1 de mayo de 2020
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Se podría decir que el protagonista de esta película viene incluido en el título de la misma, pero en contra lo que pueda parecer no es Sylvia, sino la ciudad. Concretamente la ciudad de Estrasburgo, de la que José Luis Guerin ofrece una visión personal (como ya hiciera con Barcelona en la fenomenal “En construcción”) que deslumbra gracias a la mano maestra con la que el director -y la fantástica fotografía de Natasha Braier- sabe enseñarnos sus recovecos, sus terrazas, sus tranvías, su tránsito constante de bicicletas o el abrumador dominio de las zonas peatonales. Una imagen de esta ciudad que invita a visitarla sin duda, sobre todo para aquellos que gusten de callejear y perderse por ciudades que le son extrañas, siempre en busca de novedades para ver y para vivir.

Y allí, a Estrasburgo, es a donde un joven vuelve un verano a intentar a encontrar a la chica de la que se enamoró seis años antes. Todo un homenaje a la inmadurez de ese hombre romántico que eleva un amor casi irreal a la categoría de sueño imposible al que dedicar todas sus fuerzas, quizá porque el amor imposible o idealizado es el que más se acerca a la perfección.

En el film queda claro el punto de vista masculino que se ofrece desde la dirección: la búsqueda se compone de un hilo argumental que sólo entiende de imágenes de belleza femenina, concretamente de esa belleza tan cool francesa que aquí se desboca de forma contenida y silenciosa a base de miradas esquivas, hombros al descubierto, cabellos al viento y sonrisas cómplices. Y Guerin consigue que, igual que puedes seguir detrás del chico por la senda de su exploración, puedes abandonarle y viajar por tu cuenta por las continuas secuencias con vida propia de la ciudad y sus gentes. En definitiva, una película especial, anómala y contemplativa, destinada al puro disfrute voyeur, un lujo extraño para estos tiempos de poco tiempo y mucha palabra altisonante y desafinada.
Flashboy
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