No es una serie distópica al uso, de hecho es bastante poco convencional, y tiene un trasfondo clarísimo: el mensaje, la crítica social, y la concienciación sobre el cambio climático.

Capitulos muy cortos de 20 minutos, que funcionan bien dramáticamente, gracias a la veracidad, la simpleza, y la crudeza de lo que cuenta, transmitiendo una angustia muy conseguida gracias a los planos secuencia en los que están grabados.

Esa es la parte del experimento que funciona. Pero hay otras cosas que no.
El formato te deja un poco indiferente. No te presentan el inicio de la historia, y tampoco la cierran. Los capítulos son simplemente una colección de historias independientes y no conectadas que forman parte del nudo de una historia mayor que no tiene ni inicio, ni final. Y claro, una historia, para ser historia, tiene que tener inicio, y tiene que tener final, aunque sea abierto.
Y el cine va, sobre todo, de contar historias.

La película que hasta la fecha, y en mi opinión, mejor ha sabido recrear la atmósfera fría, turbia, sombría y decadente de Gotham. Un sobrio thriller neo-noir de detectives con Batman como protagonista, que cuida con mimo la estética de cada plano y de cada diálogo en busca de una apuesta de calidad para adultos totalmente fuera de los convencionalismos del género de cine de súper héroes.

Una historia que engancha desde el primer momento, contada con ritmo pero sin prisa y dónde el interés del espectador se incrementa de forma constante durante las dos primeras horas, siendo quizás el desenlace (o más bien el último tramo de este) la parte dónde el ritmo decae y el guión no consigue estar a la altura del resto de la película, que, por otro lado, es sencillamente excepcional.

Si eres un apasionado del baloncesto, y más aún si eres un nostálgico de la NBA, esta serie es un must en toda regla.

Obviamente la serie se toma sus no pocas licencias dramáticas y narrativas (show must go on), pero, en general, funciona de manera bastante efectiva entre el falso documental, el drama y la comedia.

Recrea fenomenalmente la atmósfera laker/californiana de los 80, haciendo especial énfasis en narrar los entresijos de la construcción de aquellos épicos lakers, conectando la esfera deportiva, económica, mediática, empresarial, social y cultural con un ritmo bastante entretenido.

En mi opinión, muy recomendable en general, e indispensable si eres fan.

Una película más sobre atracos totalmente estereotipada, que cumple con absolutamente todos los clichés del género, pero sin conseguir destacar mínimamente en ninguno de ellos.

El guión (el plan genial, vaya) es simple a más no poder.
Los giros en la trama (típicas complicaciones en el atraco) carecen totalmente de la más mínima emoción, acción y suspense.
Los personajes (equipo variopinto reclutado por un líder para el atraco del siglo), por si fuera poco, tienen cero carisma, y no transmiten absolutamente ninguna credibilidad.

En fin, que hay mejores opciones en el cine.

Nada que ver con Hill House, que me parece una estupenda serie. Bien escrita, bien rodada y bien interpretada. Que funciona de maravilla tanto en el género de terror como en el de suspense.

Bly Manor, por contra, abandona el camino de su predecesora para convertirse en un drama romántico con fantasmas de fondo. Empieza bien, pero al final la historia se hace pesada y aburrida, y los diálogos, repetitivos y hasta empalagosos.

Eso sí, estéticamente está cuidada y las interpretaciones son bastante buenas, por eso le doy un 5, pero es una pena el giro que le han dado a la serie.