La niebla fue una de las primeras películas de John Carpenter. Después del éxito cosechado con La noche de Halloween el director realizó una película de temática similar aunque mejor ejecutada. Como si de un cuento de terror se tratara Carpenter nos cuenta la historia de un pequeño pueblo pesquero que de pronto se ve envuelto en una misteriosa niebla. Cada vez que aparece la niebla alguien muere. Una locutora de radio y una joven estudiante descubrirán que entre la niebla hay unos seres fantasmales que representan a los piratas que antaño vivían allí antes de ser asesinados por los fundadores del pueblo. Ahora estos espíritus han vuelto en forma de niebla para vengarse.

Otra película de culto de su director que fue objeto de un desastroso remake unos cuantos años después de su estreno. La película ha ganado con los años y es una entretenida obra de terror y misterio muy del gusto de los aficionados. Supuso la segunda película de Jamiel Lee Curtis interpretando un papel similar al de La noche de Halloween. Me gusta más La niebla que Halloween porque es más disfrutable, la historia y el argumento son más atractivos y el paso del tiempo no le afectado lo más mínimo.

Uno de los mejores policíacos de todos los tiempos. Un clásico de los ochenta de gran éxito taquillero que ganó dos oscars al mejor guión y montaje. Cuenta la historia de una madre y su hijo pertenecientes a la secta Amish, que realizan un viaje a la gran ciudad en la que el chico queda sorprendido al salir del hermético mundo en el que vive y descubrir cómo vive la gente en un entorno diferente al suyo. En los baños de la estación de tren presencia un asesinato perpetrado por un tipo que luego resulta ser un condecorado policía. Harrison Ford es el detective encargado del caso que protegerá al niño y a la mujer y como no puede hacerlo en la ciudad, decide llevárselos al pueblo donde viven los Amish. Una vez allí conocerá de primera mano cómo vive esta peculiar gente. Mientras tanto los policías corruptos descubren su escondite y van a por ellos.

Único testigo es una excelente película de suspense bien escrita y con un Harrison Ford en la cima de su carrera. Le acompaña una guapa Kelly McGillis, Danny Glover como policía asesino, Alexander Godunov como pretendiente de McGillis y un debutante Viggo Mortensen. Peter Weir dirige con maestría una de sus obras más aclamadas en la que dosifica la intriga manteniendo al espectador en una tensión constante. Recuerdo el tenso clímax final o la escena del comienzo en la que el chaval es testigo del asesinato. Pero la película incluye además una hermosa historia de amor imposible entre sus protagonistas que resulta emocionante de verás. Gracias a este filme conocimos los usos y costumbres de los Amish, su filosofía de vida basada en la cooperación, la no violencia, la religiosidad y el rechazo del progreso entre otros. Todo ello acompañado por la hechizante banda sonora de Maurice Jarre y la fotogénica fotografía de John Seale.

El director de La leyenda de la mansión del infierno dirige en esta ocasión una curiosa y arriesgada obra de terror bastante convincente. Aunque por su argumento puede caer en el ridículo, la habilidad de su director solventa estos problemas y consigue que resulte creíble.

Se trata de una historia de suspense sobre una familia que vive en una isla de la costa de Seattle a la que llegan por accidente un grupo de jóvenes después de que se estropeara su aeroplano. Una vez allí son acogidos por dicha familia, quienes en un principio se muestran amables con ellos, pero a medida que pasa el tiempo empiezan a sucederse comportamientos extraños y altamente inquietantes que pondrán en alerta a los muchachos al verse en peligro.

La sensación que tengo después de verla es positiva y conforme pasa el tiempo me convence más. No le veo fallos, no es ninguna maravilla pero a mi no me ha desagradado. Me esperaba otra chorrada desfasada e infumable pero me ha gustado, así que un siete para subirle la media.

Discreta producción de intriga religiosa protagonizada por nuestro Antonio Banderas en la cima de su carrera y que se saldó con un importante fracaso de taquilla. Parte de una premisa argumental interesante hasta el punto de que se le queda grande. La confirmación del hallazgo de los restos de un cuerpo en una tumba en Israel que podría ser el de Cristo pondría patas arriba las bases del cristianismo. Semejante planteamiento da para una tesis doctoral y The body no es más que una humilde película de misterio con algunas dosis de acción para entretener al personal sin muchas pretensiones.

Este interés por cuestionar el cristianismo se puso de moda a comienzos del siglo XXI, sobre todo a raíz del best seller de Dan Brown El código Da Vinci y su famosa adaptación cinematográfica. Toda una sarta de chorradas sin pies ni cabeza y que sin embargo barrieron en taquilla. En este sentido me parece más seria la que nos ocupa. Lo relativo al misterio que se plantea se deja ver pero se conoce que para que la historia no fuese muy aburrida se decidió introducir algo de acción de la mano de un comando palestino que teme que el descubrimiento pueda perjudicar sus intereses políticos. Su presencia en la trama está metida con calzador y no resulta creíble.

Otra de las cosas que me molesta de la película es la ambigüedad a la que juega el guión a la hora de explicar la autenticidad del cuerpo hallado porque te despista y hace que la interpretación de Banderas sea muy forzada. Se trata de un papel complicado del que sale airoso agradeciendo que no sea él mismo quien se doble. El protagonista tiene constantes dudas a cerca de la veracidad del descubrimiento que ponen a prueba su fe.

En 1993 comenzaron a adaptarse al cine las exitosas novelas de John Grisham. El primero fue Sydney Pollack y La tapadera. Poco después Alan J. Pakula con El informe pelícano volvía por sus fueros con una trama de corrupción que salpicaba a las altas esferas y que recordaba a su trabajo más conocido Todos los hombres del presidente. La protagonizan dos de las estrellas más rutilantes de los noventa: Denzel Washington y Julia Roberts, ambos en la cresta de la ola cumplieron correctamente con su papel. Les acompañan secundarios de lujo como Sam Shepard, John Lithgow o Tony Goldwyn entre otros.

La película cuenta la historia de una brillante estudiante de derecho que desarrolla una teoría sobre una supuesta conspiración de las altas instancias del poder para liquidar a dos jueces del tribunal supremo. Su profesor y amante encuentra interesante el informe y se lo pasa a un amigo suyo del FBI, sin embargo ambos acaban asesinados. Todo aquel que lee el informe muere en extrañas circunstancias. La autora de dicho informe con la ayuda de un periodista tratará de desvelar el misterio de todo el asunto.

Se trata de una buena película de suspense con una trama densa pero bien explicada y un reparto muy solvente. De impecable factura técnica, ha envejecido muy dignamente entre otras cosas gracias a su sólido guion obra también de Pakula en la que sería su última gran película.