Primero, película bien hecha, buen tono argumental que engancha casi durante todo el metraje. El ritmo de la cinta no decae y tiene momentos interesantes. Los actores soberbios a un gran nivel.

Lo segundo, vaya tufo a fascista desprende la película. De principio a fin es un continuo ensalzamiento del imperio americano del tono "debemos imponer nuestra jerarquía" o "al gobierno de los estados unidos no le pueden hacer esto y lo otro".
Se pitorrean de los colombianos y sudamericanos en general, nos pintan una sudamérica devastada cuando la mitad de los planos exteriores parecen rodados en el mismo centro de los Angeles, para que hablaran.
El guión está basado en el "escritor" Tom Clancy de dudosa ideología. Otro renombrado ultra-conservador ultra-facha es John Millius y éste se declara como tal, director de la mítica Conan el bárbaro (Dios los cría....) y la nefasta y fascista hasta la médula Amanecer rojo, donde los cubanos-comunistas representan el papel de los zombies de George A. Romero de La noche de los muertos vivientes asolando el mundo a ritmo de balada nacionalista.
Películas así son las que aplauden los americanos después de verlas, después de lavarse las manos en el lavabo post-masturbación, no vaya a ser que alguna incauta quede embarazada, quizá si es negra o sudamericana su hijo terminará en el corredor de la muerte.

Capítulo aparte es Harrison "el amigo de los niños" Ford. Con esa cara de buen hombre, de padre de família responsable, oh que bonito resulta aún violándo a su hija todas la noches (es broma). Ya por esos años empezaba a mostrar un cansancio habitual en él ¿demasiada responsabilidad quizá?.

Ahora voy a llorar un poco, grácias.

Los primeros 15 minutos son eléctricos, el resto más de los mismo; chistes fáciles que se repiten hasta el tuétano, desarrollo embarullado pero previsible, guión hecho y bromitas gays por un tubo, sin grácia por cierto y algo homófogas.

Floja, se ve bien si la pasas a 8x.

Terry Guilliam es otro de los directores que con solo nombrarlo muchos se masturban debajo de la mesa. Pues creo poder decir, que después de haber visto la mayoría de sus trabajos, Guilliam es un artesano, pasado de ácido y con un concepto de la narrativa pésimo.

El rey pescador es una mierda. Como un templo, suficiente daño hace una historia de Guilliam como para poner dinero americano en ello. Robin Williams se merece un tiro en la cabeza en cada escena, y el personaje amigo de Williams vagabundo como él, es un idiota compulsivo, con claros síntomas de diarréa mental o posible parentesco con el director.

Bridges salva los muebles, con el mejor personaje con los diálogos menos malos.

Otra idiotez del director.