Supongo que Sami para esta película tuvo más billete, desgraciadamente eso no se tradujo en una obra que debía (como la lógica lo impone, mmhh!) superar las dos excelentes precuelas de la saga, en fin; talvez E.D III era solo un ejercicio para autovalidarse como autor más capaz, entrenamiento para otro proyecto futuro o lo que sea. El Caso es que no se llenaron mis expectativas y creo que esta obra traiciona toda la mitología creada alrededor del Necronomicon, remplazándola por una extravagante y genérica aventura del simplón Ash en el medioevo.

Es una lástima que se haya cambiado el siniestro e infernal tono de las anteriores obras por el de comedieta barata; casi televisiva en el que se regodea “Army of Darkness” y aunque esa mercantilista decisión no justifique semejante Autoemasculación es de recalcar que el universo creado por Raimi-Tapert-Campbell no queda del todo arruinado; si bien no se le inyecta nueva vida, acepto que dentro del pedestre humor de la cinta hay suficiente material como para pasar un rato llevadero, baste recordar la enérgica secuencia de tortura de los mini-ashes, bastante cómica y hasta Original.

Aunque me molestó el nuevo enfoque de esta Bastarda hermana de la trilogía mentiría si dijera que no la “pase bueno” viéndola; en virtud de su frenetismo e indulgente actitud y la recomendaría medianamente.

Cuanta Riqueza audiovisual y subtexto que sucesivamente van detonando entre imágenes y escenas; incrementando cual onda expansiva, la complejidad y profundidad del mensaje central de este brillante Film. Si ya antes comprendía ¿? la Guerra como una especie de monstruoso simbionte; completamente desligado de cualquier iniciativa de control Humano, después de contemplar el potente Retrato que hace la ahora decana K. Bigelow, no me queda más que perfilar dicha idea considerando uno de sus más misteriosos veneros y contra el que no hay traje anti-explosivos que valga: La Adicción. Y en consonancia me fui adueñando de la hiper-estimulada fisiología del pobre Sgt. James: Trepidantes cauces hormonales cuyo paso dilatan mis arterias; extendidas hasta el cableado de minas explosivas. Ríos adrenales que inervan mis músculos para tensionar un corazón cuyos pálpitos pronto se sincronizan con la cuenta regresiva y todo al vaivén de rapidísimas inhalaciones y exhalaciones que traen y devuelven aromas metálicos, de sangre y arena a unos pulmones cada vez más indistintos del alerta cerebro, recreador de una realidad de pesadilla por virtud de unas pupilas cada vez más negras e hipnotizadas … ¡ufff el cine también es una Droga!

¡Así es! “The Hurt Locker” conjuga magistralmente excelentes atributos cinematográficos (Dirección, sonido, efectos especiales, diseño de producción etc.), una tensa – y a milímetros contada – historia que se acelera a más y mejor y donde embonan contenidos, que me da la gana interpretar fuertemente antibélicos.

De resaltar dos escenas clave que desactivaron en mi mente cualquier inclinación por subvalorar de alguna forma la obra y que evidencian la genialidad detrás de las cámaras. La primera es la infructuosa acometida del Sgt. Thompson para evitar que la cara se le desparrame en su casco protector y la otra es la desvergonzada vuelta de James segundísimos antes del culmen explosivo para recibir en zona V.I.P el impacto de la onda destructiva. Este contrapunteo describe visceral y despiadado el retroceso de la condición humana en la Guerra. Muy buena decisión también fue la de sostener la película en los hombros de los 3 soldados; de inmediato sus personalidades constituyen fiel reflejo de las distintas psicologías que enarbola el film frente al conflicto. Por un lado Mackie, responsable y ansioso por regresar del infierno a la brevedad. También el inexperto y temeroso Geraghty quien después de matar y casi morir se revela ante su inestable superior; el interesante Renner sin duda presa de su delirante sentido de reivindicación o lo que sea (p. Ej: ¿realmente existió el Niño Beckham?) y empujado sin más a su fetichismo bélico es ya incapaz de generar cualquier conexión emocional con otro semejante, casi que me dan ganas que no acabe la guerra en Irak y así evitar su suicidio. Definitivamente uno de los personajes más fascinantes y complejos que he visto en el cine. En fin poderosa película para ver.

Hay que día bonito el de hoy; lleno de cine (y de cinismo) a tale of two sisters, antes del atardecer, Frailty, Clueles y una historia sencilla (esta última un poco decepcionante). Pero solo voy a opinar sobre la mejor FRAILTY (conocida en el mundo hispano como “Escalofrío” o estúpidamente como “las manos del Diablo”). Brutal descripción de las circunstancias y justificaciones que empujan a un asesino serial a destruir los demonios humanos que pululan en nuestra sociedad…….y saben que? Yo lo apoyo (además porque tiene razón!).

La historia aunque atrevidamente profana; esta llena de sorpresas y giros inesperados pero lógicos. De lo cinematográfico ni hablar; geniales actuaciones, ambientación y ritmo. En definitiva muy muy superior a cualquier anterior e incluso posterior obra sobre asesinos seriales. Véanla y después si ocúpense del sentido de sus vidas y toda esa ñoñez. RECOMENDADÍSIMA.

No quería escribir sobre esta Mi%?&#$da, pero siendo lo primero que le veo a G. Van Sant, siento que es mi deber. “Mi Idaho privado” es un relato más o menos aburridor y con tintes altamente perturbadores sobre un donadie que debió suicidarse hace mucho tiempo, me explico; el tipo es gay o bisexual (francamente ni importa), hijo de su hermano, con los amigos más patéticos del mundo, es severo drogo y calculo que hasta portador del VIH. Para colmo su eterno amor no le corresponde y sus esfuerzos por encontrar a su madre han resultado totalmente infructuosos, ahh! y se me olvidaba; el güevón también es narcoléptico. ¡Que curioso! Después de escribir esto siento ganas de reír pues más parece la descripción de uno de los roles de Pablo ReMalas (un personaje cómico de mi País) que de un personaje engañosamente profundo, existencial y trágico a quien la felicidad lo ha evadido. ¡Pero que desacertado estabas Gussie! La primera equivocación es la más obvia; pretender que el personaje central sea entrañable y aceptemos sus sórdidas contingencias. Esto es arriesgado y Van Sant tiene suerte de que no se le tache de irrespetuoso. Segunda: el personaje de K. Reeves es bastante unidimensional para ser el que en más de una ocasión jalona la superflua trama; me simpatizó más el marica de Udo Kier; su personaje agrega algo de comedia involuntaria e incluso creo que debió dársele más relevancia en el cuento principal. Paradójicamente al centrarse en vivencias de personajes tan inusuales como los prostitutos, la película valientemente se sale de los parámetros comerciales y los convencionalismos y la cinematografía de algunos parajes es muy bella y a tono con la supuestamente poética desolación del protagonista; aspectos que sin alcanzar a redimir la película la hacen más llevadera y menos aburrida.

El filme aunque no totalmente hueco, falla en su objetivo principal – por lo menos en mi caso – de encontrar alguna resonancia emocional o aceptación de sus planteamientos: “la vida es un viaje a ningún lado”, más bien mi respuesta es la conmiseración por el actor River Phoenix, quien imagino asimiló algunas de las debilidades de este personaje lo que derivaría en las funestas consecuencias que ya todos conocemos. Y pensar que se le echó la culpa al gran Jhonny Depp!

Los amo, Bye

Eso habrá sonado muy gay mmmmhhh!!!