Drama judicial cercano al telefilm, que plantea la culpabilidad de todos los involucrados en un mismo delito: agresor, víctima y testigo. El argumento pivota alrededor de una joven que lleva a los tribunales a los tipos que la violaron y es acusada de haberles provocado -un largo flashback final nos mostrará los hechos-.
Jodie Foster obtuvo un Óscar por el papel de la insensata protagonista. La abogada defensora fue interpretada por una seria Kelly McGillis.



"Necesito que declare."

Un policía se oculta en una comunidad amish para proteger a un niño que ha sido testigo de un homicidio y a la madre de éste.

El primer título estadounidense del australiano Peter Weir, un exitoso thriller que explicita el choque entre culturas de sus films anteriores y nos ofrece algunas secuencias memorables.

El trío protagonista está compuesto por el plúmbeo Harrison Ford, el jovencito Lukas Haas y la guapa Kelly McGillis. Destacan el trabajo de fotografía de John Seale y la música de Maurice Jarre.



"Ten mucho cuidado con los de origen inglés."

Una de las mediocres imitaciones de "La noche Halloween", de gran valor para los amantes del slasher y objeto de remake en 3D, que al menos cuenta con un punto de cierta originalidad: aquí, el psycho-killer de turno surge de los túneles de una mina el día de San Valentín.

La propia productora censuró partes de las escenas más sanguinolentas antes de su estreno comercial.



"Que nunca vuelva a celebrarse el baile de San Valentín."

Un joven médico del gueto judío neoyorkino abre una consulta privada en Park Avenue y llega a prosperar económicamente. Mas, con el tiempo, parecerá haber olvidado sus raíces...

Melodrama de Gregory La Cava que critica las desigualdades sociales, situando al personaje protagonista entre dos estatus opuestos. La acción, lacrimógena y moralista, se apoya en la partitura de Max Steiner. Una de las obras esenciales de un cineasta a reivindicar.



"Consagro mis manos al servicio...éste es mi juramento en el Templo de la Curación."

Superproducción histórica acometida por John Wayne, el actor-fetiche de John Ford (de quien se dice rodó algunas escenas). Narra la mítica Batalla de El Álamo, donde una milicia tejana cayó a manos del ejército mejicano de Santa Anna. Algunos acontecimientos se revelan ideológicamente manipulados en pos del espectáculo western, que culmina en el recordado asalto final a la misión.

El Duque se reserva el papel del héroe, Davy Crokett, resulta memorable la banda sonora, compuesta por Dimitri Tiomkin, y la película, seguramente, dure más de lo que debiera.



"Alzarse en contra de lo malo y luchar en defensa de una causa justa."