Se asemeja más a "Noche de miedo" que a "La ventana indiscreta". Y no porque de más miedo o sea de terror, sino por cómo se suceden los acontecimientos, casi calcados a la primera, quitando que en vez de vampiros hay un psicópata. Hablando de la película fuera de comparaciones: entretiene y luego se olvida rápidamente.

Notable incursión en el género fantástico/terror. Es heredera en algunos aspectos del cine de terror "made in japan", pero transpira buen cine, calidad y estilo propio al mismo tiempo. Por catalogarla dentro de algo es una mezcla entre "Dark Water" y "Los Otros", aunque la película es bastante original en sí misma y sólo comparte algunos lugares comunes.

Tiene momentos de terror puro y suspense que ponen los pelos de punta. Y eso no lo consigue casi nadie hoy en día.

Además la historia es bastante interesante y tiene un guión consistente; sin apenas fisuras. Belén Rueda y el niño lo bordan. Geraldine Chaplin está bastante bien y el resto del reparto cumple.

Lo mejor: el suspense.
Lo peor: algunos secundarios tienen poca presencia.

La película es bastante simpática. Los personajes no están mal pero les falta algo. Queda todo muy en la superficie. Se echa de menos más presencia de la estrella Clooney que, cuando aparece, sube el listón de la película considerablemente. Lástima que desaparezca de escena tan rápidamente y sin dar ninguna explicación.

El personaje de la chica y el del boxeador fracasado no están mal. Sin embargo a este último se le nota un sospechoso parecido con los gestos de Gary Oldman. ¿Casualidad o misma escuela de interpretación? La chica (Jennifer Esposito) es, en esta película, una robaescenas y hace un trabajo muy logrado. Le pasa lo mismo que a Clooney: aparece y desaparece como el Guadalquivir.

Es una comedia por encima de la media con algún momento memorable, pero le falta fuerza y quizá algo de ambición. Apta para pasar un rato agradable en una tarde ociosa.

Con el material que tenía, y produciéndola quien la produce (Clooney y Soderbergh), queda la impresión de que podían haber hecho algo mucho mejor.

La estética "Astroboy" hace que la película tenga un aura infatiloide que favorece bien poco al resultado final. Bien es cierto que los que disfruten con los dibujos de Rintaro, que seguro son muchos, no opinen lo mismo.

Choque de culturas entre un japonés de Osaka que vive en Bangkok y una tailandesa que se quiere ir a Osaka. Mediante una tranquila, pero firme narración, consigue mostrar su particular visión sobre la sociedad nipona y la tailandesa a través de dos personajes completamente opuestos. De paso realiza una crítica velada a ambas culturas optando por una postura imparcial.

De todas formas se nota que el director tiene cierta simpatía por la cultura japonesa y nos deleita con un curso básico de japonés durante un buen rato del film. También se aprecian clara influencias de David Lynch en el desarrollo, de Terry Gilliam en el final o de Takashi Miike en las escenas de acción; de hecho el director japonés participa en la película.

Buena película para acercarnos al mundo asiático desde una perspectiva original.