Llevo 4 capítulos de esta serie que encontré por casualidad, y estoy enganchado. Las situaciones, los diálogos, las interpretaciones, todo es una delicia. El guión, escrito por los dos protagonistas, rebosa inteligencia por los cuatro costados. La calificaría como un céfiro fresco en el rostro, sentado en el sofá, sin tener que desplazarse a la playa. Y para redondear totalmente este acierto televisivo, hay que resaltar el sobresaliente y brillante doblaje de ella, que hace que la espontaneidad y la interpretación de la actriz sea magistral. Un 10.

La serie te atrapa y te pasas los 8 episodios enganchado, sin respirar. Una maravilla. Pero habría que regular la puta costumbre comercial y estafadora de cortar cuando la trama (en este caso, tramas) está sin resolverse. Es como si alguien levantase un puñal para ensartarlo en la garganta de otro y en ese momento pusiese The End. En estas temporadas que nunca se sabe a ciencia cierta si habrá continuidad de una nueva, tardan meses, incluso en algunos casos años, en reaparecer. O sea, que muchos espectadores quizá la hayan palmado antes de tener la oportunidad de poder disfrutarla. En esta serie, con tres o cuatro tramas simultáneas, ninguna de ellas queda cerrada, sino más bien en todas con un cuchillo en el aire. ¡Respeto a los espectadores ya!

Supongo que todos los que han participado en esto ya estarán en la cárcel o desterrados...
Decir que este dislate es un bodrio es un piropo, un poema...
Pues nada, los que tengan agallas que la visualicen... Sin más...

El desarrollo es frío como un témpano. No me llega apenas nada, salvo algunos momentos, en el planteamiento inicial, pro la expectativa se diluye para tomar un camino tedioso, lento y sin alma. Luego, todo se apaga, incluso la pantalla. Un bosquejo pretencioso y pedante. Una gran decepción, al venir avalada por varios premios. Debo de ser de otra galaxia, porque no entiendo su éxito.

Filme sostenido a pulso por Belén Cuesta y su magnífica interpretación. La trama va de más a menos precipitándose por el terraplén del "dulzor" y cierta ñoñería. Es una pena que Hugo Silva, siendo en mi opinión un gran actor, siga sin encontrar el papel que lo consagre definitivamente, y tenga que aceptar estos encargos de secundario. Diego Martín, aprobado, y los demás pues ahí están. En definitiva, una película que no saca partido de la idea argumental, que creo podría haber dado mucho más de sí. No obstante, creo que merece la pena el visionado sólo por disfrutar de algunas escenas y planos de Belén.