EEUU es famoso por sus vendedores de jugo de serpiente como elixir que todo lo cura, lo que aquí llamamos vender humo o timar.
Bueno, pues en esta película el jugo de serpiente sí sirve para algo.

Lo que no me parece real es que haya una persona en toda la película que solo sepa decir dos palabras muchas veces.

Hay cosas del año en que SkyNet toma conciencia de sí misma que han cambiado un poco en esta serie:
Hay muchas más máquinas de aire acondicionado.
No hay cabinas telefónicas.
Todo lo demás está en la zona spoiler.

Si está ambientada en un futuro próximo, ¿Cómo es posible que utilicen cámaras fotográficas analógicas (de las de carrete), inconfundibles por que hay que hacer pasar el negativo después de cada disparo, no así en las digitales, y además esas fotos en negativo son capaces de enviarlas vía Wifi en los hoteles?

Aunque hay un montón de escenas de violencia gratuita, que es lo que suponen que ocurriría cuando deja de haber policía guiada por un gobierno, no hay ninguna que no se haya visto ya en formato Western.

También hay que señalar que Kirsten está muy bien en su papel, impasible ante todo lo que ocurre fuera del coche.

Porque en una realidad donde se pueden manipular humanoides a cualquier distancia en tiempo real, lo normal habría sido hacerlo al revés: Los humanoides en la nave y los humanos en casa.

También es curioso como consiguen crear esa gravedad artificial sin rotar la nave, sin suelas magnéticas ni nada parecido.

Por lo demás, las interpretaciones y efectos especiales están bien.

En la película aparece la caída del muro de Berlín, y fue una gran revolución (hasta la llegada de Putin).
Afortunadamente, otra revolución mucho más silenciosa tuvo lugar después de esa. La aparición de las licencias de software libre.
Se liberaron las ataduras y muchas aventuras y desventuras de unos pocos que quieren ganar mucho dinero a costa del trabajo de otros nunca se iniciaron, y solo por venderte el permiso para utilizar una copia de un programa que ellos son incapaces de hacer.

Excepto la escena donde unos pocos rusos dicen querer poder comprar ropa y bebida fabricada en el país que ha hecho la película, que para mi gusto sobra, el resto se adecúa bastante al libro de donde se saca la historia.