¿Còmo algo tan trágico puede convertirse en una tragicomedia? Cuando los amigos de Manu le vuelven a saludar en el bar se ve que se ha levantado la veda. Se ha acabado el miedo, hay que posicionarse del lado de los vencedores. Ya se puede hacer películas acerca del conflicto sin tener miedo a que te maten o a que le hagan el vacío a tu familia. Todo quedó atrás. El movimiento de liberación vasco se ha convertido en una banda de macarras peligrosos sin proyección ni sentido de la realidad y que, si les hubiéramos dejado, se hubieran convertido en una mafia.
Se puede hacer política sin pegar tiros.
Aquí Ramón Barea representa a un dudoso representante del gobierno español que bajo una pinta bastante impresentable pero con una cabeza bien amueblada y un concocimiento de la situación y siendo también vasco, va a conseguir más que otros. Realmente, al final, no consigue nada porque la irracionalidad es lo que tiene. Que no se la vence con palabras y solo tratados como delincuentes se les puede vencer.
Grande Ramón Barea pero aún mas grande Carlos Areces como un super creíble chulo etarra que se cree que llevando arma es el dueño del corral. El mismo demuestra que ETA ya no es lo que era y que ya no puede tener el apoyo que tenía.
Esta película igual pretende ser una comedia pero a mi no me hace reír, como mucho sonreír fríamente ante algo que tenemos tan fresco mi generación.

Una bonita película que me recordaba al principio a las de Jeunet y Caro, tipo Delicatessen. Luego se afianza en el estilo de Guillermo del Toro y resulta poéticamente bizarra.

Me encanta la belleza que transmite la protagonista, no es guapa pero tiene una belleza magnética que te dan ganas de abrazarla y que te quiera.

Además ella, como el muestro posiblemente sea una hija más del mar fuera del agua, que vuelve a su elemento junto a su auténtico amor. Por eso ella no habla, es como un pez fuera del agua

Poco creíble su amor pero por que hay que creer en algo que es pura belleza. Me gusta el patético intento de vivir su homosexualidad del personaje de Giles y también el horrible y despiadado personaje que borda Michael Shannon, con ese desagradable sonido de los caramelos que ya nunca volverán a sonarme igual.

Ganó nada menos que 4 oscars, incluyendo uno para su director que no podía haber hecho una película más personal.

Me gustó

Dificililla de ver, Melancolía es una película sin embargo que conviene meterte en tu bagaje cinematográfico, aunque no te apetezca volver a vela.

Realmente son dos películas: una narra una boda que acaba en desastre y la segunda una depresión brutal que acaba siendo acabada de manera impactante, nunca mejor dicho.

La parte que interesa es todo lo que tiene que ver con la preparación y negación de lo inevitable, el fin de la humanidad sin apelación. Esa preparación desde el paraíso de la riqueza de la vida a la nada te mantiene pegado a la pantalla para ver como se resuelve.
La parte de la boda me resulta superflua pero esa lucidez final de la protagonista, esa hipocresía de autoengaño del marido, esa tranquilidad del niño, ese horror de la madre hace que toda la película cobre sentido y merezca la pena.

Por cierto, bellísimo cartel tanto como los primeros 9 minutos de planos a cual mas estéticamente bello.

Solas es un canto a la fortaleza de la mujer. La una desde la rabia y la lucha, la otra desde la templanza y la paciencia.
Las dos pierden, pero las dos luchan.

También habla de la soledad, de las malas decisiones, del peso de las tradiciones, de la bondad sin condiciones ni límites.

En fin, de todo lo bueno que tiene la vida.

Ana Fernandez está desgarradora en su papel pero es que todos clavan su propósito y están muy bien elegidos. Antonio Dechent como el doctor buenísimo está muy en su papel y ese camionero cabrón es que es como el fracaso de la protagonista con piernas. Tan bien lo hace que dan ganas de cortárselas junto al miembro por mala persona.

Pero que decir de María Galiana, la madre sin nombre toda paciencia. Con esa mirada de desesperanza y de que lo que no tiene remedio no se puede remediar.

Me resultó más tierno aún ese jubilado asturiano que no ha perdido el acento después de llevar toda su vida en Sevilla y que, si por el fuera, se casaba con la abuela en el descansillo

No puede ser más encantadora esta película en la que Robin vuelve a encontrarse a Marian tras volver de las Cruzadas

El tiempo y la vida ha pasado por los dos y nunca han dejado de amarse, al darse cuenta de que nunca han podido querer a nadie más. Por eso cuando Robin vuelve a por ella, ni siquiera la muerte les puede separar. Han vivido tanto, han sufrido tanto, han visto tanta fealdad que el resto de su vida no pueden más que abrazar la belleza. Pero, como buen héroe, nuestro Robin no puede dejar pasar la injusticia, le cueste lo que le cueste y ella, al final, lo entiende. En parte lo ama porque el es así.

Muy interesante ver como convirtieron Artajona (Navarra) y su cerco en Nottingham nada menos. La verdad es que el lugar se presta a ello.