Por este magistral film que es considerado el padre del cyberpunk fílmico. Hablar de ella exige un capítulo entero en un libro sobre cine de ciencia-ficción. Aquí sólo diremos que el tema de la identidad personal, los recuerdos, la hipertecnología en las sociedades futuras, la clonación y la libertad humanas nunca fueron puestos en escena de tal modo y jamás su recuerdo puede borrarse de la mente de quien la haya visto.

A los que les gusta esta cinta no suelen ver series de t.v y basuras norteamericanas. Y si ademas somos unos pacatos con la droga y la condenamos de una manera burguesa, pues resulta que la película es muy mala, tanto como la droga. Pero eso es falso, ya que Arrebato es uno de los mejores ejemplos de cine español, como las películas de Buñuel, por ejemplo. Lo que pasa es que Zulueta no insistió. A cualquiera que haya comprendido la magia del cine, su esencia y su arrebato no le puede resultar indiferente esta cinta enigmática y atrapante, que supuso una forma de hacer cine diferente en este país. Nada que ver con las películas de Almodóvar, en mi opinión. No creo que haya que discutir su calidad técnica, pues esa falta de medios es lo que la hace aún más interesante, y no creo que haga falta pincharse o haberlo hecho para comprender que la película es buena, no una alucinación de un drogadicto, sino que muy al contrario, es un ejemplo de cine alternativo digno de ser calificado como muy bueno por su contenido y su forma.

Otra de las mejores películas sobre nuestra sociedad enferma (Léolo, Sutter Island...), que no sus individuos, que deja un grato recuerdo para siempre y que recuerda al caso real ocurrido en Norteamérica en el que unos psicólogos se hacen pasar por enfermos mentales en un psiquiátrico y lo consiguen sin ningún problema. Lo que demuestra todas las tesis de Thomas Szasz al respecto del papel que juega la enfermedad mental en nuestras sociedades.
Nicholson, uno de los mejores actores norteamericanos, donde actúa convierte el film en pura dinamita, con interpretaciones insuperables que por sí mismas constituyen el alma del metraje.
Emotiva, verdadera, imprescindible.

La película refleja muy bien lo tediosa que la vida puede resultar encarnada en un protagonista cansado y algo depresivo que interpreta muy bien su papel y que parte en busca de un supuesto hijo. Y que nos descubre todas las amantes de este solitario hombre. La intriga se mantiene por eso mismo y lanza al espectador la idea de la vida como un lugar bastante tedioso, solitario, donde las relaciones humanas quedan archivadas en las
memorias individuales y el paso del tiempo las sepulta.

Con mucha razón porque se lo merece. La maravillosa banda sonora de Nyman envuelve una muy bien ambientada película con un argumento impecable y unas interpretaciones magistrales para contarnos cómo las mujeres sufrieron un machismo vergonzante que llegaba hasta la mutilación sólo porque los machos europeos de la época victoriana,incluso en Australia, no podían cambiar su mentalidad. Hunter está tan maravillosa en la escena en que su marido le secciona el dedo y en todo el film, así como Keitel, que es una historia de amor conmovedora hasta la médula, con unas imágenes inolvidables. Es una de las mejores películas que he visto.