La premisa antes de verla parece interesante, pero se acaba haciendo larga en un largometraje que a priori parecía corta. Lo que me han gustado son los detalles de haber mantenido aspectos de la tecnología de 1999 (el sonido de esos míticos politonos de los teléfonos móviles, uno de tantos ejemplos).

Mucha expectativa se creó con esta película (es lo que tiene tener un gran grupo de comunicación detrás en la producción) pero finalmente ser una peli entretenida con zombies, sin más. No llega a ser lo que fue REC, por ejemplo. Está llena de ciertos clichés típicos de este tipo de historias y se queda en el 5 raspado.

En la misma línea que la primera. Yo tengo aprecio a estas pelis porque me tocaron verlas en mi adolescencia con mis colegas pero la verdad que verlos a ver ciertas cosas, aparte del asco que sientes, está claro que no es bueno ni imitarlas (de hecho, ese mensaje se manda inicialmente, el que avisa no es traidor).
Los muchachos de Jackass (con Johnny Knoxville a la cabeza) siguen realizando acciones que en algunas les podría costar hasta la vida pero crearon tendencia en aquel momento. Puedes pasar un rato entretenido y de risas.

Es cortita y tenebrosa. Indaga en un drama familiar que se va contando en numerosos testimonios y utilizando el falso documental para crear una atmósfera terrorífica que puede vivirse en primera persona y con imágenes escabrosas de la misma víctima de todo esto. Muy curiosa e inquietante la verdad.

Sin ser nada tan espectacular está bien por la diversidad de monstruos que salen. Cierto es que peca de ser una historia con acciones muy exageradas pero lo importante es que entretiene. Vimos a Hugh Jackman en un papel distinto al de Lobezno en X-Men y los efectos son buenos.
Destacable lo bien conseguido que está el Monstruo de Frankenstein.