La serie contiene mucha virulencia implícita, no tanto por las secuencias, sino por el marcado desgarro emocional que transmite. Los OKUPAS que refleja, son marginados que no desean salir de su realidad, creo que incluso, de alguna manera, les satisface la situación.

Viéndola, me hizo recordar el caso cercano, el de un mendigo que hace años vagabundeaba por mi calle. Cuando murió descubrieron que tenía miles de euros en el banco, que nunca utilizó. Para él la vida que quería era esa. La libertad que da, no tener obligaciones, ni futuro, ni compromiso... Poder ir donde quieras sin horarios ni normas.

No he logrado encontrar ese punto donde sientes que una serie te "pertenece", por algo de lo que allí se cuenta. Siempre tiene que producirse una identificación con personajes, situaciones. A mi, lamentablemente, no me ha sucedido.

La frase que da título a mi reseña, está sacada, como en otras ocasiones, de un diálogo de la serie.
Ni siquiera podré aprobarla. Exceso de parloteo insustancial.

Se destaca la actuación de Ben Kingsley, ampliamente premiada y alabada por todos. Es una actuación común basada en la mejor parte del guion, a la que se ha cuidado especialmente. El actor simplemente se limitó a interpretarla con solvencia.

La historia carece de garra, se repite innecesariamente con escenas que aportan muy poco, basando todo la trama en un par de giros, además de la fuerza que el guion concedió al papel de B. Kingsley.

La he aprobado con generosidad.

Se sumerge en la tristeza, desde un guion escaso, carente de concreción... El planteamiento se alarga indefinidamente, pasando al desenlace desde un nudo breve, a la vez que poco entendible.

Se abren tramas que no se cierran; no llegas a entender su exposición. Una película a la que yo calificaría como extraña... profundamente rara, dirigida a los jóvenes, aunque ignoro si se sentirán muy identificados pues es la clásica producción de Netflix, destinada a relleno o generar volumen en la plataforma.

Antes las producciones de otros países, mostraban peculiaridades propias y distintivas, ahora quizá por la globalización, no sabría diferenciar esta de facturación sueca de cualquiera producida en USA.

No aprueba. Como en otras ocasiones, le voy a dar de las dos posibles, en esta ocasión, la más baja.

"Existe un deseo que solo se quiere a si mismo" Al parecer son palabras del propio Rocco, que expresan como se sentía cuando comenzó a experimentar todo aquello que lo convertiría, en lo que ha significado en la industria del cine para adultos.

"Triunfas solo de rodillas, cuando la carne se somete a la carne" frase también del actor que parecía querer expresar lo que no precisa ser contado.

De alguna manera, Rocco Siffredi, solo veía sobre su entorno, todo lo que le resultaba cómodo ver. Una serie larga, bien narrada pero ciertamente axfisiante.

No recuerdo haber visto películas de Bruce La Bruce, pero esa libertad desvergonzada de la que algunos hablan, a mi me ha parecido un susurro tonto de quien desea parecer moderno y "diferente".

En ocasiones les sale bien la jugada y los sitúa en un lugar inmerecido. Cineastas que aparentan revolucionarios, exclusivos, rompedores, innovadores... lamentablemente, muchos de ellos se bañan en un tipo de cine escandaloso para disfrazar su manifiesta mediocridad.

La primera parte aunque sin demasiada lógica, aún se mueve por terrenos conocidos, si bien, escasamente atractivos.