Donnie Darko está entre mis 5 películas favoritas de toda la vida. Fue una cinta que me cautivó desde el primer momento; los personajes, la enigmática historia mezclada con inteligente ciencia ficción y el tono de la misma, entre muchos otros aspectos más que atesoraron el filme de Richard Kelly en mi corazón, así como el de muchas otras personas que saben bien a lo que me refiero.
Ahora, es indignante, que se atrevan a sacar una secuela de aquel maravilloso filme del 2001, con el lucro como fin único, puesto que esta 2da parte no aporta absolutamente nada nuevo a la primera, sino que luce más bien como un cutre refrito de la original. Alucinaciones, gusanos del tiempo, universo tangencial y primario, incluso el conejo! Todo eso se repite en este telefilm a un tedioso ritmo aderezado con actuaciones muy poco convincentes (Daveigh Chase no está mal, pero cómo lucirse con los diálogos de un insulso guión?) y la justificación del mismo para tal trama cuando menos a mí me parece una vil chaqueta mental.
Prefiero no considerar este como parte del universo de Donnie, Fingiré no haber visto nunca èste fútil intento de continuar una muy querida historia. No importa cuantas otras partes se atreva a filmar el estudio, el único Donnie Darko fue el de Richard Kelly y punto final.

Le película cuenta con una historia simple, e incluso un poco ingenua, pero a pesar de eso es un filme que permanece en la memoria del espectador por ese dejo de melancolía del que se siente agradablemente impregnado esta entretenida cinta.
La premisa es sencilla pero fascinante: un hombre que después de un accidente logra ver el futuro (o pasado) de todo aquel con que establece contacto físico, por lo que, considerando tal situación se desarrollan una serie de sucesos que revelan la integridad del carismático e inolvidable personaje interpretado por Christopher Walken.
La dirección es estupenda, y la atmósfera denota un carácter gótico y al mismo tiempo bello.
Ésta es una película que se debe ver, tanto por su dirección como por sus entrañables actuaciones.

Desde el momento de haber terminado de verla pude concluir algo de inmediato: Memento es una de las cintas más originales que he visto.
La historia es atrapante y la manera en que Nolan llevó la historia (hacia atrás) verdaderamente resulta ingeniosa y engancha al espectador por saber que fue lo que sucedíó antes de la escena que está presenciando.
La actuación de Guy Pearce merece una reverencia, y Joe Pantoliano no se le queda atrás.
Absolutamente buena, Memento es un thriller como ningún otro y una experiencia que requerirá ser experimentada de nuevo ya que con una sola vez no es suficiente.

Esta cinta es tremendamente exagerada; por la imagen que da de los paparazzis, ya que de ser simples fotógrafos entrometidos y si, bastante molestos, la película nos pretende dar la imagen de unos criminales despiadados dispuestos a llegar a cualquier cosa con el fin de lograr sus propósitos.
Haciendo a un lado lo previamente mencionado, también se nota la mala dirección, actuación e historia del filme; carece de dramatismo, a los actores les falta convincencia (¡¿qué carajos pensó Alec Baldwin por cierto al salir en esta porquería?!), y la trama es absolutamente imposible analizada desde un punto de vista lógico; las incoherencias no se hacen esperar y tal cosa insulta incluso la inteligencia del espectador.
Y mejor ni mencionó lo pésimo que es el final...
Francamente mala, me sorprende que no haya salido directamente en DVD.

La vida de David Gale es un buen filme, digan lo que digan las críticas especializadas; goza de unas excelentes actuaciones, una buena historia y si bien la dirección de Alan Parker es muy efectista, como se dice por ahí, tampoco deja de ser válida, la arma bien a lo largo de su duración.
Ahora si bien el sentido de la historia puede contradecirse en cierta manera a causa de la escena final, no es esta razón para que le resten tantos puntos a su favor, la última escena me pareció simplemente estupenda y en ningún momento la vi venir, y eso es lo que se debería de apreciar más en un thriller.
Infravalorada, y mucho, La vida de David Gale debería de permanecer en un status mucho más elevado al que los críticos le han destinado.