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Críticas de AriasGSergio
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Críticas 63
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
29 de junio de 2015
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Noah Baumbach es un hombre rebelde. Se opone a la sociedad individualizadora del momento intentando rodearse de su gente, los actores a los que ya conoce por trabajos anteriores y con los que mejor se siente (Ben Stiller, Greta Gerwig y Adam Driver, han repetido en sus últimos filmes). Precisamente, Mientras seamos jóvenes traslada esa resistencia de Baumbach al cambio y la representa a través de una comedia dramática sobre la incursión “aterradora” de una pareja de mediana edad en las realidades sociales y biológicas.

Sin duda, hay algo de Frances Ha (el anterior filme del realizador) en Mientras seamos jóvenes. Ese afán por mostrarse hípster y bohemio (sin parapetarse esta ocasión en el elegante por definición blanco y negro) ante el espectador sumado a la voluntad de Frances por sonreir siempre a la vida, imaginando que ésta última es la cámara de un fotógrafo para la renovación del DNI e ignorando el madrugón previo.

Mientras seamos jóvenes parece una de esas películas arquetípicas sobre el matrimonio que busca preservar el ‘teen spirit’ en un tapper (véase el largometraje Malditos Vecinos o la serie de la HBO Togetherness como unos de los ejemplos más claros), pero confusamente termina siendo una trama de fraudes y principios morales en la que Stiller roba el micrófono desafortunadamente para el espectador. La propuesta inicial es incluso esperanzadora a pesar de lo manido de la temática, pero a pesar de los momentos cómicos o reflexivos, termina siendo una pieza más burda y menos pulida que la genuina obra de Baumbach estrenada en 2012.
AriasGSergio
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6
28 de mayo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“This isn't that kind of movie, bro”. Estas palabras que aparecen recurrentemente en Kingsman resumen la carrera cinematográfica del notable director Matthew Vaughn, probablemente uno de los realizadores con una filmografía más estable. Cinco películas a sus espaldas y en todas ellas encontramos el mismo denominador común: escapar de los grilletes de la mediocridad. Buscar la sorpresa, el giro que haga trastabillar al acostumbrado espectador a películas convencionales que saben como acabarán desde que visualizan su trailer.

Kingsman repite ese patrón. Toma aire y con él, aspira valentía para tomar decisiones polémicas que en tres de cada cuatro filmes no se llevarían a cabo. No obstante, el hecho de que esté basada en un cómic resulta un handicap: le hace un híbrido entre la renovada X-Men y la realista primera película de Kick-ass, ambas dirigidas por Vaughn con gran acierto. Lo que vemos en Kingsman pretende fundamentarse en algo real y tangible: agarra el libro de historia para arrojar sobre él sus semillas y luego lo lanza lejos para dejar volar al imaginario creativo de sus creadores, que Vaughn encauza con los brazos abiertos resultando escenas de acción fluidísimas pero desmitificadas con los relojes que lanzan dardos tranquilizantes y los diversos gadgets que acercan a Kingsman más a una suerte de Spy Kids adulta que a una James Bond juvenil.

Ejercicio interesante que se desmarca del resto que integran el género gracias al buen hacer de su director y la reconversión del siempre elegante Colin Firth a un John McClane producto de las sastrerías y la masculinización de la moda que cambia los tirantes por el traje a medida.
AriasGSergio
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6
22 de mayo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alma Salvaje (Wild) es una película dirigida por el canadiense Jean-Marc Vallé en 2014 y protagonizada por la anteriormente oscarizada (y nominada en la última edición por esta película) Reese Whiterspoon. Vallé ya demostró en su anterior trabajo (la también oscarizada Dallas Buyers Club) que es un experto narrador de historias personales y emotivas, un excepcional y eficiente mensajero de los sentimientos arraigados en la personalidad de un personaje protagonista.

En esta ocasión, es una sorprendente Whiterspoon la que se pone a sus órdenes para ofrecernos un tour submarinista por ese iceberg interior freudiano que todos tenemos en el interior de nuestro subsconsciente lejos de nuestro conocimiento consciente. La historia nos habla de una mujer que huye, dotando a Alma Salvaje del apelativo road movie, de su pasado a través de 1600 kilómetros de ruta por el famoso sendero de las Cimas del Pacífico. Esa huida es tan metafórica como sudorosa y exhaustivamente real, recordando al cuadro de Frida Kahlo (un gran icono femenino en la Historia del Arte) que representa a un venado herido por múltiples flechas y perdido en un bosque del que probablemente jamás saldrá con vida.

Whiterspoon interpreta a ese venado que deja tras de sí a lo largo de esos cientos de kilómetros un rastro sanguinolento procedente de esa lacerante herida que se antoja incurable al principio del film. Alma Salvaje es, en definitiva, un interesante y emotivo ejercicio sobre la imperiosa necesidad en muchas ocasiones de encontrarnos a nosotros mismos aislándonos del resto de distracciones. Y de huir, pero hacerlo en círculos para que al final de esa maratón sentimental e introspectiva podamos volver al inicio de la carrera con el alma viva aunque magullada.
AriasGSergio
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6
11 de mayo de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Leitch y Chad Stahelski decidieron debutar sobre seguro con un Keanu Reeves que venía de protagonizar 47 Ronin un año antes. El actor canadiense nacido en Beirut (Líbano), ha destacado por un gusto relativamente eclético para seleccionar sus papeles a lo largo de su carrera pero tendiendo más al cine de acción (y siendo recordado por su papel de Neo la mítica trilogía de Matrix).

John Wick es cliché. O al menos su inicio lo es. Leith y Stahelski se cuadran en el cementerio con un libro abierto en una mano y empiezan a soltar una perorata en latín para resucitar a los rancios espíritus de filmes basados en “tipo exchungo que intenta rehacer su vida es forzado a vengarse al menos una vez más (porque ya se ha confirmado la secuela de John Wick) de los que le quitaron todo incluido a su mono cachorro al que nos dejan admirar lo suficiente preparando el terreno para lo que ocurre después y la venganza se sirve en un plato frío mientras suena rock&roll de fondo”. A pesar de la evidente manipulación afectiva de esos primeros minutos, los cineastas simplemente quieren justificar TODO lo ocurrido posteriormente y lo hacen con unos planos nostálgicos y acaramelados que en seguida convierten a John Wick para el espectador en un largometraje en blanco y negro: buenos contra malos.

Aun con ese maniqueísmo algo burdo, John Wick tiene un tufo genuino de héroe contemporáneo. Como película de acción es bastante redonda y todas las secuencias presumen de cierta fluidez conformando un filme ligeramente más que entretenido.
AriasGSergio
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6
4 de mayo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El séptimo arte es contexto. Incluso los filmes que tratan ingenuamente de retratar una época futura, son el testimonio y la visión de alguien enmarcado en un tiempo muy concreto. Por eso las películas son como un marco digital de fotogramas al pasado y largometrajes como Spare Parts (Sean McNamara, 2015) son producto de esa evolución de los tiempos y la contextualización.

Hemos dejado muy atrás los rancios westerns demonizando a los de piel bronceada. E incluso las típicas películas Disney dirigidas a un público infantil sobre un niño imperturbablemente norteamericano que peleaba contra las inclemencias para construir su coche de carreras y ganar la competición automovilística del distrito. Ahora las grandes productoras estadounidenses como Lionsgate (en cooperación sorprendente con la mexicana Televisa) son conscientes de la realidad que le rodea. Y así fue como Spare Parts fue concebida. La película trata sobre el drama de la inmigración en EEUU otorgando además un papel importante a esos habitantes de habla hispana que en su creciente mayoría tienen el poder incluso de provocar la mudanza de senadores a la Casa Blanca (el caso Obama). Su director lo hace además con un habilidoso juego de manos, alternando y equilibrando el drama con situaciones cómicas y un ambiente más liviano para el espectador.

Spare Parts es como un zumo. La mayor parte de su composición es drama (apuntalado además por el hecho de ser una historia basada en hechos reales) pero también otorga un porcentaje importante a la pulpa cómica. El resultado es una crítica social suavizada hacia la implacable burocratización que amenaza todo talento por el simple hecho de ser humanos pero no tener un papel que "lo certifique" pero también un filme inspirador. Ahora el niño norteamericano con pecas y peinado con la raya al lado son unos adolescentes "menos perfectos" estéticamente que pelean por sus sueños pero en un contexto donde el daño es real y no hay balas de fogueo. Incluso en la mayor oscuridad siempre hay un fino y valeroso rayo de luz que se escapa por una rendija a ritmo de la BSO de La Gran Evasión.
AriasGSergio
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