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Críticas ordenadas por fecha (desc.)
10 de noviembre de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El toro de osborne, los cojones del toro de osborne, el amor, la pasión, el sexo, la familia, el macho ibérico, el niño de papa, la morena, los cuernos, el toreo, la chulería, la picaresca, el cachondeo, la discoteca, el Ximo Bayo, el bar y el club de carretera, la tragaperras, los camiones, el Golf, el Mercedes, la Yamaha, la cerveza, el vino, el cochinillo, la paella, la tortilla de patatas, el ajo y el jamón... jamón nuestro mejor embajador.
“Jamón, jamón” es un divertido poema, algo folclórico, de nuestra patria más castiza. Una tragedia griega que finaliza a jamonazo limpio (el enfrentamiento social entre las dos españas), en una historia donde el erotismo y el buen comer vendrán reflejados a lo largo de todo el film. Porque... yo soy español, español, español.
“Jamón, jamón” es un divertido poema, algo folclórico, de nuestra patria más castiza. Una tragedia griega que finaliza a jamonazo limpio (el enfrentamiento social entre las dos españas), en una historia donde el erotismo y el buen comer vendrán reflejados a lo largo de todo el film. Porque... yo soy español, español, español.
3 de noviembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uso una red social nunca pienso en quien la creo, de la misma forma que cuando me lavo los dientes nunca pienso en quien fue el fundador de la pasta que me pongo en el cepillo. Lo que quiero decir con esto es que no tenía unas buenas expectativas a cerca de ver esta película. Ya conocía algo sobre el asunto y pensaba que no era necesario ilustrarme otra vez con una historia maquillada. Y sí, esta película es básicamente eso: contar los principios de la red social más famosa.
Se ha dicho que en ella se puede hacer una introspección sobre como ha cambiado nuestra forma de comunicarnos y los valores de la amistad; pero en realidad yo sólo veo la humillación pública de Mark Zuckerberg , al que no le hizo mucha gracia como fue retratado, aludiendo que en lo único que acierta Fincher es en la recreación de su vestuario.
De todas formas la película esta muy bien hecha -como una especie de Slumdog Millionaire pero más civilizada- y el ritmo es lo suficientemente adecuado para evitar el hastío, salvando así una historia que no me interesa más que la del inventor de la fregona.
Se ha dicho que en ella se puede hacer una introspección sobre como ha cambiado nuestra forma de comunicarnos y los valores de la amistad; pero en realidad yo sólo veo la humillación pública de Mark Zuckerberg , al que no le hizo mucha gracia como fue retratado, aludiendo que en lo único que acierta Fincher es en la recreación de su vestuario.
De todas formas la película esta muy bien hecha -como una especie de Slumdog Millionaire pero más civilizada- y el ritmo es lo suficientemente adecuado para evitar el hastío, salvando así una historia que no me interesa más que la del inventor de la fregona.
27 de octubre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás decir que esta película es la “lista de Schindler asiática” sea un poco injusto para ambas películas. Aunque el fin de estos dos dramas sea el mismo: narrar y denunciar entre líneas unas de las dos más terribles barbaries, que se cometieron en siglo pasado, de una manera muy parecida -basta con decir que las dos películas se llevan unos años de diferencia y es obvio que la última esté influenciada por la primera-; pero aun con esto existen ciertas diferencias que es necesario comparar:
Los personajes. En la película de Spielberg los personajes son muy reconocibles y se puede ver quienes son los que llevan el peso del trama. Pero en esta, sin embargo, hay una cantidad de personajes que intentan ser principales que no se sabe a quien atener. Otra característica exclusiva de este film es la de introducir un soldado japones como personaje principal, algo que puede ser adecuado para limar asperezas, dando la cara más humana a lado de los agresores.
Nivel de crueldad de la historia. Con “Ciudad de vida y muerte” llegué a preguntarme a mitad del film si era necesario que siguiera viéndola. La crueldad es tan tediosa que no da ningún respiro y al final agobia. Por contrario en “La lista de Schindler“, aunque queda patente una dura crueldad, está más equilibrada con la esperanza.
La fotografía. Aunque siga pensando que la escena de la niña de la chaqueta roja me parece más cursi que emotiva, hay que recordar que el equipo de Spielberg ganó una estatuilla a la mejor fotografía. Pero a pesar de esto, para mi gusto, el pulso en este aspecto lo gana “Ciudad de vida y muerte”. Que con una propuesta más arriesgada y retratando algunas de las situaciones de un manera muy estética, se podría decir que es lo mejor de la película. Un ejemplo de ello es la enigmática escena del desfile triunfal japones: una especie de comparsa tribal, con tanta intensidad, que pone los pelos de punta.
Los personajes. En la película de Spielberg los personajes son muy reconocibles y se puede ver quienes son los que llevan el peso del trama. Pero en esta, sin embargo, hay una cantidad de personajes que intentan ser principales que no se sabe a quien atener. Otra característica exclusiva de este film es la de introducir un soldado japones como personaje principal, algo que puede ser adecuado para limar asperezas, dando la cara más humana a lado de los agresores.
Nivel de crueldad de la historia. Con “Ciudad de vida y muerte” llegué a preguntarme a mitad del film si era necesario que siguiera viéndola. La crueldad es tan tediosa que no da ningún respiro y al final agobia. Por contrario en “La lista de Schindler“, aunque queda patente una dura crueldad, está más equilibrada con la esperanza.
La fotografía. Aunque siga pensando que la escena de la niña de la chaqueta roja me parece más cursi que emotiva, hay que recordar que el equipo de Spielberg ganó una estatuilla a la mejor fotografía. Pero a pesar de esto, para mi gusto, el pulso en este aspecto lo gana “Ciudad de vida y muerte”. Que con una propuesta más arriesgada y retratando algunas de las situaciones de un manera muy estética, se podría decir que es lo mejor de la película. Un ejemplo de ello es la enigmática escena del desfile triunfal japones: una especie de comparsa tribal, con tanta intensidad, que pone los pelos de punta.
16 de octubre de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando una fórmula que funciona bien se vuelve a usar, es porque se piensa que la única manera de que funcione sea debido a que los componentes de su contenido sigan siendo los mismos. Algo que se ha ido empleando en casi todas las segundas partes de películas, que han tenido un cierto e inesperado éxito, y que los productores han aprovechado para recaudar, un poco más, a un público ávido de disfrutar otra vez la experiencia.
Por eso, no resulta demasiado raro que Resacón2 sea extremadamente parecida a su antecesora Resacón1. Tampoco es que importe demasiado, lo que tiene que dar es risa y si pecan de no arriesgar, lo entiendo. Y es que si en Resacón1 los tres protagonistas formaron un conjunto cómico memorable, al más puro estilo hermanos Marx, ¿por qué iban a tener que cambiarlo? Además la esencia de la película, esa cercanía al espectador en recordarle esas mañanas resacosas post-festeras, tenía que mantenerse intacta; aunque al final vaya a perder gran parte de la frescura de la primera parte.
Para terminar sólo decir que resulta curioso que lo mejor de ambas las películas sean sus créditos finales. La parte donde más me reí en las dos películas.
Por eso, no resulta demasiado raro que Resacón2 sea extremadamente parecida a su antecesora Resacón1. Tampoco es que importe demasiado, lo que tiene que dar es risa y si pecan de no arriesgar, lo entiendo. Y es que si en Resacón1 los tres protagonistas formaron un conjunto cómico memorable, al más puro estilo hermanos Marx, ¿por qué iban a tener que cambiarlo? Además la esencia de la película, esa cercanía al espectador en recordarle esas mañanas resacosas post-festeras, tenía que mantenerse intacta; aunque al final vaya a perder gran parte de la frescura de la primera parte.
Para terminar sólo decir que resulta curioso que lo mejor de ambas las películas sean sus créditos finales. La parte donde más me reí en las dos películas.
28 de septiembre de 2011
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Si un un monstruo tuviera la singularidad de que sus heces fueran a ser películas, con los “Ojos de Julia” tendría que haberse alimentado de tres cosas principalmente: una técnica llena de efectismos, unos giros del guion para sorprender y Belén Rueda.
Tres aspectos en tres platos que podríamos pensar que la digestión del monstruo pudo haber sido buena, pero en el realidad el monstruo pensó que el chef no hizo su mejor trabajo. Los efectismos del primer plato, con tanto adorno, le resultaría que eran un bocado un tanto pesado. Después, comprobaría que los giros de guion del segundo plato estaban algo sosos y no le llegarían ha sorprenderle tanto. Y por último, el plato estrella, con la Belén Rueda notaría que estaba un poco dura y habría tanta cantidad que al final se cansaría.
En fin, que la conclusión del monstruo fue que el chef, inspirado en otros grandes chefs, le faltó soltarse más para elaborar un producto más fresco y más original.
Tres aspectos en tres platos que podríamos pensar que la digestión del monstruo pudo haber sido buena, pero en el realidad el monstruo pensó que el chef no hizo su mejor trabajo. Los efectismos del primer plato, con tanto adorno, le resultaría que eran un bocado un tanto pesado. Después, comprobaría que los giros de guion del segundo plato estaban algo sosos y no le llegarían ha sorprenderle tanto. Y por último, el plato estrella, con la Belén Rueda notaría que estaba un poco dura y habría tanta cantidad que al final se cansaría.
En fin, que la conclusión del monstruo fue que el chef, inspirado en otros grandes chefs, le faltó soltarse más para elaborar un producto más fresco y más original.
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