Una muy buena película que muestra un camino más a través del que el amor se abre paso en las relaciones humanas contra la lógica aparente.
La intensidad emocional y vivencial va subiendo de tono con mano firme, a la par que desbroza claramente lo importante y lo superfluo en la vida de unos personajes en busca de los resortes que les ayuden a encontrar las claves de su existencia.
Relato construido sobriamente, sin adornos de ningún tipo para retratar unas vivencias de amor fuera de lo común.
Película para pensar, sentir y gozar del cine como contador de historias vivas.
No te la pierdas.

Narración original para acercarse a preguntas universales y que a pesar de la apariencia de relato sin sobresaltos es un escaparate de la vida de cualquier persona, de cualquier sociedad.
Una engañosa monotonía nos muestra la originalidad de las relaciones humanas, lo absurdo de muchas propuestas cotidianas cargadas de previsión, sensatez, planificación de futuro, razonamientos que no son tales, normas que encauzan la existencia por caminos sin sentido real.
Hasta la confusión, que la memoria afectada por la edad trae a la existencia de las personas, puede ser una fuente de vida si el entorno está cargado de solidaridad, de humanidad verdadera.
La interpretación de Harry Dean Stantos es deslumbrante e imprescindible para transmitir el mensaje de un guión, repito, original y lleno de vida.
Si quieres ver una estupenda película a la vez que la piensas, no te la pierdas.

Parece imposible lograr a través de una circunstancia que forma parte de la tradición en la vida de unas gentes, la distribución de la invitación de boda de una hija y hermana, construir una trama sumamente interesante ligada al conocimiento de los personajes, ambientes y costumbres que nos pone delante.
Dilemas que han marcado la vida, éticas que aparentemente se distancian...
La narración a pesar de su aparente, sólo aparente, sencillez lleva en sí una carga enorme de tomas de posturas en la vida de cualquiera, en lo cotidiano.
Haz por verla, no te arrepentirás.

Película absorbente desde el primer al último minuto. La realización no deja ni un solo minuto de reposo al espectador, implicado en las vivencias de unos personajes, totalmente creíbles tanto los principales como los secundarios y que nos llevan cuando están presentes en la pantalla a preguntarnos "qué haría yo"-
Silencios que son gritos completan un excelente guión que construye una historia dura, humana y plena en todos los sentidos: afectivo, racional, vital.
Buenas interpretaciones.
No te la pierdas.

Excelente película que se acerca a la guerra del Salvador a través de las vivencias, horribles, de los habitantes de un pueblecito cercano a la capital, con especial atención a los niños del lugar.
Mostrando una pobreza sangrante y una crueldad injustificable saca a la par bondades y virtudes humanas en medio del infierno, con una naturalidad que encarna sin sentimentalismos ni blanduras la vida y la muerte de la gente más humilde.
Una fotografía que sostiene con mano firme la dureza del relato y unas buenas interpretaciones con primeros planos desgarradores llevan a este film a una gran altura.
Muy buena