La volví a ver hace unos días y la volví a gozar; el espectáculo visual es tan impresionante que te hace olvidar que la historia no es muy interesante. Solo por ver la belleza femenina de esa condesa solitaria, los elegantísimos hidroaviones y, sobre todo, el paradisiaco refugio de nuestro protagonista ya te hace amar la película y desear salir corriendo al sur de Italia a buscar unas localizaciones que ojalá existieran. Además, se puede ver con niños. Mis hijos se tronchaban con la pelea entre Porco y el pirata americano.

En principio estaba muy atraído por la trama de una película en el que los protagonistas son los presidentes de los paises de Iberoamérica, con el presidente de Argentina como el héroe tipo Brad Pitt.

Luego ves que no es así; que, como en la vida real, no tenemos totalmente claro que nadie sea blanco o negro ni hasta que punto, llegar al poder te hace que tengas que dejar cadáveres o no por el camino.

Creo que el principal defecto de la película es que no termina ninguna trama, te deja colgando en casi todas y, si no fuera por la idea principal y por el magnífico trabajo de Darín... y también de Elena Anaya... la película me habría dejado con muy mal sabor de boca. Así solo me quedo decepcionado.

Todo el tema de la venta de su apartamento para que esta pareja pueda mudarse a otro con ascensor antes de ser demasiado viejos para subir los "5 flights" del título original resulta ser una excusa para poder desplegar en todo su esplendor el amor de 40 años entre esta pareja interracial. Transmiten mucha dulzura en la admiración y amor que se tienen; hasta cuando discuten se ve que ya han tenido muchas de esas y saben que no van a llegar a ningún lado porque el amor que se tienen esta por encima de todo. Dan una sana envidia.

Así pues la película nos muestra un trocito de su larga vida juntos para devolvernos a donde empezamos. .

En fin una película corta y sencilla, con dos actores encantadores que nos hace tener fe en que este tipo de películas que retratan relaciones de pareja de larga duración no haya que meterlas en el género fantástico.