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España España · Almería
Críticas de Gabriel Ufa
Críticas 679
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
27 de febrero de 2009
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película estrenada en España en mayo de 2008. En algunas capitales ni siquiera ha llegado. En Almería se estrena el 18 de Septiembre de 2008 en el Teatro Cervantes, presentada por su director en unos encuentros de cine.
"Casual day" es el día que dedican algunas grandes empresas a fortalecer vínculos entre sus empleados a través de técnicas, juegos, entretenimiento, distensión. Hay también mucho diálogo, puestas en común e incluso evaluaciones. Aquí se trasladan a un hotel de las afueras.

El film es bastante más de lo que puede parecer en un primer momento. Para empezar, el tráiler es engañoso. Si utiliza la artimaña de captar a espectadores a través de la comedia (huele a cosa de productor), se equivoca de medio a medio. Posee algún momento cómico, pero ahonda de forma dramáticamente realista en las miserias humanas. En este sentido, se nota que cada historia ha tenido un trabajo más o menos cuidado y los avatares por los que han de transitar los personajes van a desembocar, sin posibilidad de retroceso, en el siempre caprichoso poder, en este caso representado por los “jefazos” de la empresa, magníficamente interpretados (realmente llegan a producir aversión y menosprecio) por Luís Tosar y Juan Diego. Ellos hacen y deshacen a su antojo.

A pesar de todas las ramificaciones del guión, casi todas entroncan en un compacto armazón. Los medianamente jóvenes que tienen aspiraciones ven frustradas sus esperanzas. Aquí funciona el “enchufe”, si eres familiar del jefe, quizá lo tengas más fácil para subir un par de peldaños de golpe, mucho antes que los demás (si tienes buen estómago para tragar sapos).

El reparto, completo y compacto, resulta efectivo. Si a priori, Arturo Valls y Estíbaliz Gabilondo pueden generar dudas, hay que decir que ella resulta muy convincente y él, en su rol, no lo hace mal.
Es inevitable volver sobre Juan Diego (atención al diálogo en el A-8, genial), que sigue dando lecciones.

En definitiva, una película que se ve bien como entretenimiento, con una interesante mezcla de actores veteranos y jóvenes, y que plantea una serie de cuestiones de plena actualidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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8
25 de febrero de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Melodrama "noir" encabezado por una inconmensurable Joan Crawford, rodeada de una serie de actores formidables. El argumento, basado en la novela de James M. Cain, es perfectamente entendible y nítido a pesar de sus giros, lo cual es de agradecer. Los guionistas hicieron modificaciones sobre la novela para darle una tonalidad más negra, de tal manera que la película deja ver su condición híbrida entre melodrama y cine negro.

El film obtuvo un notable reconocimiento por parte del público. Estuvo entre las 10 más taquilleras del año, además del Oscar conseguido, merecidamente por Joan Crawford, de las 6 nominaciones que obtuvo.
La produjo Jerry Wald para la Warner; después haría "La senda tenebrosa" (1947), "Cayo Largo" (1948) o "Los sobornados" (1953), casi nada.

La película está formada en forma de flash-back, creando una expectación por saber qué ha pasado. El ritmo que insufla Michael Curtiz, sobre todo en los compases iniciales, es trepidante, en donde se suceden los fundidos y los travellings.

A medida que vamos conociendo la historia, nos va intrigando más. El ascenso económico y el reconocimiento social de Mildred no tiene correspondencia con su parcela sentimental debido a su problemática hija.
Con sus 40 primaveras, Joan Crawford aparece atractiva. Esta actriz de raza, demuestra que es una todo terreno: lo mismo le da hacer de ama de casa, incansable camarera o esa gran señora locamente enamorada, todo ello a la perfección. Todos los hombres del film caen rendidos a sus pies (maravillosa escena de la chimenea).

Pero la película no es sólo Joan Crawford. Su hija, Ann Blyth, merecidamente nominada al Oscar, no podría estar mejor, en un papel muy jugoso para cualquier actriz joven (la primera elección fue Shirley Temple).

Contiene varios elementos de cine negro: voz en off, flash-back, fotografía expresionista, algunos diálogos realmente notables ("¿Cómo le gusta la copa? Inofensiva" o "¿No me silba? Necesitaría la sirena de la policía").
Mención especial merece la fotografía a cargo de Ernest Haller, digna de las mejores películas de cine negro, con multitud de sombras, luces tenues, estudiados claro-oscuros, que dan forma (junto con la música de Max Steiner) a los intensos momentos dramáticos que la sufrida Mildred Pierce va pasando, a pesar de lo cual nunca pierde la esperanza.

Muy recomendable.
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Gabriel Ufa
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9
10 de febrero de 2009
31 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermosa película, con una magnífica pareja protagonista, técnicamente intachable, muy avanzada en sus disquisiciones morales. Tanto es así que en España no se estrena hasta 4 años después, por problemas con la censura.

Evan Hunter, basándose en su propia novela, firma un guión redondo. La temática que plantea no es fácil, pues además de una complicada relación sentimental, que inevitablemente acarreará consecuencias, está el proceso de creación de una obra (un libro o una casa pretendidamente excepcional) ¿Cómo discernir la línea que separa el deseo del deber y la responsabilidad?
Todo está salpicado de pequeños detalles y símbolos, el más evidente es el paralelismo entre la construcción de la casa y el alumbramiento de la llama de la pasión, creciendo ambos al mismo ritmo.

Se mantiene siempre el pulso narrativo, rodeado de una atmósfera elegante. Está rodada con gran precisión, con unos medidos encuadres y una portentosa utilización del scope, aprovechando un estilizado uso de una variada paleta de colores. Se potencia siempre la figura de una bellísima Kim Novak, de la que Richard Quine estuvo enamorado (obteniendo al parecer reiteradas calabazas). Se dice, incluso, que escribió escenas exclusivamente para ella, como la de la playa y en aquella en la que intenta seducir a su marido en la que aparece especialmente sensual.
Aparte de la deslumbrante pareja protagonista (¡qué grandes ambos!) los secundarios están en estado de gracia. Con pequeñas pinceladas los describe de tal manera que los conocemos al instante. Walter Matthau para recordar. Ernie Kovacks, absolutamente creíble y metido en su papel de “play-boy”, pero hueco e inseguro. Estupenda Barbara Rush en su papel de abnegada esposa y ama de casa, siempre elegante.

Posiblemente, la mejor película de Richard Quine y con toda seguridad una de las cumbres de su carrera profesional.

En definitiva, una bellísima película, con una historia de amor entre dos personas adultas sin convencionalismos. Elegante.
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Gabriel Ufa
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9
4 de febrero de 2009
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuve la inmensa suerte de poder asistir a la proyección de este maravilloso film en pantalla grande. Fue en Granada, en el festival “Retro-back” en el que le dedicaban un pequeño ciclo a Autrey Hepburn. Lo cierto es que no había visto antes “Vacaciones en Roma”, mi acompañante sí, y ambos salimos del Teatro “Isabel la Católica” con una única impresión: absolutamente entusiasmados.

Este precioso cuento no tiene edad y me atrevo a decir que conserva la misma frescura, es más, posiblemente ha ido ganando con el paso del tiempo, como buen vino añejo.

Me imagino que la ciudad de Roma estará eternamente agradecida a William Wyler, pues no se puede homenajear mejor un lugar. Todo lo que aparece (Fontana di Trevi, Piazza di Spagna,Coliseo,…) está magníficamente plasmado, además con total naturalidad dentro de la historia.

A pesar de no ser un gran entusiasta de Audrey Hepburn (que ya lo soy), en esta película sobran los califcativos. Si ya de por sí, su persona trasciende del ámbito del cine para convertirse en un icono popular, aquí el Oscar que consiguió en dura competencia con Debora Kerr, Ava Gadner, Leslie Caron y Maggie Mcnamara fue fruto tanto de su estelar interpretación como de la fascinación que la bella Autrey irradiaba en los miembros de la Academia.

Gregory Peck raya también a una altura admirable, cautivando y dejándose cautivar. No desmerece en absoluto, a pesar de que el papel pudiera estar pensado para Cary Grant, y forma una pareja de ensueño con Audrey.

Me reí mucho con Eddie Albert -nominado al Oscar aunque finalmente fue para Frank Sinatra por “De aquí a la eternidad”-, el amigo fotógrafo-paparazzi (las exclusivas ya se pagaban a precio de oro) y no me dejó de sorprender el mechero, como si estuviera sacado de una película de James Bond.

Fundamentalmente es una comedia romántica abierta a todo tipo de público. Aparte de sus sobresalientes protagonistas y de la exquisita realización, lo que la diferencia de otras y la hace más grande es el inolvidable final.

Recomendable para todo degustador de buen cine y especialmente del que esté enamorado…y el que no lo esté se enamorará de Audrey Hepburn… o Gregory Peck.
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Gabriel Ufa
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6
18 de enero de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película extensa, con pretensiones de grandeza, técnicamente exquisita, narrativamente episódica, intencionadamente neo-clásica. Abarca mucho, mezcla drama, romance y aventura con toques de comedia, tragedia y conflicto bélico. Todo ello con la firme intención de llegar a toda clase de público. En cojunto entretenida.

El trío protagonista, en líneas generales está bien. El niño, correcto, aguanta muy bien su parte de protagonismo. Quizá sobran escenas de su abuelo, el Rey Jorge.
Hugh Jackman, destacado, con este trabajo entra en el club de los codiciados. Mejor en la parte final donde se vuelve más humano. Tiene minutos con descarada vocación de agradar al público femenino, como la comentada escena de la ducha (acentuada desde la cámara lenta) pero no estamos ante una película experimental sino puramente comercial.
Nicole Kidman, bien, sin deslumbrar, quizá por debajo de su altísimo nivel. La química con Jackmnan es intermitente.
El malo (David Wenhman), que en un principio iba a ser Hugh Jackman pero ascendió a protagonista tras la renuncia de Russell Crowe, quizá es lo más flojo del film. Error de elección, diría yo.
Los escenarios y los pictóricos fondos son de lo más sobresaliente. La música muy acertada.

Peca de grandiosidad y duración. Por momentos parecen haber varias películas contenidas en ella. No obstante, se agradece el poder ver una super-producción al estilo clásico. El cojunto de aciertos es muy superior a los fallos (que los hay), por lo tanto, una película a considerar.
Gabriel Ufa
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