2010: una odisea en el espacio de las comedias dramáticas. Pocas logran su objetivo de que lo conmovedor y divertido compartan el mismo plano o la misma escena. La mayoría se diluye en su propósito y termina vagando entre galaxias y vías lácteas.'Una historia casi divertida' es de las pocas supervivientes.

Film casi inédito para el gran público a pesar de contar con Zach Galifianakis (Resacón en las Vegas, 2009) como principal embajador escoltado por un cuasi-debutante en la gran pantalla (Keir Gilchrist) y la cada vez más experimentada Emma Roberts que realizaría un rol muy similar en otra must-see (El arte de pasar de todo, 2011).

Te hará reír y reflexionar al mismo tiempo.

Inteligente, fría y apasionada al mismo tiempo.

Rooney Mara y Jude Law (con notables interpretaciones) protagonizan un dueto en el que sus voces se sobreponen en la narración una y otra vez a lo largo del film.

Planos reflexivos y calculadores de Soderbergh que vuelve a ponerse la bata para firmar un buen trhiller psicológico adentrándose una vez más en el antiséptico mundo de la farmacéutica como ya hizo en Contagio (2011).

El final: meritorio, pues logra sorprender hasta cierto punto a un espectador que acusa los efectos secundarios de residir en una sociedad crecientemente anestesiada.

'Never back down' es como esa colcha familiar que pasa de generación en generación y cuya extensión van aumentando madres e hijas. Toma prestado una muestra de varias películas (Karate Kid, El Club de la Lucha...) y sigue el esquema de "chico nuevo inadaptado se matricula en instituto dónde conocerá a su antagonista y a la chica que es popular sin quererlo".

Trata ineficazmente de dotar al protagonista de cierto trasfondo psicológico para legitimar sus acciones.

No inventa nada nuevo pero la dinámica funciona en determinados momentos puntuales y las coreografías están logradas.

Predecible film de acción precipitada protagonizado por un Channing Tatum en su hábitat natural exhibiendo su mejor mueca de bad boy.
La progresión y ascenso del joven vendedor ambulante a luchador es absurda e ilógica, tras 3 combates pasa a pelear por millones de dólares.
Las coreografías de peleas son insípidas y en ningún momento crees en lo que estás viendo.

Drama romántico con espíritu indie que logra humanizar a sujetos teóricamente inanimados con los que convivimos diariamente lo cual supone hasta cierto punto un shock para el espectador.
La temática emana de la ciencia ficción pero se desliga de ella exponiendo a sus personajes a ambientes ordinarios y vulgares encuadrados en una atmósfera íntima y recóndita reforzada por la BSO.
Andrew Garfield (The Amazing Spiderman, 2012) dota de cierta dimensión mediática a la producción en un derroche de timidez y retraimiento doblando al protagonista logrando un discurso más emotivo y conmovedor que el "escupido" por actores de carne y hueso en las típicas comedias románticas que devoramos frecuentemente semana tras semana.