Haz click aquí para copiar la URL

Sueño de invierno

Drama Aydin, un actor jubilado, dirige un hotelito en Anatolia central con la ayuda de su joven esposa, de la que está muy distanciado, y de su hermana, una mujer triste porque se acaba de divorciar. En invierno, a medida que la nieve va cubriendo la estepa, el hotel se convierte en su refugio y en el escenario de su aflicción. (FILMAFFINITY)
<< 1 4 5 6 10 12 >>
Críticas 57
Críticas ordenadas por utilidad
2 de abril de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los 195 minutos de metraje podrían parecer un exceso, pero no, estamos frente a un filme portentoso que adapta con maestría el cuento “La esposa” de Antón Chéjov.

La literatura rusa es riquísima en detalles y dramatizaciones psicológicas de sus personajes, aunque Nuri Bilge Ceylan va un paso más allá: profundiza el relato con diálogos agudos y punzantes que destruirían a cualquier ser humano, parlamentos largos, pero el admirable equilibrio entre las palabras y la estética de las imágenes, hace que el espectador se mantenga absorto y se sumerja en cada giro que propone el guion escrito por el propio Ceylan y su esposa.

La historia transcurre en un hotel y en sus yermos parajes de alrededor, propiedad de un ex actor turco, Aydin. En dichas tierras habitan inquilinos en viviendas modestas que construyó su padre en épocas pretéritas.

«Para no sufrir prefieres engañarte a ti mismo», dice su hermana Necla, en tono destructivo y cáustico, le dice que escribir sobre el teatro turco es un tema lo suficientemente pequeño para no afrontar la realidad. «Como eres actor brincas de una personalidad a otra». Son encuadres fijos, con ellos ubicados en diferentes planos, uno en cada esquina de la pantalla. Diálogos hirientes, tan densos que cada escena sólo aguanta el peso de un personaje, alternando planos y contraplanos muy bien urdidos que culminan en un silencio sepulcral.

Aydin es un hombre rico que vive aislado del mundo, desperdiciando sus mejores años diría Necla, pero la rudeza de la conversación con su hermana tiene un objetivo muy claro: desnudar su mirada cínica sobre los habitantes del pueblo, pobres e inferiores desde su punto de vista, y denunciar la supuesta supremacía moral al considerarse un hombre de principios, que utiliza sus virtudes para aplastar y humillar a la gente.

Con su mujer conversan de lejos, en habitaciones separadas, sólo se aprecian juntos a través del reflejo de un espejo, expresando que esa relación marital no es real. Se mofa de ella, la humilla con la violencia de las palabras que antes le dirigió su hermana.

Toda la conversación transcurre en penumbras, la escena potente, gran angular desde un contrapicado, la esposa arrinconada en primer plano, mientras la imagen de Aydin, agazapado en las sombras, se eleva iluminado por la luz de una vela.

La voz en off del actor descubre a un nuevo hombre. El orgullo no lo dejaba confesar que extraña a su mujer. Sabe que ya no lo ama, pero está dispuesto a ser su esclavo, a hacer las cosas como ella disponga. Son palabras sinceras, no expresadas, habitan sólo en su mente.

Aydin es esclavo de sus palabras y cavilaciones, su cinismo le ha hecho herir a la única persona que permanece a su lado.

La película es un tratado acerca del significado de las palabras, de la hondura que alcanzan cuando son usadas para herir al prójimo. Esas palabras remecen y vuelven rencoroso a cualquiera.

Todos estos enfrentamientos: primero con la hermana, que desaparece de escena. Entra Nihal, los odios acumulados por estos tres no caben en una misma habitación. La cinta los dispone sólo de a pares, frente a frente desnudando sus pequeñeces a través de palabras destructivas, hasta socavar los cimientos donde se asienta la personalidad de cada uno.

Se trata de la interpretación de un cuento ruso, en Chile las personas afrontarían la desidia con conversaciones triviales acerca del tiempo o de la última ida al Mall. Son cúmulos de palabras sin peso específico, en cambio para este director, cada palabra hiriente permitirá al protagonista afrontar sus miedos y en definitiva la realidad.

Aydin sabe que debe dejar de lado su egoísmo y darle espacio a su mujer.

Un plano fijo de la habitación de su esposa, con ella ubicada justo en el centro, ella es la única responsable de permitir una vida juntos.

El actor se enfrenta al ordenador y comienza a escribir la historia del teatro turco, la cámara se aleja y enfoca los vestigios paleolíticos de Capadocia y la música de Schubert permite que aquilatemos esta profunda reflexión del alma humana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Anibal Ricci
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de mayo de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La indiscutible ganadora de la Palma de Oro en 2014, que si bien no es nada célebre, dentro incluso, de la comunidad cinéfila, ya que aunque toque temas de gran profundidad y disponga de una agudeza singular, no dispone quizás, de las herramientas necesarias para sucumbir ante la masa popular.

Conservo ciertas escenas que considero de un poder pasmoso, acontecimientos cotidianos, como el herir sin violencia, ni física, ni verbal ( al menos a lo que a palabras mal sonantes se refiere ) pero que hieren igual o más , sobre el aprendizaje, que es largo, corto o inexistente... O de lo preestablecido y que es tan difícil de mudar.
No existe predilección por ningún personaje, si bien se habla de la moral, no es en este caso quien determina la justicia, jugando con su ambigüedad.

En Anatolia el invierno es frío, largo y está ausente de calidez, sobre todo dentro de los aspectos de la condición humana. Nos adentramos en una atmósfera teatral dividida en un acto general, que habla de la soledad en las regiones rurales, pero que es totalmente diseccionada de manera inteligente y ágil en diversos temas que acontecen al ser humano, dotando de gran riqueza a esos casi 200 minutos de metraje.

La Belleza visual de los exteriores y una invitación a su intimidad hace que Nuri Bielge te abra las puertas de su hogar. No obstante, aunque ese pase se transforme en algo hostil, no saldrás de él sin unas cuantas reflexiones.
Iraide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de enero de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guion de 'Sueño de invierno' está basado en tres cuentos de Antón Chéjov y es algo que se nota claramente en la película, tanto en los personajes como en la atmósfera teatral que esta tiene. No obstante, en lo estrictamente cinematográfico, hay bastante aire del cine de Bergman, en la destrucción de unos personajes hacia otros y en su pesimismo.

Aydin, actor teatral retirado, se dedica en Capadocia a administrar los bienes inmobiliarios que le legó su padre como herencia mientras regenta un pequeño hotel y escribe columnas en un periódico local. Al llegar el invierno el número de turistas baja considerablemente y entonces tiene más tiempo para relacionarse con su mujer, bastante más joven que él, y con su hermana, que tras haber pasado por un traumático divorcio no sabe realmente qué hacer con su vida.

Ceylan nos muestra a través de sus tres personajes principales; los secundarios, como en todo Chéjov, no carecen en absoluto de importancia; retazos tratados a fondo de diversos aspectos de la naturaleza humana. En el ambiente de semi aislamiento que viven (esa Capadocia casi inaccesible, fría y nevada) hermanos, por un lado, y marido y esposa, por el otro, aprovechan para destruirse moralmente unos a otros, o a hacerlo con más tiempo y mayor dedicación a ello. En sus luchas dialécticas todos tienen parte de razón, lo que utilizan para herirse con ahínco.

Con tanta charla entra en acción, en bastante primer plano, el elemento literario (los personajes llegan a citar literalmente a Shakespeare y a algún otro escritor más) lo que pesa en la narración fílmica. Sin embargo las historias laterales de esta obra sí están muy bien tratadas y funcionan plenamente. La secuencia de la borrachera es estupenda y aligera una película cuyo director, tal vez, ha cargado de excesiva trascendencia.
Juan Ignacio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de enero de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solo he visto otra película de Ceylan. La anterior "Erase una una vez en Anatolia" (2011). Suficiente para concluir que me gusta su cine. Tiene la virtud, al menos en estos dos trabajos, de condensar lo divino y lo humano en sus relatos tocando aquello que nos hace ser lo que somos; indefectiblemente seres solitarios acompañados puntualmente del éxito o el fracaso exterior e interior y de aquellos que nos rodean y con cuya relación establecemos lo que queremos ser y lo que en realidad somos. El tiempo, nos va marcando el ritmo, la melodía y los imprescindibles silencios que procuramos duren poco para no quedarnos con nuestras vergüenzas al aire. Todo ello está en el cine de Ceylan acompañado de una bella y crítica mirada a su tierra natal, concretamente a la región turca de Anatolia y en su último trabajo a su parte central Capadocia (Tierra de bellos caballos) que eran regalados a importantes reyes.
Aydin, personaje sobre el que pivota todo lo anterior, también se siente un poco "rey", ha sido actor, ha conseguido el desahogo económico, es culto, esta casado con una joven bella e inteligente esposa y vive y regenta un encantador hotel en un bello lugar. El tiempo del invierno ha llegado a su vida y el frió existencial le pillará falto de abrigo vital calándole hasta los huesos.
Para ello Ceylan se sirve de la palabra más que de la imagen, con unos extensos diálogos, no siempre brillantes ni esclarecedores pero sí que invitan a la reflexión y al debate, entre sus protagonistas magistralmente interpretados por todo el reparto, encerrados en pequeños espacios reales y psicológicos. Bergman y Chejov proyectan su sombra innegable.
Hasta aquí todo estupendo y la Palma de Oro en Cannes. Pero..., desde mi punto de vista no todo lo que reluce es oro. Parecerse a Chejov no es escribir como el ruso, y el guión de Ceylan es a veces farragoso y repetitivo. Parecerse a Bergman no es solo tomarse el tiempo necesario (Bergman no necesitaba tres horas y cuarto en su filmografía) y el lastre de los personajes y su puesta en escena aún dista mucho de las marcadas influencias de Ibsen y Strindberg del sueco. Y a pesar de la cuidada fotografía, Ceylan no sale airoso en los extensos diálogos en espacios cerrados donde la falta de imaginación o recursos técnicos le lleva a abusar de planos y contraplanos mareantes y simplones que no están a la altura de lo que está ocurriendo. Estaba más acertado en su anterior trabajo. Se ha alabado mucho sus exteriores cargados de simbolismo cuando más del noventa por ciento del rodaje son interiores.
Las escenas con el caballo y el conejo dicen mucho más que minutos y minutos de, a veces, brillante dialogo.
Y dicho esto. el cine de Ceylan me gusta. ¿O eso ya lo he dicho?
ELZIETE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de febrero de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El invierno está llegando a Turquía, en una hermosa zona rural en la Anatolia Aydin (Haluk Bilginer) un actor retirado, maneja su vida entre la administración de un hotel del cual es dueño y los escritos que realiza para un periódico local. Además de los turistas que vienen y van, vive con Nihal (Melisa Sözen) su joven esposa con quien está teniendo problemas y con su hermana Necla (Demet Akbag), quien se acaba de separar de su esposo y le sirve de lectora y crítica de los textos que escribe.

Kis uykusu construye sus conflictos a lo largo de poco más de tres horas de duración, el guion escrito por el propio director junto a, como es costumbre, su esposa Ebru Ceylan, se maneja de una forma sobria, la duración no hace mella en ningún momento de la magnitud de la obra. La paciencia de Ceylan para narrar es excelsa, largas escenas con diálogos intensos entre personajes, que a su vez conforme avanzan se van volviendo más fuertes y reveladores, cada uno con su importancia, mientras va presentando a los personajes secundarios y conformando el arco argumental.

Un manejo delicado de la cámara, que se aprovecha de una arquitectura hermosa, una fotografía sobresaliente y precisa a cargo de Gökhan Tiryaki, en especial en exteriores, en tomas abiertas y dentro del hotel, cada encuadre parece una pintura llena de vida. El desenvolvimiento de los personajes es totalmente natural, un elenco perfectamente interpretado que ya desde el trabajo de los guionistas están muy bien definidos, cada uno acopla a la perfección con lo que van a representar.

La película tiene una riqueza argumental que es, en pocas palabras, apabullante. Lo primordial es esta idea de la diferenciación social que es parte del conflicto principal, Aydin es un tipo pudiente, representado casi como un terrateniente que tiene algunas propiedades en alquiler, frente a aquellos que tienen que hacer lo posible para salir adelante. A raíz de esto, tiene un conflicto con su esposa, que a su vez sirve para realizar un análisis introspectivo de la relación de ambos como pareja.

Por otro lado, el asunto con su hermana, el análisis reflexivo se traslada hacia el asunto de la familia de sangre, pero además, aquí se toca lo referente a los escritos que el protagonista realiza, lo cual funciona para tocar otros temas, la religión que es muy recurrente, la sociedad, el sentido de las obras de caridad, la búsqueda de la paz y hasta algo tan llamativo como el sentido del bien y el mal, o mejor dicho, su funcionamiento.

Kis uykusu fue la flamante ganadora de la Palme d’Or en el Festival de Cannes del año 2014, el segundo triunfo en dicho evento para un film turco luego de Yol (El camino, 1982) de Yilmaz Güney y Serif Gören. Ceylan termina de confirmar su alto nivel como realizador cinematográfico, su narración con imágenes es envidiable, cuenta con un pulso para escribir y dirigir altamente profundo, su cine requiere paciencia, pero vaya que recompensa, y eso que las poco más de tres horas se pasan volando, gracias a dicha pulcritud para manejar los tiempos y la narrativa de lo que presenta.

En todo momento genera interés por ver cada personaje y su devenir a lo largo del metraje, por cada palabra expresada que a su vez es importante, a pesar de toda esta tensión que va amarrando consigue lograr un clímax de alto impacto. Una obra de arte en toda la extensión de la palabra.
10P24H
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 10 12 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow