La pasión turca

El despertar sexual es algo que no a todo el mundo le llega a la misma edad. Pienso que la tradición que se tenía de llegar virgen al matrimonio tenía como intención y garantía de que la mujer, 'se abriera' plena y unicamente para el hombre con el que se fuera a casar, siguiendo el razonamiento de que al descubrir ese placer de su mano dificilmente querría abandonarlo. Esta película tumba esta tesis; las garantías son incompatibles con el funcionamiento de la vida, no hay nada seguro.

Hay que decir que resulta realista en el retrato de la realidad cotidiana de ella junto al español medio de la época con el que se casa, ahí al menos se ve comprensible que una mujer tenga sueños eróticos de mayor recorrido, más exóticos, y que no es necesariamente una guarra solamente por ello (aunque luego se nos muestre que resulta serlo, como ella misma admite).

También se invierte la clásica persecución del hombre que suspira por la obsesión que experimenta por una mujer, aquí se cambian las tornas, es ella la encaprichada pero en mi opinión la historia tiene un marcado cariz machista, por mucho que que pretenda remover los instintos primarios de las mujeres (de entonces, hoy directamente sería censurada). Digo mujeres por aquello de que Gala admitió que su literatura iba dirigida al público femenino.

La escena del arrebato inicial que siente la protagonista diría que es la que a nivel psicológico me ha resultado más potente. Pero la película me parece irregular, lo mismo te atrapa que a los cinco minutos pierdes el interés, así todo el rato.

Pero la evolución de la situación de la protagonista es llamativa; pasa a ocupar un rol de objeto de carácter sexual en los negocios de Yamal, su amante, papel en el que parece sentirse a gusto. Pierde la dignidad al entregar su voluntad al hombre, que al darse cuenta de ello le empieza a sacar partido a la situación: si tú no te respetas yo tampoco te voy a respetar, ya que parece que eso es lo que buscas y veo que la situación me empieza a gustar. Cuando ella le complace es cuando más en armonía se los ve a los dos como pareja: al entender la naturaleza de ella, él no va a ceder un palmo del terreno psicológico conquistado, todo se sigue haciendo exactamente como él quiere, y como ella es manejable se permite hacer chantajes emocionales.

Ella en realidad es una obsesa sexual (seguramente por el hecho de haber llegado virgen hasta los treinta, no sé si con eso Gala habrá querido hacer una especie de crítica soterrada de que lo reprimido luego sale a la luz con mayor fuerza), una frívola y una desconsiderada. En mayor o menor medida todos nos movemos por nuestros intereses sexuales, pero lo que me molesta es percibir que Aranda, con el personaje femenino de su película quiera lanzar un manifiesto al espectador acerca de la naturaleza de las mujeres como colectivo, o bien como le gustaría que fueran: sumisas y adictas a la figura masculina hasta el delirio. Probablemente la idea de que deseen hasta ese punto que un hombre sea solamente suyo le apasione, de la misma manera que a otros muchos hombres. En el sexo, como no podía ser de otro modo la mujer es la dominada, la sometida... y disfruta con ello, lo busca constantemente, es lo que más anhela. Tanto en la música como en el cine cada uno, en menor o mayor medida, expresa sus sueños y sus ideales y aquí el mensaje es claro.

Vicente Aranda nos trae una película que basada en la novela homónima de Antonio Gala. En ella, Desiré (Ana Belén) una mujer reprimida que llega virgen al matrimonio, se vuelve loca por un turco en un viaje que hace con su marido y sus amigos. Se ciega de tal manera por él, que soporta cualquier cosa por seguir a su lado, y se enfada con quienes la previenen.

Hay una escena fantástica, que yo considero el eje clave de la película, y es cuando ella se disfraza de concubina árabe y se pone a bailar cuando él llega. Ante el espectáculo, se queda atónito en primer lugar, y la rechaza después. Explica lo sonada que está Desiré, por un lado, y lo poco que le importa a él, por otro.

Es una película que no está mal para los 90 en cuanto a erotismo, pasión y argumento escandalizador. Ha llovido mucho desde entonces, y ahora lo que antes hubiésemos considerado "pasión", claramente lo catalogaríamos de enfermedad mental.

Sin ser un peliculón, tiene un desarrollo interesante.

Alguna virtud tiene "La pasión turca". Yo creo que lo mejor es el atrevimiento a la hora de reflejar una pasión enfermiza, confundible con la locura, que arrastra en este caso a la protagonista hacia un destino que todo pinta aciago. Sin embargo, tiene algunos fallos importantes. Dejando al margen el dudoso gusto a la hora de repetir encuentros sexuales, algunos de ellos vergonzosos, como el del final, yo destacaría tres. El primero, que Ana Belén no pega para este papel, ni como inocente jovencita, con esa cara de leona y que está de vuelta de todo, ni como belleza que atrae a media humanidad, pues no es guapa. El segundo, que la relación con el turco, que en realidad no es turco, sino francés, es completamente increíble. Al principio tiene en pase, pero luego no entiendo como no la manda a paseo. Claro, la quiere, diréis. ¿Veis como no es creíble?

El tercer y último error es que Vicente Aranda se separa, y no solamente en el ridículo final inventado, de la obra de Antonio Gala. Directamente le cambia el sentido. Normal que el escritor se molestara con la película y no quisiera saber nada de la misma. Si en la novela vemos un deterioro continuo del personaje femenino en el filme en realidad lo que hay es una especie de crecimiento existencial a costa de algunos sufrimientos. De este modo lo que es una crítica se convierte en una alabanza a la liberación femenina, aunque haya que pagar peaje. Yo lo siento, pero Desideria (Ana Belén) no sólo es una guarra y es una idiota, sino que parece que está loca, cosa que le dicen dos personajes. Yo deseaba que acabara mal. De todos modos, lo que alarma de estas mujeres de Vicente Aranda es su falta de moral. Pueden hacer cualquier cosa sin inmutarse.

Mucho antes de que se pusieran de moda las telenovelas turcas y los buenorros turcos, Ana Belén ya descubrió lo que valía un peine de la mano de un atractivísimo Georges Corraface en esta adaptación de la novela de Antonio Gala, La pasión turca.
Hecha la broma, la verdad es que la película de Vicente Aranda no está nada mal. La historia de Desideria y Yamam se nos cuenta con, sí, mucha pasión y reflejando perfectamente la obsesión en que ambos caen y cómo son dominados por el deseo, y cómo esta circunstancia los lleva a vivir una existencia quizás más miserable que la que Desi quería dejar atrás en brazos del apuesto guía turístico otomano. Vean si no la reacción de ella cuando él expone la que considera que es la única solución a un problema inesperado que ha surgido en su relación.
Hay que destacar la excelente interpretación de Ana Belén en la piel de la atribulada Desi. Es poco habitual encontrar excelentes cantantes que también sean maravillosas actrices, pero este es el caso de la intérprete de "Lía".

Lo mejor: Ana Belén, el diseño de producción y la descripción del peculiar romance.
Lo peor: Podría haber sido algo más corta. Las idas y venidas de la pareja terminan por hacerse algo pesadas.

Una mujer española, casada, se enamora perdidamente de un apuesto guía turístico durante unas vacaciones en Turquía. Invadida por la pasión, lo abandonará todo para entregarse por completo a su amante, quien la utiliza como objeto de lucro en sus turbios negocios.

Infravalorado drama erótico que adapta la novela homónima de Antonio Gala, primer disconforme con el resultado. También es verdad que Vicente Aranda antepone la torridez de los encuentros sexuales a la exploración de la conducta obsesiva que arrastra a la protagonista hacia su degradación moral. En cualquier caso, un film interesante, ganador de dos premios Goya: mejor banda sonora y dirección de producción.



"Quiero que mi amo entre en mí."