Chéri

Se puede amar de muchas maneras, o al menos eso es lo que entiendo con el mensaje de esta película. Me parece interesante, te hace ver que hay más allá de la edad, del tiempo, pero es un mensaje que me vino mucho después de verla. Hay trozos que son extremadamente soporíferos, hasta el punto de llegar a sentir sueño, pero luego te fijas en la pantalla y te quedas atrapado por su colorido. El contexto ambiental es perfecto, tal y como el de "Las amistades peligrosas". El vestuario en increíble. Michelle Pfeiffer llega a lucir unos vestidos increíbles, que luce con su acostumbrado glamour. Los decorados están llenos de colorido, los cortinajes, los muebles. La visión que tiene Pfeiffer de Chéri en el invernadero esperándola y fumando parece un óleo romántico; estar sacado de un arco iris. Por lo demás describe el amor de una veterana cortesana por un hombre joven, hijo de una antigua colega. Su inicial affaire de iniciación es el origen de toda la trama. Friend está bien, normalito. Pero hay que entender la evolución de su personaje, el debate en el que se ve sumido. En un primer momento se le ve a Friend como distante y demasiado superficial, no llega. Pero luego sí lo hace, y sin estar sobrecargado. Su esposa Felicity Jones sí hace notar su dolor y su frustración desde el principio, se lo ha currado. Kathy Bates, genial, parece que está en un teatro. Película coloreada, ya lo creo. Saludos.

En Chéri la relación entre Pfeiffer persona y personaje se presta a muchos chistes. En pantalla es una cortesana ya mayor que se niega a ceder terreno a las nuevas y más jóvenes plebeyas. En la vida real, es una actriz a la que las arrugas no le han hecho más que conferir más belleza y misterio, aunque su irregular lista de estrenos desvela una carrera que, exceptuando Los fabulosos Baker Boys, nunca ha conocido un éxito rotundo ni ningún papel memorable.

Chéri es un homenaje a Pfeiffer, y nadie mejor para acometerlo que quien la dirigiese en la muy recordada Las amistades peligrosas. Lo que Frears nunca tuvo en cuenta es que su querida actriz siempre resulta superior a la historia que protagoniza. Chéri no deja de ser una opereta muy insustancial, una obra de teatro dividida en varios actos en la que sólo brilla la sabiduría de Pfeiffer. Divierte su naturaleza british: hay que verla en su versión original para apreciar la corrección de sus diálogos y disfrutar de una estética historicista impoluta. Lástima que la película sea tan pequeña y previsible como un telefilm filmado en salones victorianos. Pfeiffer merecía mucho más.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities, http://cachecine.blogspot.com

No han perdonado a Pfeiffer ni tampoco a Frears. Ni ella tiene la cara de hace 20 años, cuando rodó "Las amistades peligrosas" ni por lo visto él conserva su talento. Al menos en esta película deja mucho que desear.

Los dos primeros puntos son por Pfeiffer, que sigue llenado la pantalla majestuosamente a pesar de los años y las arrugas, y para Bates, que está sencillamente magistral en su papel de vieja bruja. El tercer punto por el vestuario de Michelle, del que me enamoré locamente desde el primer vestido hasta el camisón de la última escena. Lo demás de pura pena.

En una historia de amor la química entre los protagonistas es esencial; si eso no funciona no funciona nada. Y con ese actor, Rupert Friend, la química no puede existir de ninguna manera. Todo el carisma que le sobra a Pfeiffer le falta a él; es completamente anodino, ni su cara dice nada ni sus gestos ni su forma de actuar. A partir de ahí todo lo demás falla, porque ni la historia es creíble, ni conmueve ni consigue interesar. Quien haya elegido a ese actor para ese papel se ha cubierto de gloria. Se habrá quedado descansando.

Una película que te deja absolutamente fría, te importa un comino lo que estás viendo porque la historia no consigue enganchar nunca, con un doblaje que es como para echarse a llorar y con unas interpretaciones que dan ganas de molerles a palos a todos, especialmente a Rupert Friend que cada vez me recuerda más a Orlando Bloom.
Es una basura, no me esperaba ésto de una actriz tan sumamente reconocida como Michelle Pfeiffer, como se nota que ya está en horas bajas.

Mi nota: 2.3

Destacaría en un primer momento el vestuario, que es precioso y la ambientación pintoresca de la película. Y digo esto porque es lo único a lo que he prestado atención, ya que el argumento no me ha captado en absoluto. La historia es muy lineal y aburrida y los personajes no consiguen agradar lo suficiente como para que te intereses por lo que les vaya a pasar.
A pesar de que me encanta Michelle Pfeiffer, llego a encontrarla demasiado simple, sin chispa.
Acaba siendo una más del montón que llegaré a olvidar.