La momia

No es de las más recordadas de la Hammer (dentro de esa “main line” con Cushing y Lee), pero tiene elementos interesantes y sin duda no es aburrida. Tiene por desgracia muchos elementos que glorifican el colonialismo britanico que son muy caducos a día de hoy...pero que podía esperar?

Cushing como siempre está PLETÓRICO. Un papel muy distinto al que suele hacer, más vulnerable y benevolente.

Hammer aprovechando todos los monstruos célebres de la Universal para hacer sus versiones a color y añadirle un poco más de violencia al coctel.
Lo peor: los falsos exteriores de Egipto son muy acartonados y baratos. Igual que algunos de los supuestos instrumentos que usan en la ceremonia y lo hagan en inglés moderno cuando esta se desarrolla 4000 años atrás, parecen de plástico.
Lo mejor: la momia está muy bien caracterizada, genera terror y también la forma en la que le devolvieron la vida y su venganza, mejor desarrollada que en la versión original.

Una regular oferta de la Hammer, la cual en ningún momento lograr generar climas de tensión y mucho menos promover miedo.
Eso pasa porque la cinta presenta un guión muy tosco y repleto de situaciones irrisorias.

La historia nos cuenta cómo un grupo de arqueólogos desatan la ira de un religioso egipcio que posee el control sobre una momia milenaria. Eso ocurre porque los excavadores supuestamente cometen una blasfemia al entrar a la tumba de una reina considerada como diosa. Ello no hace más que enfurecer a un egipcio adorador de la deidad anteriormente mencionada, por tanto mandará a una momia a cobrar venganza matando a los sacrílegos que osaron molestar el sagrado recinto de descanso.

Como vemos el argumento no tiene gran atractivo en sí. A ello le sumamos que hay un endeble y ridículo delineamiento de personajes, los cuales actúan de manera estúpida.

El guión es muy simple y tosco, con él nunca se consigue dar la sensación de cinta seria de terror por más que los actores se esfuercen en lograrlo.

Vemos a una momia que resiste balazos ir ahorcando de un lado para el otro bajo las órdenes de un egipcio que se toma muy a pecho que unos arqueólogos hayan entrado en una tumba sagrada para luego exhibir las reliquias en un museo. Aparece para colmo de males una investigación policial que mueve a risa de lo inoperantes que resultan el detective y las fuerzas del orden público que tratan de resolver el misterio de los asesinatos.

Con este panorama no es difícil afirmar que esta obra de la Hammer está tremendamente sobrevalorada, con un argumento esbozado muy a las apuradas, con muchos personajes comportándose ridículamente y una antigua maldición que se hace presente en la actualidad pero que no termina de convencer del todo. En eso hay que mencionar que se nota que el guionista intentó elaborar al menos una historia que nos explique el origen de la momia y su relación con la reina. El director usa el recurso del flashback para mostrarnos el pasado que terminaría justificando la maldición y la venganza que se desata en el presente. Pero es una pena que ello nunca termine de convencer y justificar la grosera y bizarra narración que vemos en pantalla.

Lo único que la salva de la quema es la presencia de Peter Cushing como arqueólogo y Christopher Lee como momia, pues al menos ellos hacen más digerible tantas situaciones tontonas que aparecen en el relato. También el arreglo de escenarios y ciertos decorados exteriores al menos hacen que la cinta esté bien presentada en lo visual, aunque impresentable desde el guión.

Termino en spoiler sin contar nada que no deba saberse