La gran familia española

Tiene Sánchez Arévalo la virtud de conectar con la gente con sus películas, personajes, circunstancias, paisajes, conversaciones, risas y lágrimas que nos son familiares. Así nos enganchan todas esas situaciones comunes y el tiempo se nos pasa volando. Me distraen sus películas, que ya es mucho, se lo que me voy a encontrar, como voy a reaccionar, que me voy a divertir y a pasar un buen rato, nada mejor para fidelizar a un cliente. Podemos argumentar que es un cine sin pretensiones, que no trate temas profundos, que no llegue al notable alto,...pero para estar cómodo no hay como andar por casa.

Es muy difícil encontrar una película que en lugar de desinflarse gane en cada acto. Ésta lo consigue. El primer acto es malo. Mucha voz en off, mucho caos, poca comedia... El segundo consigue que empieces a conocer a los personajes y a interesarte por ellos, y el tercero hace que lo que había sido una mala película se convierta en una buena.
Impresionante la dirección de actores y el trabajo de estos.

Lo cierto es que llevando media hora de película no me parecía gran cosa, del montón mas bien, pero a medida que avanzaba la cinta e iban surgiendo las relaciones entre los personajes me iba interesando más y más, y lo cierto es que está bastante bien. En cuanto a comedia eso sí, como que le falta gracia la verdad, desde luego su punto fuerte es las relaciones entre ellos, tanto el buen ambiente como el no tan bueno. Y si encima, de por medio metemos el partido de los partidos, qué mas queremos.

Simpática comedia, con un punto de partido curioso. Sin embargo, al igual que hay partes brillantes, hay partes forzadas y subtramas que no acaban de encajar. Sánchez Arévalo se esfuerza a la hora de intentar escribir un buen guión, pero se queda a medio gas.
El resultado, no obstante, es agradable y se deja ver. Una comedia que huye de los chistes fáciles, bromas de mal gusto, diálogos y lenguaje soez, eso es positivo.
Los actores cumplen en la medida en que están bien dirigidos por Sánchez Arévalo. Y los personajes de sus películas siempre suelen ser interesantes.
La factura técnica es bastante buena y el resultado final transmite buen rollo, algo muy necesitado hoy día.
No es la mejor película del año, pero tampoco es la peor ni de lejos.
Un agradable pasatiempo, mejor que muchas películas americanas y que logra transmitir una agradable sensación de optimismo.

Antes de ver la película decidí leer las críticas que aparecían en esta web, las de los expertos (Cinemanía, Fotogramas, El País, El Mundo, etc.), Eran bastante buenas así que me animé a verla. Y así me llevé la decepción. El argumento es simple y absurdo, pero sin gracia, los personajes son superficiales, las escenas no resultan cómicas sino ridículas y los actores no brillan en sus papeles, salvando a Antonio de la Torre, que es de lo mejorcito de la película. Después de la primera media hora estaba deseando que acabase. Se me hizo eterna.