Sharknado 2: El regreso (TV)

“Sharknado 2” funciona en base a que se convierte en una parodia de sí misma más que en una secuela, la historia huye de cualquier intento lógico de justificar una continuación y se adentra en una nueva tormenta de tiburones, esta vez en Nueva York, sin apenas explicaciones y con el mismo espíritu gamberro e ilógico de su predecesora. Bien por ellos, no esperábamos menos de una secuela como esta y tampoco es necesario más. Como nos tiene acostumbrados las producciones de The Asylum, los efectos especiales son de traca, los actores son secundarios venidos a menos y la historia es imposible. ¿Pero qué importa todo eso cuando volvemos a ver a nuestro tornado favorito con tiburones devora-cabezas? Entretenimiento, esa es la clave y esta película es tan entretenida como ilógica, hay escenas memorables solo por lo imposible de su propuesta y se deja ver con una gran sonrisa en la boca pues han dado en el clavo, la han hecho más grande y como consecuencia más delirante. ¿Lo mejor? Imprime ritmo desde el primer momento sin preocuparse por el sentido dramático, los personajes se comportan en función de buscar una interacción con tiburones volando y con un escenario que se desmonta porque el desarrollo es el típico de estos telefilmes catastrofistas de sábado por la tarde: separamos a los personajes, los ponemos en situaciones críticas y los juntamos al final habiendo perdido algunos por el camino. No hay más. ¿Mejor o peor que su predecesora? Realmente es imposible hacer una película peor que el primer “Sharknado” de la misma manera que es imposible crear algo tan delirantemente divertido. Pero lo han conseguido, este “Sharknado 2” es aún peor, aun más delirante y aun más estúpidamente espectacular que la primera parte. Está plagada de momentos imposibles (sobre todo en su parte final) que nos hacen sonreír aunque no sepamos porque, si porque lo estamos pasando bien o porque no creemos que estamos viendo algo tan delirante. Pero al fin y al cabo, ¿no es el fin de toda película el entretener? Bien por los tiburones volando en Nueva York, esto es cine, aunque no nos guste reconocerlo.

Lo mejor: Su delirante capacidad de entretener desde la ilógica (la persecución de la cabeza de la estatua de la libertad, el discurso heroico frente al alcalde o su delirante final). El desfile de famosos en papeles icónicos (Robert Hays, Will Wheaton, Judd Hirsch, Kelly Osbourne, Richard Kind, Perez Hilton, Billy Ray Cirus, etc). Su endiablado ritmo. Los protagonistas convertidos en héroes electro-protésico-mecánicos.

Lo peor: todo, lo que en el caso de una película como esta es decir que todo es bueno.

Ya han confirmado la 3ª parte para el verano del 2015, vamos, que a este ritmo, 1 por año, van a superar con creces cualquier saga cinematográfica, porque hacerlo mejor/peor es imposible, ya que Sharknado se basa, exclusivamente, en su cutrería, su sinsentido y porque no hay que tomarsela en serio e, increíblemente, esta 2ª parte supera a la 1ª.

Recomendada para ver en pandilla, la risa está asegurada.

Abstenerse gente sin sentido del ridículo y "críticos de cine".

Lo mejor: Dificil de escger, pero puede que la petición de boda al final.
Lo peor: Que no tuve la posibilidad de verla en el cine, aquí no se atreven a proyectarla.

Por último, atentos a los cameos (el piloto de aviones y el taxista), me consiguieron una buena sonrisa nostálgica.

Ahora si que por último, qué es lo que le ha pasado a Vivica A. Fox?, me costó reconocerla, con lo guapa que era...Eso sí, Kari Wuhrer sigue estupendísima. Esta última frase leerla imitando a Jorge Javier.

Sharknado cae a pique pronunciado y se auguria lo peor. Es lógico que todos esperáramos más huracanes y más tiburones, pero tengo la duda sobre si todos esperabamos la "normalización" de la propuesta. Porque Ferrante se aferró por axioma a su idea irrisoria, pero la refrescó dentro de un envase estructural al uso.

Sharknado no vivía solo de escualos asesinos: grave error; vivía de lo irracional llevado a todos los planos posibles por demostrar. Vivía de incoherencias espaciales, delirios de montaje. Rutas secas, rutas mojadas, rutas inundadas de un plano al otro. El espectador podía esperar cualquier cosa, literalmente, cualquier rompiente le venía al molde a esa cosa amorfa y camp llamada Sharknado.

Sharknado 2 es distinta: luego de un inicio caótico y esperable, todo baja a una calma chicha ya vista. Exceptuando escenas concretas, todo se concentra en ese grupo de personajes que se preparan para lo peor, yendo y viniendo, conociéndose y dejando de lado a los eternos prescindibles. La tormenta llega, ya llega, en cualquier momento se desata...y todos sabemos que ese momento está pregonando el desenlace de toda la peli. Mientras tanto Ferrante se enfoca en armar climax bizarros pero más convencionales. Sharknado 2 queda sintetizada como un producto más de la cadena SYFY, responde al standard conocido de la emisora y poco o nada se diferencia de las pelis clases b que los Freakis de turno (yo incluido) ya conocen al dedillo.

En resumen: Sharknado 2 ha ordenado el rompecabezas y ha dejado solo como punto de ruptura la idea de los escualos voladores, puesto que lo demás ya obedece a los cánones clásicos de la narración, es congruente, se maneja dentro de espacios lógicos y atmósferas esperables (nubes bien puestas, eterno gris suspendido, lo mojado sigue mojado, lo seco se respeta si debe respetarse de acuerdo al sentido común). Empardó para abajo, bah.

¡Que decir de un película así! Tiburones que llueven sobre Nueva York comiéndose a los paisanos. Compararla con otras películas de serie Z quizá no sea lo adecuado, ya que el único referente de este absurdo fílmico es su espantosa primera parte o bien las películas de Ed Wood, cuando las referencias fílmicas deberían ser "Temblores","Arac Attack"o "Evolución".

¿Es mejor Sharknado II que Sharknado? A mi parecer mejora en algunos aspectos: quizás mejores cutre-efectos, más humor negro, escenas de acción surrealista mejor hiladas con la simulación de guión, estando el mismo más estructurado lo que permite seguir mejor el filme y la presencia de varios cameos como el de Will Wheaton o de Robert Hays, parodiando a su personaje de Aterriza como Puedas. En el fondo su argumento es como leer una aventura larga de Mortadelo y Filemón: una excusa para engarzar barrabasadas y locuras surrealistas (tiburones en un rascacielos, la cabeza de la Estatua de la libertad, el apocalíptico, el bateador de beisbol, como se estampan los tiburones dejando a los peatones como manchurrones, los tiburones y el taxi ...). Sin embargo, la película pretende ser seria (¡¡¡!!!) mostrándonos las relaciones entre los protagonistas y que los acontecimientos sirven para reconciliarse.

Una película dentro de esta línea pero muy inteligente y divertida, con una magnifica definición de personajes, escenas de miedo y humor negro es "Arac Attack", auténtica obra maestra. Sharknado II debería aprender de ésta puesto que no le llega a la suela de los zapatos.

Sharknado II es un quiero y no puedo, aupada por un mal entendido frikismo o bizarrismo, como el que aupó a Tamara en España. Las hay mejores.

"Sharknado 2: The Second One" es, en pocas palabras, más de lo mismo. Los que se echaron las manos a la cabeza con la anterior, se horrorizarán con esta y los que disfrutaron con "Sharknado" cual cochinos en lodazal (entre los que me encuentro) gozarán igualmente con ésta. Si "Sharknado" es una película sin complejos, en "Sharknado 2" la máxima es llegar aún más lejos y, por ello, la frase “no se van a atrever a hacerlo” acudirá a vuestra mente a cada momento del visionado.

Y es que, el argumento de esta secuela es absolutamente surrealista. Básicamente, "Sharknado 2" es una sucesión de escenas, locas hasta decir basta, en las que cualquier objeto es susceptible de convertirse en un arma, humanos y tiburones luchan de tú a tú y, sobre todo, donde los guionistas demuestran que tienen una imaginación portentosa y poco miedo al ridículo. Cada escena supera a la anterior en cuanto a bizarrismo porque es un todo vale constante en el que cualquier situación totalmente inverosímil deja de serlo por obra y gracia de los creadores.

Lo que más me gusta de esta entrega es que han optado por la vertiente friki y han acertado de pleno. En primer lugar, hay todo tipo de cameos. Me voy a quedar con el de Robert Hays, que es un homenaje directo a "Aterriza Como Puedas". Este cameo yo me lo tomo como una especie de declaración de intenciones de lo que vamos a ver a lo largo de "Sharknado 2": surrealismo, surrealismo y más surrealismo. En segundo lugar, me gusta mucho la recuperación de los elementos que hicieron única a "Sharknado". No entro en detalles por no soltar spoilers así que sólo os digo que hay sierras mécanicas por doquier y “regalitos” a lo Jonás y la ballena.

A mí me ha gustado, no tanto como "Sharknado" porque el factor sorpresa ya no existe, pero encuentro en esta secuela todo lo que me sedujo en la primera entrega. Por supuesto, no es película para todos los paladares y sólo recomiendo visionado a los entusiastas de la primera.

Crítica completa en http://losguiltysdepinguirina.blogspot.com.es/