Adiós, Texas

El sheriff de un pueblo texano de la frontera, Burt Sullivan (Nero), cuelga la placa para ir en busca del asesino de su padre al otro lado del Río Grande. Con el marcha su hermano Jim (Dell'Acqua), un jovencillo más pendiente de las faldas que de las pistolas.
Otra cinta más con una historia de venganzas.
El guion es irregular y truculento, demasiado dramón. Se quieren contar muchas cosas y se profundiza poco.
Regular realización. Acción constante, ritmo sostenido ... tal vez le falte un poco de sosiego para penetrar en el carácter de los personajes. Mucha acción, mucho barullo, sí, pero con escenas gratuitas que luego son irrelevantes.
Bien el personaje de Burt. Impenetrable, silencioso en la mejor línea del western mediterráneo. Lo mismo que el malvado Cisco Delgado (Suárez) que vive aislado en su casa de Sierra Mojada. Excelente la escena del encuentro de ambos, "Ha llegado el momento de pagar las deudas. O a la ley, o a mi". Un poco sobreactuado el alcalde Miguel (Lorenzon), pero tampoco está mal. Más desdibujado el resto del elenco.
Excelente la banda sonora y la fotografía.
Obra interesante que entretiene.

Sencillo, cuidado y correcto Spaghetti western que presenta y desarrolla la historia tradicional de venganza, con alguna que otra sorpresa dramática añadida y que se beneficia de la labor y presencia de un serio, Franco Nero.
La película cuenta con una cuidada y acertada fotografía y sin llegar a deslumbrar, consigue mantener el interés alrededor de una venganza sencilla en la que dos hermanos irán a buscar al hombre que mató a su padre.
Destaca la labor de Nero por encima del resto, dejando en evidencia el nivel interpretativo bajo del resto del reparto.
La historia de la venganza, deja espacio para otros hilos argumentales en los que poder descubrir todo un drama familiar y dejando espacio para una especie de revolución. La película es correcta, pero no me ha llegado a deslumbrar, haciendo que se quede a las puertas del aprobado.

Los Spaghetti Westher no me suelen gustar mucho, no me parece más que entretenimiento barato, de baja calidad y sin muchos miramientos. Pero reconozco que es un género que tiene cosas aprovechables, entre ellas esta cinta, que me ha sorprendido gratamente.
Con el exponente de este tipo de cintas a la cabeza (Franco Nero) mantiene al espectador en su sitio y con un cierto interés por saber qué va a ocurrir, aunque todo es muy previsible.
La música es un elemento más de la película, y la fotografía está muy bien lograda.
Mucho golpe, mucho tiro, mucha venganza, mucho sadismo, y ninguna concesión al sentimentalismo. Pero tiene ritmo, está bien rodada, mantiene la tensión emocional y no defrauda en su resultado.
Es un auténtico subgénero, con adeptos por todas partes, incluso a gente que no le gusta mucho el cine sí siguen fielmente este género, que es, por otra parte, el único que ven. Es algo parecido a los que disfrutan únicamente con el cine de terror barato. No ven más que eso, circunstancia que no se produce con ningún otro género. A quien le gusta el cine negro, quien es un fanático de él también le agradan tras temáticas.