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Popstar: Los popstars nunca se detienen

Comedia Un rapero intenta volver a juntar a su ex-banda de música de cuando era joven. (FILMAFFINITY)
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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
3 de noviembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que tarde o temprano se tienen que visionar. Todos tenemos esa lista de películas pendientes que, por falta de tiempo o por otros factores, todavía no hemos visionado pero que ganas no nos faltan.

Pues bien, para un servidor era el caso de Popstar: Never Stop Never Stopping. Este falso documental versa sobre tres amigos que componen un grupo (en clara referencia a The Lonely Island) y que se separan, llevando el líder su carrera en solitario. Sobra decir que ese desternillante líder está interpretado por el gran Andy Samberg.

Samberg es un popular actor y comediante estadounidense, al que conocí gracias a la maravillosa (y reinvindicable) Hot Rod (titulada en España Flipado sobre ruedas...) y al que he seguido siempre de cerca, hasta que me tope con otra absoluta genialidad, que no es otra que la serie Brooklyn Nine Nine, que os recomiendo desde ya.

Es una pena que este gran cómico no sea más valorado, la verdad. Pues bien, junto a otros dos cómicos (uno de ellos director de Hot Rod y el otro secundario en la misma cinta) se embarcó en un bizarro proyecto, formando un grupo musical llamado The Lonely Island, que compone canciones y graba videoclips en clave de humor y con multitud de cameos. Una gozada.

Pues de eso experimento (que todavía perdura) nace este loco film. Estrenado en el verano de 2016, obtuvo críticas más o menos favorables (tampoco para volverse locos) y que fue un desastroso fracaso de taquilla, al recaudar mundialmente menos de 10 millones de dólares, casi todos pertenecientes a USA. No conozco el presupuesto, pero dudo que diese beneficios.

Este último apunte me anima más todavía a hablaros de este falso documental, porque, sin ser ninguna obra maestra, si son ochenta minutos impagables y cargados de mala baba, con críticas feroces al mundo de la música de aquel país y con un mensaje muy necesario.

La dirección del falso documental (cortesía de los dos miembros del grupo que no son Samberg) cumple su cometido y hay momentos impactantes y deternillantes, como el de los lobos (mejor no decir mucho más al respecto). Mención especial especial a los hilarantes videoclips y números musicales. Fabulosos.

En cuanto al guion, el falso documental discurre por terrenos predecibles y ya vistos (grupo que se separa, la amistad...) pero lo hace con su propia identidad, y aportando humor y frescura al conjunto, gracias a sus diálogos imposibles y escenas para el recuerdo (de nuevo, los lobos).

En cuanto al reparto, todo el peso de la película recae prácticamente en el bueno de Samberg y no decepciona (este cómico nunca lo hace) gracias a su vis cómica y su entrega a un producto que se nota que le gusta (el guion es responsabilidad suya y de los otros dos).

Jorma Taccone y Akiva Schaffer son más secundarios, pero ofrecen actuaciones diferentes y también muy divertidas, siendo el primero muy entrañable y el segundo arisco y perturbador, formando los tres un conjunto fantástico.

Mención especial a la multitud de cameos y apariciones estelares que tiene el film. Sorprende que con la poca repercusión que ha tenido la película hayan logrado tantas apariciones, pero es lo que tiene tener contactos.

En conclusión, estamos ante una gran comedia, con un trío protagonista maravilloso y unas canciones para el recuerdo (me quedo con la de la discriminación y la de Bin Laden). No es una pieza perfecta, pero tampoco lo pretende, cumpliendo su cometido al ofrecer un espectáculo divertido y muy hilarante durante sus escasos ochenta minutos.

Su fracaso me parece más que injusto, por lo que no me cabe otra cosa que recomendarla (al igual que las canciones de The Lonely Island o la comedia Hot Rod), aunque dudo que la rescate del olvido. Una pena, porque es infinitamente mejor que las tropecientas comedias que nos llegan años tras años. Gracias Samberg y The Lonely Island.

Más críticas: ocioworld.net
Javi McClane
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1 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas, sobre todo en el género de la comedia, que polarizan al espectador entre los que las aman y las detestan, sin término medio. Entre los que se descojonan una y otra vez aunque las vean cientos de veces y los que miran con extrañeza a los anteriores pensando si han visto la misma película. Me viene a la cabeza el caso de “Zoolander” con la que he tenido – y tengo- continuas discusiones en el trabajo o con los amigos. Es curioso, porque de una manera u otra todo el mundo se acuerda de ella y basta con mencionarla para que unos y otros salten con un «buenísima» o un «vaya puta mierda» sin término medio, como si fuese el paradigma del buen rollo para unos y lo contrario al humor para otros.

Con “Popstar” va camino de pasarme lo mismo. Yo la veo como una fina parodia llena de gags sólidos a prueba de tristes y gente con la que comparto afinidad cinematográfica la pone verde y le ha puesto un uno. Honestamente, yo me he descojonado más de una vez y más de dos con los puntazos de esta película y sigo entrando de vez en cuando en youtube a buscar esos momentos que yo considero ya antología de la comedia (esas escenas de “I’m so humble”, “Mona Lisa” o el memorable “Finest girl / Bin Laden song”. En términos técnicos, es verdad que el formato elegido, el de un falso documental – que me he enterado de que por lo visto tiene un nombre: mockumental - con el que se parodia un tema, en este caso el mundo de las estrellas musicales, está ya un poco desgastado y se le puede acusar de facilón, ya que te permite centrarte en sembrar y crear sketches sin preocuparte por las transiciones ni la continuidad.

Me explico. En una comedia al uso, para ir del gag A al gag B tienes que crear un entramado de escenas para que la cosa fluya con naturalidad, sin hachazos, y que el espectador sienta que está viendo una película y no un especial de José Mota. Eso implica más trabajo, porque las secuencias deben ser entretenidas – para mantener el nivel entre chiste y chiste- y encajar con los gags, lo que viene a suponer hacer dos películas: la comedia y la que soporta la comedia. El mockumental no está sujeto a ese corsé; como se supone que es el producto bruto de todo lo que se ha rodado al seguir – en el caso concreto de “Popstar” – a una estrella de la MTV, está justificado que cada pedazo de grabación sea independiente de todo lo anterior y los gags se pueden meter donde se considere que harán más daño.

Pero si en sentido académico se le pueden poner mil pegas y crítica, como comedia funciona estupendamente. Los sketches son buenos y Andy Samberg tiene un don para el humor. Es el típico tío que tiene un aura cómica innata y te estás riendo en cuanto sale en escena. Además, el tema elegido, el panorama musical actual y sus estrellitas, es terreno abonado para la parodia. Aunque la idea central sea la de exagerar y ridiculizar los comportamientos extravagantes de muchas figuras actuales, también hay una crítica cachonda al espectador actual que consume lo que le echen si viene avalado por las redes sociales o por los referentes ideológicos musicales (los cuarenta, la MTV…). La película se ríe de los Maluma – es un suponer- y los seguidores de Maluma que se tragarían cualquier cosa de Maluma independientemente de su calidad, solo por el hecho de venir firmado por Maluma. Las bromas son gamberras, pero de buen gusto, ni van a hacer sangre ni van a lo escatológico, son parodia e ironía del postureo que rodea a las estrellas y su sobredimensionamiento. Es de agradecer ver a algunas de esas estrellas que han entrado en el rollo y salen riéndose de sí mismas lo que da a entender que ni la película es un truño ni su humor es ofensivo.

En fin, una comedia donde el humor es un medio y un fin, sin más pretensiones que hacer reír. Yo conecté en seguida y la recomiendo. Mi valoración sería de 6.5 y si no le pongo un 7 es porque creo que el formato de falso documental da como para una hora de película antes de terminar cansando y hacerse un poco pesado. El hecho de que no deje indiferente a nadie, para bien y para mal, también puede ser cosa del estado de ánimo con el que se vea. Puede resultar un poco confusa de entrada, así que si no te pilla con la mente abierta y despejada es posible despreciarla o aborrecerla sin darle una oportunidad de desplegar su virtudes.
OsitoF
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19 de octubre de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película políticamente incorrecta, para seguidores de The Lonely Island y su humor sera altamente disfrutable. Para los demas entre los que me encuentro no. Para mí, me pareció carente de gracia. Cameos sin gracia, canciones con letras penosas e historia penosa. No terminé de verla, humor cansino y sin gracia. Alguna breve sonrisa y poco mas. Espero sepáis valorarla, no es mí caso. Un placer.
Megustaelcine
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30 de septiembre de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Exacto, no pueden negar que es una parodia de la película de Justin Bieber de Never Say Never porque se ve a la legua de que lo es y me alegro por ello. Para empezar la serie de artistas que tienen como cameos son impresionantes por el hecho de ser todos unas estrellas. La película cumple con su misión de ser paródica y obviamente de hacer parodia que uno la disfruta aunque como argumento no lleva mucho más allá de lo ya visto. Además tiene algunos puntos que son realmente buenos.
Adrián Wulf
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22 de junio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Están todos los amigos juntos; para que se hagan una idea tenemos a un gran abanico de actores que pasaron por Saturday Night Live, desde el gran Tim Meadows que creo que es el más antiguo que aparece hasta Andy Samberg. Aparte de esto tenemos a actores y músicos que pueden hacer de sí mismos o de otros; Mariah Carey, Usher, Imogen Poots, Seal, Martin Sheen, Adam Levine, Justin Timberlake...

La verdad es que es bastante divertida si te gusta el tipo de humor de Andy Samberg que se compone de dos cosas, las canciones graciosas esas que hace y luego el «deadpan» o humor seco, es decir, un humor que basa la comicidad en que no se pretende hacer reír descaradamente sino que justamente hace gracia por lo serio que dicen las cosas dentro de lo ridículo que resulta la acción.

Se trata de un falso documental en el que se presenta la desintegración de un grupo de música y el proceso por el cual pasan sus integrantes después de la separación. Dura poquito, una hora y veinte y ya digo que se hace bastante entretenida y si te gusta ese humor te va a gustar. Igual hay un rato en el que no pasa mucha cosa pero aún así quieres acabar de verla.
tipar
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