Next Door

Una lástima que se deje arrastrar por laberínticos espacios, mayores que la propia propuesta.

Bien interpretada, aunque mal doblada, nos ofrece la mirada de un tipo enjaulado con dos vecinas obsesivas y extrañas que complican su existencia, a través de propuestas que no costaría rechazar.

No te la crees y los escasos minutos iniciales que provoca sorpresa, languidecen demasiado pronto. Un producto flojo, extraño y excesivamente caótico.

Al verla terminar me ha recordado un poco a la sensación del maquinista. No puedo decir que me haya parecido igual de buena, pero sí que es verdad que la sensación que me ha proporcionado el protagonista de la película es la misma.
Está bastante bien contada así que nadie se perderá al verla, incluso siendo de un argumento que da bastantes giros y que lo que al principio parecía ser una persona normal acaba siendo de todo menos normal.
No da sobresaltos, ni quemaderos de cabeza, aunque sí consigue introducirte dentro de la historia y hacer que te pierdas en su laberinto.

Interesante y un tanto arriesgada apuesta noruega sobre el cine de terror psicológico.

Se trata de un filme de factura impecable cuya historia toca de forma no tan superficial y con un tacto envidiable algunas "desviaciones" sexuales que padecen (o disfrutan) mucha más gente de lo que uno puede pensar. Pocas películas hablan sobre sadomasoquismo, y las que lo hacen lo esconden tímidamente por un miedo exacerbado a las denuncias de asociaciones puritanas o de críticas destructivas de envidiosos tradicionales cuya vida sexual se podría reducir a un casto piquito a la portada del "Interviú".

No se trata de una monografía sobre sexualidad ni mucho menos, pero el filme aborda el tema del sadomaso de forma coherente y lo mezcla con la inquietud psicológica que se respira en toda la cinta. Es terror psicológico no muy diferente del de otras producciones como "Identidad" o, incluso, "El Resplandor" (salvando mucho las distancias, claro), pero lo original del planteamiento de "Next Door" es el origen de la paranoia que sufre el protagonista. Su infierno personal, producido por la ruptura con su pareja, es sólo la punta del iceberg de lo que será un auténtico laberinto de realidad e irrealidad conviviendo en su mismo plano de existencia, esto es, en su misma mente.

Tiene ciertos momentos, como la tórrida y enfermiza escena entre Kristoffer Joner y Julia Schacht, que no la olvidarán fácilmente las conciencias sensibles y éso es lo que le da a la cinta un aura de rebeldía que pocos directores debutantes se atreverían a incluir en su ópera prima.

Para tener en cuenta.

Pål Sletaune firma esta inclasificable y extraña película venida de los Países Nórdicos. Un film que lleva al espectador a un viaje sin retorno por lo más oscuro de la mente humana, por lo más retorcido, escabroso...

Poco se puede decir de su argumento sin desvelar la trama subyacente, apenas comentar que trata de un hombre solitario que ha sido abandonado por su novia, que tras ello ve rota su monótona vida tras conocer a sus vecinas, dos extrañas mujeres por las que se ve seducido y en cuyo piso, más laberíntico que cualquier terrorífica mansión queda atrapado, perdido en una espiral de sexo, violencia y la más pura de las locuras.

Si bien el film no está teniendo un gran éxito de público (¿acaso ha tenido publicidad alguna?) cabe decir que ha salido bien parado en todos los festivales por los que ha ido pasando, además de recibir varios premios en su país de origen (Noruega). Bajo mi criterio personal creo que los merece, pues el guión está bien trabajado y las interpretaciones resultan arrebatadoras y enganchan al espectador de la mano de los personajes hundiéndolo en el desconcierto y la locura.
Ciertamente es difícil recomendar este film, dada su rareza en formas y presentación... pero hará las delicias de todos aquellos que le gusten los proyectos extraños e innovadores como en su día fueron films como "Memento", "El maquinista", "Tránsito"... Personalmente tenía ganas de ver un film de estas características, y Next Door no me ha decepcionado.
Enoch

Locura, morbo, prohibido, soledad. Si juntamos esos cuatro términos con el primo noruego de David Lynch nos saldría esta cortísima película (algo más de 70 min).

De lo mejor que ha dado el cine nórdico en el género. Tan solo vedla (sin leer nada del argumento) y disfrutad.