El pasado político y monárquico de algunos países ha dado de sí una serie de acontecimientos y de personajes realmente fascinantes. Inglaterra, por ejemplo, dió a luz a una de las mujeres más polémicas de su pasado imperial como es esta Ana Bolena que trajo de cabeza al monarca inglés Enrique VIII y que revolucionó la monarquía de dicho país. Este fue el principal motivo de que me interesara por esta película, junto al más que atractivo trío protagonista, sobre todo un Eric Bana que me emocionó en "Troya" y que aquí, sin embargo, no consigue hacerme llegar su personaje, uno de los que sale más mal parado de este conjunto de actores. En el lado de las féminas, los productores tuvieron la genial idea de ganarse simpatizantes juntando a dos guapas actrices que suelen gustar mucho al género masculino. Una de ellas es la camaleónica Natalie Portman, una moderna Audrey Hepburn que siempre deja una buena actuación y que aquí se mete de lleno en este fascinante personaje como es el de Ana Bolena. Junto a ella una rubia Scarlett Joahnsson, actriz a la que siempre he defendido desde que la descubriera en esa preciosa película que es "El hombre que susurraba a los caballos". La Johansson tiene una forma de actuar totalmente diferente al de la Portman, son como la noche y el día, y ésta última sale ganando para mí aquí porque creo, sinceramente, que es una actriz mucho más completa, pero la Johansson cumple correctamente con su papel, mucho más deslucido que el de su compañera de reparto. Como dije antes, Erica Bana tiene que vérselas con el personaje de un rey, ese Enrique VIII mujeriego y caprichoso, pero en el papel no está lo suficientemente desarrollado y el actor australiano hace lo que puede con él. De lejos, me ha parecido una de sus actuaciones más flojas pero creo que no es culpa del guapo actor. También es palpable la nula conexión que hay entre él y sus compañeras, no hay química entre ellos, sobre todo con la Johansson las escenas de amor que deberían ser apasionadas se convierten en casi difíciles de creer. Por otra parte, los secundarios están formados por una serie de actores más que interesantes pero que no salen muy bien parados que digamos. Tan sólo destacaría de ellos a la magnífica, como en ella suele ser habitual, Kristin Scott Thomas, con un personaje que le viene como anillo al dedo, y un David Morrisey que hace tan creíble su papel de duque de Norfolk que llegas a odiarle. Nuestra Ana Torrent ha recibido muchos elogios por su breve actuación, pero personalmente pienso que es una actriz muy limitada. Su actuación siempre es igual de robótica, da igual verla aquí o en otros de sus trabajos, como "Tesis", el mismo tono, la misma cara, el mismo tedio. A mí no me gusta nada. De los interesantes Jim Sturgess y Eddie Redmayne decir que están totalmente desaprovechados.

Me ha encantado esta película. Cómo la he disfrutado, cómo me ha dejado pensando, cómo me he quedado hipnotizada con la actuación y la belleza madura de una Gena Rowlands impresionante. Seguramente habrá mucha gente que no la soporte, que habrá gente que diga que no está contando nada que no hayamos visto antes, que sea aburrida, que sea un rollo, y muchas cosas más, pero yo he tenido que darle un 10 por lo que me ha hecho sentir.

Increíble cómo Allen hace parecer tan sencillo escribir un guion. Con qué sutileza nos va metiendo en la vida de una Rowlands que es el centro del universo en esta película alrededor de la cual giran el resto de los personajes, y cómo descubrimos las inseguridades, las decepciones, las tristezas y la infelicidad que se esconden tras su fachada hierática y fría de mujer perfecta.

Rowlands vive convencida de que lo tiene todo o así nos lo quiere hacer creer a todos los que nos cruzamos en su mundo pero no hay nada más lejos de la realidad y Allen nos lleva de la mano por este descubrimiento con final esperanzador, porque es muy cierto que nunca es tarde si la dicha es buena y que nunca es tarde para darle un giro de 180 grados a tu vida y comenzar de nuevo. Porque más vale tarde que nunca.

Junto a la maravillosa Rowlands tenemos al británico Ian Holm más que correcto, a un siempre interesante Gene Hackman al que siempre es un placer ver actuar, a la bella y elegante Blythe Danner que comenzaría aquí una serie de colaboraciones como secundaria con Allen, a una joven Martha Plimpton y a una embarazadísima Mia Farrow en el punto más dulce de su relación con Allen.
Un placer de película.
Un saludo,
Tess

Arriesgada y valiente película del siempre interesante Mel Gibson, que una vez más se ha embarcado en un proyecto verdaderamente difícil de llevar a cabo. A mí me ha gustado y emocionado, para mí ha sido, sin duda, la película sobre el calvario de Cristo más real y dura de las que se han hecho hasta la fecha y la utilización de los idiomas de la época ha sido todo un acierto. El casting no podía ser más acertado, Jim Caviezel, actor profundamente creyente, ha sido el Jesús de Nazaret ideal, impresionante su actuación. Mónica Bellucci ha estado bella y convincente, muy discreta. Pero quién para mí ha sido el descubrimiento del film ha sido la actriz rumana Maia Morgestern, su rostro en determinados momentos era espectacular, me ha encantado y espero verla de ahora en adelante en muchos más proyectos porque se lo merece. Mel Gibson siempre me ha gustado como actor, pero como director para mí sobrepasa todos los límites y junto con Clint Eastwood, es un referente a la hora de ver cine, me gusta cada día más

La Sra. Elizabeth Banks se echa ella solita esta comedia a sus espaldas y se hace dueña de la película con una facilidad pasmosa. Esta actriz que ya tiene bastantes trabajos a sus espaldas demuestra aquí que es una magnífica actriz de comedia y a mí me ha encantado su actuación. "Vaya resaca" es ella y su vestido amarillo diseñado para la ocasión por el diseñador neoyorquino Yigal Azrouël. Los demás secundarios no tienen nada que hacer, desde un guapo James Marsden que sólo puede lucir su bonita sonrisa hasta Gillian Jacobs y Sarah Wright que están insoportables como amigas del personaje de Banks. La verdad es que sin ser ninguna maravilla, la película está bien llevada y entretiene su hora y media de duración, a mi me ha divertido y, como ya he dicho antes, me ha confirmado que Elizabeth Banks es una actriz a tener muy en cuenta. Para amantes de la comedia sencilla.

Es increíble lo que está dando de sí esta película noruega, es la comidilla de todos los festivales cinematográficos, le ha valido el premio a mejor actriz a su protagonista en Cannes, está nominada a los Óscars de este año como mejor película extranjera y mejor guion original, todo el mundo habla de ella y ha sido el reencuentro de su actriz principal, una interesantísima Renate Reinsve con el mundo del cine después de prácticamente abandonarlo por la carpintería, es increíble.

Muchos la comparan con un Woody Allen nórdico, su director, Joachim Trier, habla de ella como la comedia romántica para aquellos que odian las comedias románticas, pero para mí simplemente es una película sencilla que habla a la perfección de ese limbo en el que nos encontramos la mayoría de los mortales en algún momento de nuestras vidas y en el que no sabemos para dónde tirar ni qué decisiones tomar, en el que estamos completamente perdidos en cuanto a lo que queremos queremos personal y profesionalmente, en definitiva, me parece que es un trocito de realidad pura y dura con la que me siento muy identificada.

Yo, al igual que la protagonista, no soy ninguna niña ya, no estoy casada, ni siquiera tengo pareja, no tengo hijos, no tengo un trabajo estable, así que parece que Trier me está hablando a mí con esta película. Renate Reinsve está francamente convincente como esa treintañera que huye del compromiso y que cambia de carrera como la que cambia de camisa y, para muchos, podrá parecer una persona caprichosa y egoísta que sólo piensa en ella, quizás la peor persona del mundo que sólo mira por su propio beneficio, pero simplemente es el no haber encontrado algo que le llene completamente, el miedo a perder su libertad lo que hace que la entienda hasta cierto punto. Junto a ella unos muy correctos Anders Danielsen Lie y Herbert Nordrum y una ciudad como Oslo que siempre es un gusto revisitar aunque sólo sea a través del cine.
La recomiendo. Un saludo,
Tess