Ser diferente es bueno.

Esto se puede aplicar a la protagonista, que no encaja en el modelo adolescente americano, más o menos exagerado, de animadora reina del baile.

Y también se puede aplicar a la serie en si, que sigue la reciente tendencia de Marvel a desviarse ligeramente de su exitosa fórmula, para hacer productos que no parezcan saludos todos del mismo molde.

Ms. Marvel es diferente a lo demás. Es obvio que está principalmente destinado a un público juvenil, y me hace gracia cuando leo o escucho a un boomer quejarse de que es infantil, y lo digo yo que tengo 40 tacos.

Si la protagonista es una adolescente de 16 años, americana de origen pakistaní, de verdad te sorprende que no te veas identificado con el personaje, si eres un hombre de 30 y tantos, blanco y español.

Admítelo, este producto puede que no sea para ti. No pasa nada, no tienes por qué ver todo lo que haga Marvel, y mucho menos que te guste.

En cuanto a la fidelidad con los cómics, de momento veo muchas similitudes, y una sola diferencia, aunque muy evidente. En los cómics, la protagonista es de la raza de los inhumanos, una especie de mutantes por explicarlo de manera resumida. Aquí han decidido que los inhumanos son tabú, gracias en parte a la horrible serie con el mismo nombre: "Inhumanos".

Explico el origen de sus poderes en spoiler, por si alguien no ha visto ni el tráiler, donde ya se ve claramente.

La que me podría haber echado en lugar de ver esta película. Y eso que mi instinto me avisaba al comenzar el film, amagando con caer en los brazos de Morfeo, al cual me resistí. Qué grave error.
La película se hace larga, ya que no pasa prácticamente nada, ni siquiera el tiempo mientras la ves. La música no ayuda nada, cansina y somnolienta, perfecta para usarla en una sesión de hipnosis.
No se puede considerar una película de terror, ni de género fantástico, lo cual me hace preguntarme qué pinta está mierda en un festival de cine fantástico y de terror (Sitges).
Resumiendo: huid de esta castaña como de la peste.

Las retransmisiones deportivas se fundamentan en una cosa, los espectadores, y parece que hay un nuevo deporte ganando audiencia, los videojuegos.
Los E-sports, son simple y llanamente chavales jugando a videojuegos competitivamente, los cuales se ganan la vida con ello.
En este documental disponible en España a través de Netflix a fecha de hoy (Abril 2016), se explican los fundamentos de este tipo de competición, centrándose sobre todo en el videojuego más popular del momento: League of Legends.
Aparte de esto, veremos cómo es la organización de la final mundial, el día a día de los jugadores profesionales, y el desarrollo de la competición del 2014-2015.

Bill Murray presenta un especial de navidad con canciones, al estilo de Raphael aquí en España. El problema es que una gran nevada ha impedido asistir al resto de invitados, lo cual desmoraliza al protagonista. Atrapado en un hotel, encuentra la manera de celebrar la navidad con los desconocidos que lo rodean.
Curiosa fábula que disfraza un programa tradicional de navidad, con la historia tras las cámaras del presentador. Visto sin apenas expectativas resulta refrescante, y su corta duración lo convierte en el perfecto visionado navideño para cualquier rato libre.

Genial sucesión de escenas de humor, relacionadas entre ellas de manera absurda, de la misma manera que hacían los Monty Python en su Flying Circus de la BBC.
Pero también tiene ese estilo moderno del Saturday Night Live, con temas actuales, falsos informativos y otros guiños muy reconocibles.
Recomendable visionado si te gustan alguno de los shows antes mencionados, o los dos.