Vamos a ver... música, actuaciones, dirección visual: 10. Las dos primeras temporadas me gustaron muchísimo. Seducción oscura de lo miserables que pueden ser las personas... Desorientadas élites espejo y guía de sus pueblos. Las empresas mediáticas hegemónicas como la caricaturizada NewsCo y su líder Rupert Murdoch languidecen con el avance tiempo y la evolución de las tecnológicas tipo Facebook, Twitter, Amazon...

Pero en cuanto tomas distancia ves a la legua que no van a prescindir de ninguno de sus fabulosos actores y sus bien planteados personajes. Todo torna en un bucle de diálogos repetidos hasta la saciedad con diferentes palabras que apesta en la tercera temporada.
Nunca pasa nada realmente, puedes poner un capítulo irte a regar las plantas y a la vuelta en lo esencial se habrá repetido otra vez lo mismo y no te habrás perdido nada.
No veo que los personajes crezcan psicológicamente (con alguna mínima excepción puntual). Parece que va a suceder una hecatombe y que con la crisis madurarán hacia otros derroteros pero... son sólidos como una piedra... E igual de inertes.

La primera hora casi me hace tirar la toalla. Las buenas notas me hicieron pasarla a 2x... (lo siento, ya me he comido mucho de esto). Quedemos en que el clima de desasosiego queda sembrado para el resto de la película que sí me gustó sobre todo al final, en donde se puede ver una visión de la guerra y sus atrocidades descarnada como no vi antes.

Ni siquiera el Pianista de Polanski, pese a estar muy próximo, se acerca. Cierto feísmo y un casting a lo Pasolini le da una veracidad que hace que el film merezca la pena, pues tiene algo único que aportar al cine bélico.

Malparida en los felices años 2000 apesta en cuanto te aproximas a cualquiera de una de esas escenas en las que el curita con chupa de cuero no se sabe si va a reconfortar al damnificado o a perpretar alguna desviación sexual a su costa.
Lamentable que la televisión pública esté pagando por esta serie a los que con toda seguridad sean amiguetes de Berlusconi.

Por favor estén atentos a los vuelos de los micrófonos de ambiente en 2 o 3 ocasiones durante la película. Un pena que se haya hecho tan tan tan mal una película que podría ser mucho mejor. Los actores a lo Passolini se repiten, no debía haber más presupuesto, y pesa más su buena voluntad que el talento del director de casting o incluso el propio Ken Loach.

La casa de Rothschild son una familia de banqueros que financiaron a casi la totalidad de los países europeos desde hace más de dos siglos. Actualmente siguen siendo de las familias más poderosas del mundo y en esta película se cuenta cómo llegaron a amasar su enorme fortuna, financiando a ambos contendientes de la guerra entre Francia e Inglaterra que perdería Napoleón. Un película muuuuy actual.