Normalmente si quieres ver una película de miedo decente el hecho de escoger una que esté basada en una obra de Stephen King te suele asegurar que no vaya a ser una bazofia. Este es uno de esos casos, sin apenas promoción ni presupuesto (el único actor conocido es el marido de Courtney Cox, David Arquette), pero con lo necesario para hacer una buena película -un buen argumento, una buena dirección y una buena actuación- se hace un filme el cual te permite creer en el género de terror como aquel existente más allá de las aventuras adolescentes dominantes últimamente –y por desgracia desde hace muchos años- de la escena de las películas de terror.

Una de mis películas favoritas. Una gran interpretación de la mayor parte de los actores del reparto Jhon Goodman, Steve Buscemi y Jhon Turturro bordan los papeles haciendo de este film una obligación. Las risas se suceden durante todo el largometraje, “El nota” (Jeff Brdiges) un marginado social tiene el mismo nombre y apellido que un archimillonario casado con una joven de 20 años.
Los recuerdos de Jhon Goodman sobre el Vietnam, la banda sonora (imprescindible), varios golpes de morirse de risa (el del Chevrolet, por ejemplo), la actitud del nota, la feminista hija del millonario. En resumen muchas risas para una buena película, la recomiendo. Únicamente fallan los desfases del nota cuando está colocado aunque si te fumas un porrillo antes de verla quizás las entiendas mejor.

Una película bastante patética que da un paso más a hacer el género de terror un género bastante predecible.Una película que cumple con todos los tópicos de las películas de terror, nada más empezar ya sabes quién va a ser la primera en morir y la última. Cumple con todos los pasos para convertirse en una película más del montón. Cuando creía que iba a ser una película de terror psicológico, empiezan a aparecer monstruos, muy endebles por cierto, que se empiezan a comer una por una a las protagonistas.