Como dice el título de la reseña, si una película de más de dos horas y media no se vuelve pesada de ver, es que tiene algo. Como la he acabado de un tirón y no se me ha vuelto pesada, según mi modesto criterio, la he aprobado con buena nota.

La película se centra en los últimos años de la marca Gucci en manos de la familia Gucci, y más concretamente en Maurizio Gucci (Adam Driver) y la relación con su esposa Patrizia Reggiani (Lady Gaga), la cual provoca ganas de saltar a la pantalla para darle un par de guantazos por aprovechada, bellaca, pérfida y en definitiva, mala malísima.

Si como es el caso, uno no tiene idea de la vida de esta familia, la única referencia que tiene sobre ella es esta película. Por ello, no puedo juzgar si los actores son fieles a las personalidades de los personajes reales. Lo que sí sé es que los actores lo hacen muy bien.

Todos, con especial mención a Jared Leto, irreconocible en su interpretación de Paolo Gucci, una persona total y extravagantemente idiota según lo pintan en la peli, que también provoca ganas de saltar a la pantalla para darle un par de collejas por tonto tontísimo.

Es una película que se sigue con facilidad, con un argumento coherente y unos buenos diálogos, que es lo que se espera de una película en la que ya sabes que no encontrarás acción, locas aventuras, violencia o persecuciones con coches destrozándolo todo a su paso. En definitiva, una buena y amena película en la cual se explica la caída de la familia Gucci.

Típica película que se salva por los actorazos protagonistas. Dicho de otra manera, si en lugar de Antonio Banderas, Penélope Cruz y Oscar Martínez los protagonistas fuesen tres actores desconocidos, posiblemente poca gente la aguantaría entera.

Tiene un par de momentos con diálogos muy conseguidos y con mucho humor, donde se llega incluso a la carcajada (un par, no más), y otros momentos simpáticos que provocan alguna que otra sonrisa. El resto de la película es entretenida en su mayor parte gracias a sus diálogos, porque esta es una película de diálogos, nada de escenas de acción y aventuras.

Aunque en algunos momentos se hace un poco pesada, se ve muy bien realizada, una película ideal para ver a sus protagonistas en todo su esplendor interpretativo, donde tienen tiempo y espacio para demostrar por que son grandes actores y porqué han llegado donde han llegado. Como digo, la misma película con tres actores desconocidos probablemente sería insoportable.

Los que realmente disfrutarán con esta película son los seguidores de cualquiera de los tres protagonistas, ya que está hecha para que se luzcan, y lo consiguen. Porque son buenos actores. También los interesados en descubrir los egos y miserias del oficio entre bambolinas, "cuando nadie les ve".

Empecé a ver la película en Amazon Prime sin saber nada de ella. No la había escuchado mencionar jamás, ni sabía quien era su director. Eso sí, conocía a algunos actores (Halle Berry y Patrick Wilson). Así que, como me gustan las películas de ciencia-ficción / espaciales y también sus protagonistas, no me lo pensé dos veces. Sobre todo los primeros tres cuartos de la película son muy entretenidos y emocionantes, siempre esperando a ver que pasa y como los yankis piensan solucionar el cataclismo planetario que se nos viene encima a los terrícolas.

La luna ha cambiado su órbita y va directa hacia la tierra... El motivo que provoca dicho cambio de órbita es la gracia de la película, y aunque este no sea nada científico, eso no importa demasiado en una película que hay que recordar que es de ciencia FICCIÓN, donde lo que manda es la imaginación. Si el objetivo de la película es entretener y dejarnos pegados al asiento durante más de dos horas, y no atreverse a ir al water sin poner la pausa para no perderse nada, lo consigue plenamente.

Recomendada para quien quiera pasar un buen rato de puro entretenimiento. Se lo van a pasar bomba. Preparen las palomitas, acomódense en sus butacas y disfruten. Absténganse los que acostumbran a coincidir en sus opiniones con los críticos profesionales, los que critican obsesivamente cada película de Roland Emmerich y los que disfrutan con ese "cine de autor" que aburre hasta a las ovejas.

Humor español de ese cutre y simplón, del estilo pandereta de las películas de la transición pero en pleno siglo XXI. Humor anticuado y simple, con personajes catetos a más no poder, y que encima se regocijan y enorgullecen de su catetismo como si fuese algo bueno y genuinamente español... Me recordó mucho las películas de Fernando Esteso y Andrés Pajares. Solo decir que a mi hijo de 8 años sí le hizo alguna gracia, a mi no. Una película olvidable que no pasará a la historia del cine, y que solamente puede verse por equivocación.

Cuando una película me deja con ganas de verla otra vez, es una buena señal. Es el caso de The Broken, que vi por primera vez hace unos años, mucho después de su estreno y mucho antes de conocer a Lena Headey en "Juego de Tronos". Tal vez el hecho de ver el film antes de conocer nada sobre él y sin haber leído ninguna crítica influyó positivamente, ya que no esperaba nada y me sorprendió muy positivamente.

Aun siendo lenta en su desarrollo, eso no es impedimento para que mantenga el suspenso al máximo durante buena parte del metraje. Cierto que algunos cabos sueltos no se acaban de resolver explícitamente, pero según mi modesta opinión, nada se ha hecho al azar y los cabos sueltos quedan ahí para que cada cual los interprete como quiera. Por eso es recomendable ver la película al menos un par de veces, porque la segunda te das cuenta de algunas cosas que no has percibido la primera vez. Hay que estar muy atento a todas las escenas y a todos los detalles de la película, y en cualquier caso, poner la peli en "pausa" si vamos a desviar la mirada de la pantalla aunque sea un segundo.