La película tiene una buena y vistosa ambientación, chicas guapas muy bien fotografiadas y agradable música de época, pero la historia es simple, los chistes están muy vistos, las parodias gastadas, el comportamiento de los personajes es demasiado esquemático, y el personaje trasunto de Woody Allen está muy lejos de despertar las simpatías del Woody Allen actor. El resultado fue que pasados veinte minutos, comencé a aburrirme sin remedio. Otra decepción del viejo Woody.

Para no destripar nada del argumento, me limitaré a decir que un tras un comienzo inverosímil, la cosa no se endereza, y los hechos y actitudes de los personajes siguen siendo muy poco creíbles, y la película transcurre sosa y sin interés, con un bonito y manido paisaje provenzal como fondo, una protagonista medio pasmada y con muy poco aspecto de esforzada granjera, y un protagonista con unas capacidades mentales de super héroe. Presenta además una imagen tópica y disparatada del síndrome de Asperger.
Al final, quizás para curarse en salud o callar a escépticos, aparece en pantalla la siguiente nota: "Este cuento de hadas está basado en hechos reales". En efecto, la película es un cuento de hadas, pero incongruente y malo. Y en cuanto a los hechos, tal como se nos presentan seguro que tienen muy poco que ver con aquellos en los que dicen basarse.

Dos tramas superpuestas que parecen interesantes, una presentación visual atractiva y unos actores expresivos te animan como espectador desde el primer momento, pero la historia comienza a moverse en círculo, y los valores del principio se hacen intermitentes, y a mitad de película te preguntas si la historia llegará a algún sitio, y comienzas a aburrirte, aunque mantienes el interés por saber a donde conducirá lo que se nos está contando, para al final comprobar que no conduce a ningún sitio.
¿Qué piensas que querían decir?, me preguntó mi acompañante al salir del cine. No sé lo que querían decir, contesté, sí sé lo que a mí me han dicho: nada.

Para entretener, interesar y hacer gracia, una comedia, por loca, disparatada y vodevilesca que se pretenda, tiene que tener un mínimo de coherencia en los hechos y en las actitudes y acciones de los actores. Esta comedia no da esos mínimos. Nace de una premisa tonta, y se compone de una boba sucesión de situaciones cada vez más incoherentes y arbitrarias, salpicadas de gags manidos e infantiles que se pretenden humorísticos y que no hacen ninguna gracia. Incluso los actores parecen malos, siendo buenos la mayoría de ellos.
En fin, una película muy mala, sin gracia ni ingenio, que no sirve ni para telefilm de sobremesa.
Lo sorprendente son los recortes con buenas críticas seleccionados aquí, y la alta puntuación. Un misterio.

La película va de un juicio, un juez poco sociable y un amor de madurez que parece de adolescente. Pero no profundiza ni en el juicio, ni en la personalidad del juez, ni en la verdadera dimensión del repentino interés amoroso del juez protagonista. Aparentemente. La realidad es que unos muy bien escogidos secundarios, y las anécdotas precisas, nos dan una idea muy cercana, aunque esquemática, de lo que debe ser un juicio con jurado en el mundo real y cotidiano. También nos muestra con eficacia la soledad del juez, y su renacida atracción por la protagonista, que con su atractiva presencia contribuye mucho a hacer interesante el romance. O sea que al final, bien. Solo se le va la mano en el juicio, alargando algunos trámites que en algún momento pueden resultar aburridos, pero es poca cosa.
En resumen, recomendable.