Vuelve el hombre araña. Y regresa cargado de asombrosos efectos especiales, ya visibles en el preámbulo, que nos refresca la memoria a base de escenas de las anteriores películas.

En conjunto, no defrauda: Spiderman es un "blockbuster" y por lo tanto es un valor seguro; pero si que es cierto que tiene sus puntos débiles. Y el talón de Aquiles de esta secuela es la parte en la que el traje negro comienza a apoderarse de Spiderman, y por consiguiente, de Peter. Esas escenas en las que Peter se muestra como lo que yo llamo un "fantasma" me han parecido un tanto ridículas, y que simplememente sobraban. Considero Raimi podría haber plasmado de una forma más adecuada el lado oscuro del héroe.

Se introducen nuevos personajes: la oxigenada Gwen Stacy, que rivaliza con Mary Jane; Sandman, que resulta un enemigo un tanto soso y que recuerda, debido a los efectos especiales, a la momia de The Mummy; y por último, Venom, que a pesar de su tardía aparición en el metraje de película, consigue hacerse con todo el protagonismo en cuanto a enemigos de Spidey.

Por último, en cuanto al nivel interpretivo del reparto, le doy un aprobado. No me parece especialmente destacable la actuación de nadie pero considero que tampoco falla nadie. Muy correctos.

Esta ha sido la primera película que ha hecho que me quede dormida en una sala de cine.
Si, de final impredecible, muchos toques irónicos, actores muy buenos que bordan papelones, pero...aburrida, larga y muy lenta.
Es la típica película para alquilar y ver en casa, así te duelen menos los dos euros desperdiciados en vez de cinco.
Pero por supuesto, siempre hay opiniones para todos los gustos.

Esta crítica me valió ganar un concurso para viajar a Nueva Zelanda, y he decidido compartirla con todos vosotros.
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Una desamparada actriz de vodevil, un director de cine que ansía el éxito por todos los medios, y un escritor amante del teatro: tres caminos que se unen en un solo destino, Skull Island.

Con esta premisa comienza a desarrollarse el King Kong del genial Peter Jackson. De este modo se combinan un conjunto de ingredientes que conforman el éxito de esta película: escenarios exóticos e inimaginables, misteriosos indígenas y rituales, aventura, lucha por la supervivencia, “bichejos” de toda clase y tamaño y, ante todo, la paralela historia de amor entre Jack Driscoll y Ann Darrow y Ann Darrow y Kong.

Naomi Watts se consolida en el firmamento de las estrellas de Hollywood con un papel que borda a la perfección; es la más digna sucesora de Fay Wray, la Ann Darrow original. Adrien Brody (Jack Driscoll), el “feo” atractivo, vuelve a acertar y no defrauda; conserva la esencia del Brody merecedor de un Óscar por “El pianista”. Por otro lado, Jack Black (Carl Denham) sale asombrosamente airoso del género cómico en el que parecía estar encasillado e interpreta el papel de la más absoluta codicia personificada, un personaje al que le importa más el dinero que la vida de los demás o la suya propia.

Hablar de estos tres actores y de sus personajes me lleva a tratar un tema que fue lo que más me impresionó de la película: el lenguaje de los ojos; personajes que, con sólo una mirada, se lo dicen todo. Digna de mención es, sobre todo, Naomi Watts (Anne Darrow), capaz de interpretar sólo con la mirada, una mirada que sugiere, quizás no amor por Kong, pero sí ternura y dulzura. Sin embargo, las miradas de Driscoll y Kong sí inspiran amor por Anne. Por otro lado, es destacable la ambiciosa mirada de Denham, que ve en King Kong una mina de oro y éxito.

Otro punto a destacar son los actores secundarios, sobre los que se alza Andy Serkis, que a su vez en protagonista absoluto dando vida a los movimientos del simio gigante.

En cuanto a otros aspectos de la película, la ambientación del Nueva York de la Gran Depresión y los escenarios selváticos de Skull Island son fidedignos, y los efectos especiales, aunque en ocasiones pueden llegar a saturar, hacen que sea posible el realismo de los ambientes. La banda sonora es bastante buena, aunque carece de la magia de la del Señor de los Anillos, compuesta por Howard Shore.

En conclusión, es una escala de 0 a 10 puntúo “King Kong” con un 9, no exento de preguntas: ¿de dónde sacaron tanta gente rara para hacer de indígenas de Skull Island?, ¿eran indígenas de verdad?, ¿cómo subieron a Kong al S. S. Venture?

Pero, a pesar de todo, Peter Jackson consigue llevar a buen puerto su anhelada película sobre King Kong, sobre su King Kong. El rey ha regresado.

Excelente adaptación de una célebre leyenda rusa en la que Burton saca a relucir su ya de por sí demostrado talento con la animación stop- motion ("Pesadilla antes de Navidad").
Es na historia sencilla, sin rocambolescos giros, pero caracterizada por un romanticismo melancólico que nos embriaga por completo.
No son los inolvidables personajes de "Pesadilla antes de Navidad", pero el triste y ojeroso Víctor, la novia nunca desposada y compañía siempre permanecerán en nuestra retina.
La banda sonora compuesta por, como no, el fantástico Elfmann, se merece un notable.

Y yo soy de la segunda opinión.
A pesar de las críticas que ha recibido me arriesgué a verla y no me ha decepcionado.
La primera parte de la película es espectacular y bastante realista, ya que nos muestra lo que podría pasar si se nos va de las manos el asunto de la clonación: una sociedad secreta de clones creados por alguien que juega a ser Dios.
La segunda parte se acelera gracias a las persecuciones que a veces no te dejan ver nada debido a la rapidez con la que se suceden los planos.
No obstante, la trama es muy interesante y entretenida y los actores hacen un papel magnífico.
La banda sonora se merece un sobresaliente.