Así es.

Esta película me ha llegado a emocionar en muchos momentos.
Se trata de una auténtica maravilla. Un tesoro escondido que pasará desapercibido para muchos y que sólo unos pocos sabremos apreciar.

Me he encontrado con una animación bellísima en sus formas. Dibujada con verdadero amor en sus trazos. Te quedas embelesado observando los fondos y la iluminación. A veces oscura, pero llena de luz.

Una historia que te hace casi tiritar el cuerpo desde el inicio y que al final te deja esa sensación de haber vivido algo irrepetible. Se cree lo que dice y no te deja indiferente. Cuenta una relato sencillo, pero sin miedo a mostrar el dolor. Un cuento lleno de una magia profunda que se confunde con la realidad y que la supera.

Con una banda sonora que te transporta directamente al misterio y las leyendas de Irlanda. Y que se te queda grabada en tu corazón para siempre. El tema principal es precioso.

Os lo confieso. He vuelto a ser un niño mientras la veía y aun después. Quizá siempre lo he sido y este filme no ha hecho más que recordármelo.

A veces aun me emociono cuando veo animación...