Auténtico drama nihilista, en el que un joven recién graduado, perteneciente a la clase adinerada, se encuentra en crisis existencial. Tiene un romance sexual con una mujer casada, también perteneciente a la "upper class", y finalmente se enamora de la hija de esta madura mujer.
Todos los personajes de esta película tienen un montón de taras psicológicas, y ahí radica el verdadero drama de la existencia.
1.- Hoffman es un nihilista, obsesivo, compulsivo, miedoso e incluso acosador.
2.- Bancroft es una viciosa, reprimida, que vive del dinero del marido. Deshonesta y de poca monta intelectual.
3.- Ross, la hija de Bancroft, es una pobre muchacha sin muchas luces, y que se deja llevar por todos y por las circunstancias. Una muchacha sin un solo gramo de personalidad.
4.- Los padres de Hoffman, pesados y con poco juicio sobre la realidad íntima de las cosas.
5.- El señor Robinson, un hombre al que su mujer engaña, y que luego se siente despechado, cuando en realidad él es tan culpable como su esposa.

Una muy interesante película con dos auténticos hits musicales de Simon y Garfunkel, que merece la pena ser revisionada a día de hoy. Conoceremos la América pudiente de los sesenta, y obtendremos reflexiones para nuestro día a día en el tercer decenio del Siglo XXI.

Tragedia en dos actos, en la que un mequetrefe se casa sin mucha convicción con una pobre mujer de origen judío. En la noche de bodas se da cuenta de que ha cometido el mayor error de su vida, pues la sexualidad no funciona. Aparte de lo anterior ella es una mujer muy vulgar, y él, a pesar de todo tiene ciertas ínfulas de grandeza.
El segundo acto de la tragedia comienza cuando este individuo conoce a una despampanante joven durante el viaje de novios a Florida. Dicha joven es Cybill Sheperd, una caprichosa y voluptuosa hermosura de Minnesota con padre adinerados.
Es una muy buena película, con aires televisivos, y con la nostalgia de los setenta a flor de piel. Con unas interpretaciones muy acertadas, y cierto aire teatral, bien puede ser entendida como una comedia, aunque más bien es un drama.

Partiendo del hecho de que es imposible superar al original de Jaques Tourner, el planteamiento inicial no resulta estrafalario. Sin embargo a lo largo del metraje la película hace aguas por todos los lados. A base incoherencias y despropósitos nos sumimos en una especie de Thriller o película de terror, que nadie puede desentrañar adecuadamente.
Los que disfruten con la presencia de Natassia Kinski siempre considerarán está película un mito, y los adeptos a Malcom McDowell, tan sobrepasado como siempre, harán lo propio.
El resto de los actores son pésimos, a pesar del erotismo que desprenden ellos y sus acciones.
El guion hubiera debido mejorarse. La banda sonora, sin embargo, resulta muy gratificante y apropiada.
En el fondo me gusta esta película, me hace vibrar, me sumerjo en su atmósfera, pero reconozco que es una obra fallida por completo.

Gozó de gran predicamento en su estreno, y la verdad considero que es una película perfecta en el aspecto narrativo.
Sin ningún tipo de exageración en la imagen ni el sonido, nos acerca a la historia de este condenado a muerte.

Si esta cinta hubiera sido filmada hoy en día, hubiera sido insoportable el buen número de efectos ópticos y sonoros con el objetivo de atronar la mente del espectador.
Si esta cinta hubiera sido filmada hoy en día, hubiera sido insoportable la cantinela moral con la que se nos hubiera intentado manipular.
Si esta cinta hubiera sido filmada hoy en día, hubiéramos tenido que soportar unas actuaciones impostadas y sobre actuadas hasta la nausea.

La música es deliciosa, las melodías aportan en su momento gran carisma a la película. La fotografía es suave y sin estridencia alguna.
El Premio de la Academia otorgado a Sarandon es merecidísimo.

Obra Maestra de la Comedia amorosa sin parangón, demostrando que William Wyler es uno de los mejores directores de la Historia, capaz de rodar la Obra Suprema del Cine por antonomasía como fue Ben-Hur, y esta joya indiscutible. Pero este hombre, que al parece había perdido la audición de un oído en su juventud, hecho en el que se inspiró Frank Capra, buen amigo de Wyler, para el personaje de George Bailey, el super protagonista de It´s a Wonderful Life (1946). Recuerden que el tal Bailey perdía la audición de un oído en un accidente infantil al caer a un lago helado para salvar a su hermano de morir ahogado. Wyler y Capra era amigos, y de hecho montaron la productora Liberty juntos.
Pues bien, Wyler rodó así mismo The Best Years of Our Lives en 1946, probablemente una de las Diez mejores películas de la historia. Aquel drama de los veteranos de guerra, que volvían del frente al acabar la Segunda Guerra Mundial. REcomiendo un repaso a quien lea estas líneas por toda la filmografía de Wyler. Sin duda quedará pasmado al contemplar la calidad de todo su cine.
En esta que nos ocupa, Roman Holiday, Hepburn, en su primera interpretación está deliciosa. El guion, puesto a su servicio, es sublime y no tiene ni un solo agujero. Con una delicadeza manifiesta y una inteligencia absoluta recorremos las aventuras de esta simpática princesa con el periodista Peck, quien tratará de aprovecharse de la situación, por la eterna ciudad de Roma.
Eddie Albert completa este trío magnífico. Este Albert salvó con su lancha a unos treinta marines durante la batalla de Tarawa, con una temeraria acción bajo el fuego japonés, con su lancha. Albert fue un héroe de guerra condecorado, y un soberbio actor, como quedó patente en esta cinta.