Dirigida por Mel Gibson, es una película que nos transporta al ocaso de la civilización maya con una narrativa cruda y emocionante. La historia sigue a Jaguar Paw, un joven cazador de una pequeña aldea, que es capturado por invasores en busca de víctimas para sus rituales de sacrificio. La película destaca por su intensidad y por presentar una visión sin concesiones de la vida y la cultura maya.

La dirección de Gibson es audaz y apasionada, optando por rodar en una selva real con animales auténticos y sets a escala real, lo que añade una capa de autenticidad al film. Aunque ha sido criticada por su violencia gráfica y por ciertas libertades históricas, como la presencia de un maya de gran estatura en una raza de personas más bien bajas, estas elecciones no restan valor a la experiencia cinematográfica.

La película es visualmente deslumbrante y emocionalmente intensa, a veces superando en acción a "The Last of the Mohicans". Los detalles pequeños, como la interacción entre los personajes y el entorno selvático, se quedan con el espectador mucho después de que termina la película. Además, el hecho de que se hable en un idioma muerto y que el elenco sea de desconocidos, lejos de ser un obstáculo, sumerge al espectador en la época y el lugar de los hechos.

En resumen, es una obra maestra de la narración visceral que desafía las convenciones y ofrece un viaje inolvidable al corazón de una civilización fascinante y compleja. A pesar de las críticas, es una película brillantemente filmada que examina con valentía una civilización una vez grandiosa en el momento de su declive.

Es una película que desafía las convenciones del género romántico, ofreciendo una narrativa no lineal que explora la complejidad de las relaciones amorosas. Dirigida por Marc Webb y protagonizada por Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel, la cinta se sumerge en la historia de Tom y Summer, dos jóvenes cuyas perspectivas sobre el amor son diametralmente opuestas.

La película se destaca por su honestidad emocional y su rechazo a idealizar las relaciones. Tom, un romántico empedernido, se enamora perdidamente de Summer, quien no comparte su visión del amor eterno. A través de una serie de encuentros y desencuentros, nos muestra que el amor no siempre sigue el guión que esperamos.

La actuación de Gordon-Levitt es particularmente notable, capturando la vulnerabilidad y la esperanza de un hombre enamorado. Deschanel, por su parte, entrega una interpretación que equilibra la independencia y el misterio de Summer, haciendo que el personaje sea fascinante y realista.

La banda sonora merece una mención especial, con canciones de The Smiths y Regina Spektor que no solo complementan la atmósfera de la película, sino que también reflejan los altibajos emocionales de los personajes.

En resumen, es una película refrescante y sincera que ofrece una perspectiva más realista del amor y las relaciones. Es una obra que invita a la reflexión y que, sin duda, dejará una impresión duradera en su audiencia.

La película, dirigida por Wim Wenders, nos sumerge en la vida aparentemente sencilla de Hirayama, un hombre mayor que lleva una rutina tranquila como limpiador de retretes públicos en Tokio. A través de su historia, Wenders nos recuerda la belleza de las pequeñas cosas y la grandeza que se encuentra en la simplicidad.

Hirayama disfruta de su pasión por la música, los libros y la fotografía de árboles. Su vida parece estar completa, y su rutina meticulosa le proporciona una sensación de paz. Pero una serie de encuentros inesperados revelan poco a poco más de su pasado, y nos invitan a reflexionar sobre la importancia de lo cotidiano.

La película nos hace recuperar el valor de lo cotidiano. A veces, las cosas no necesitan cambiar; cada día puede ser una aventura en la que adentrarse y observar lo que el mundo tiene para ofrecer. Hirayama nos enseña que la felicidad está en el goce y disfrute del presente, en la conexión con el entorno que nos rodea.

Wenders utiliza el silencio narrativo de manera magistral. El sonido se llena con la grandiosidad del entorno, y la planificación de la imagen se trabaja con una fisicidad estética que aporta cuerpo a la obra. El formato 1:33 se justifica plenamente, enmarcando a Hirayama en un entorno donde cada elemento tiene su lugar y movimiento.

Es una película conmovedora que nos invita a apreciar lo simple y a encontrar la belleza en lo cotidiano. Es un recordatorio de que la paz y la felicidad pueden estar en los momentos más simples de la vida. No te pierdas esta joya cinematográfica que celebra la rutina y la quietud.

La película, dirigida por Hannah Marks, se basa en la popular novela juvenil de John Green y ofrece una mezcla única de romance y drama.

En el corazón de la historia se encuentra Aza (interpretada por Isabela Merced), una adolescente oscuramente hermosa y tímida. Sin embargo, su vida está marcada por un obstáculo dramático inusual: el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Aza vive aterrorizada por los gérmenes, la contaminación y la infección. Su ansiedad se centra en un callo en el interior de su dedo medio, que ha estado allí durante años. Cada día lo cuida, lo provoca y lo cultiva, y cuando su TOC se intensifica, incluso lo pinchó hasta que sangre. Este callo se convierte en el punto focal de su ansiedad.

Pero el TOC de Aza no es solo un miedo a la contaminación; tiene una dimensión existencial. Aza cree que, como un "organismo" con un cuerpo lleno de microbios, todos los cuales tienen el potencial de contaminarla, su verdadero yo no está bajo su control. En cierto sentido, ella no tiene un yo real. El demonio del TOC parece tener una identidad más controladora que ella misma.

La película nos lleva a través de la relación entre Aza y Davis (interpretado por Felix Mallard), un niño rico soñador. A medida que las chispas vuelan entre ellos, Aza lucha con sus propios pensamientos obsesivos. La tensión entre el romance y la ansiedad es palpable, y la película logra equilibrar ambos elementos de manera efectiva.

No solo es un romance para jóvenes adultos, sino también una exploración valiente de la salud mental. La película utiliza terrores concretos, como los gérmenes y la infección, para amplificar la experiencia adolescente. A pesar de su tema serio, la película también tiene momentos encantadores y una interpretación auténtica de la amistad.

En resumen, es una película que va más allá de las convenciones del género romántico y ofrece una visión única y conmovedora de la vida de una adolescente con TOC.

Es una película que navega por las aguas de la comedia romántica con una gracia y una frescura que revitaliza el género. Dirigida por Michael Showalter y protagonizada por Anne Hathaway y Nicholas Galitzine, la película es una adaptación de la novela homónima de Robinne Lee y ha sido recibida con entusiasmo tanto por el público como por la crítica.

La trama sigue a Solène, interpretada por Hathaway, una mujer de 40 años y madre soltera que inicia un romance inesperado con Hayes Campbell, el joven cantante de 24 años de la banda de chicos más popular del momento, interpretado por Galitzine. El encuentro entre Solène y Hayes ocurre en el Festival de Música de Coachella, dando inicio a una chispa instantánea que desafía las convenciones sociales y las expectativas.

La película brilla especialmente por las actuaciones de Hathaway y Galitzine, cuya química trasciende la pantalla y se convierte en el corazón palpitante de la historia. Hathaway, con su experiencia y carisma, da vida a Solène con una autenticidad que conecta con el espectador, mientras que Galitzine aporta una energía juvenil y un encanto que complementan perfectamente a su co-protagonista.

Uno de los aspectos más destacados es su capacidad para abordar temas contemporáneos como la violencia digital y el escrutinio público, especialmente en las redes sociales, con una sensibilidad que invita a la reflexión. Además, la película desafía las normas de género y la doble moral en las relaciones amorosas con diferencias de edad, presentando una narrativa que cuestiona la hipocresía social y celebra la libertad individual.

En resumen, es una comedia romántica que no solo entretiene sino que también invita a pensar, y se posiciona como una obra significativa para las nuevas generaciones. Con una dirección sólida, actuaciones convincentes y un guión que equilibra humor y profundidad, esta película es un deleite para los aficionados al género y para aquellos que buscan una historia de amor con sustancia.