No quiero ser un aguafiestas, pero su Goya a Mejor Película me obliga a serlo. Es una comedia amable, simpática, entretenida, con un mensaje maravilloso, con unos actores estupendos... pero no es una película digna de llevarse el galardón al mejor filme español del año. Y si lo es, es que el cine español está muy cortito (que no es el caso)

'Fe de etarras' me ha decepcionado. Se deja ver, pero esperaba mucho más. La primera película española de Netflix está dirigida por Borja Cobeaga. La pena es que, dentro de su filmografía, me recuerda más a 'El pagafantas' (que protagonizaba Borka Otxoa) que al gran corto 'Éramos pocos', lo mejor que ha hecho hasta la fecha a mi parecer.

Cobeaga toca el delicado tema de Eta en una comedia insulsa, en la que no se moja. Es una pena, porque el elenco de actores es estupendo y están genial, pero una y otra vez los chistes no están a la altura. Mucho potencial perdido en una película que no arriesga y se queda en un '5', en pasable.

Grata e inesperada sorpresa esta serie francesa de espías de los años sesenta. El canal ARTE franco-alemán crea un producto magnífico, con un guión muy bien elaborado que, con un tono cómico, enseña los problemas políticos de la Guerra Fría y la Descolonización desde el punto de vista de la Francia gaulista del momento. Actuaciones impecables, música y fotografía muy bien escogidas y escenografía inmaculada. La única pega es que no haya segunda temporada.

Roberto Durán, uno de los mejores boxeadores de siempre, es retratado en una de las peores películas sobre boxeo de la historia. Pese a los grandes trabajos de Édgar Ramírez y Robert de Niro, el ritmo que Jonathan Jakubowicz le imprime a su narración, sumado a su guión sin sentido, hacen que la película sea difícil de aguantar en una sola sentada.

Hands of Stone es a Toro Salvaje lo que Rocky V a la originaria Rocky. A los amantes del boxeo y de Roberto "Manos de Piedra" Durán esta película les dará una idea equivocada de la carrera de su ídolo y a los amantes del buen cine no les aportará absolutamente nada.

Primer capítulo de la cuarta temporada de la serie Sherlock. Los actores siguen rayando a gran nivel, no así los guionistas. Se empeñan en darle importancia a personajes secundarios como el hermano de Sherlock o la mujer de Watson, que son anecdóticos en las novelas de Doyle. También se hace muy pesada la omnipresencia de Moriarti en los pensamientos de Holmes. Las dos primeras temporadas captaban muy bien los escritos de Doyle, pero los intentos de darle más originalidad a los guiones acaban con el espíritu de los personajes originales.