Esta aburrida serie sigue estirando el chicle de Star Wars hasta los limites de la razón, trayendo esta vez a un viejo, gordo y feo Boba Fett, insufrible hasta el suicidio, que nos presenta sus desventuras en un planeta desértico, donde tendrá que imponer respeto a gente que pasa de el.

En su odisea contra la nada, contara con una amiga incondicional que parece que le debe algo aunque ni se sabe, ni importa. Dos ranas verdes con taparrabos que le siguen, y una pandilla de roboadolescentes con motos de colorines que dan mas pena que asco.

Sus únicos enemigos, dos masas informes gemelas, se largan del planeta, así que supongo que ahora sus días pasaran sumergido en su sucio barreño de agua, recordando tiempos mejores con sus asquerosos amigos del desierto, los cuales le adiestraron en el inútil arte de hacer palos de madera.

Un viejo soso, que estas deseando que se muera, con amigos mas odiosos aún, gordo e inútil peleando contra gente aún mas inútil, al que nadie hace caso, y se cree que es alguien por ponerse un casco ponzoñoso y darse una vuelta con sus patéticos esbirros por una ciudad polvorienta, donde sus mayores logros son conseguir bajar el precio del agua a cuatro anormales.

Historia tan aburrida como absurda con la que maltratar tu cerebro. Siéntate en la butaca y preparate para un viaje al sinsentido de la mano del fornido actor ese de juego de tronos.

La película se debería llamar "ADREIM", que leído al revés es "MIERDA", que es lo que es, tu si que vas para atrás Nolan.
Un filme para que la Jenny y el Christian se crean Einstein por un rato, y salgan del cine usando palabras como "entropía" y "palíndromo" en su próxima rave.
Te apetecía hacer algo rarito ¿no?, algo original, algo diferente, pues bien, déjate de tanta tontería y céntrate, lo primero es coger a un actor protagonista que no parezca que esta embobado mirando unas tetas toda la película, lo segundo, un antagonista que tenga algún tipo de motivación por destruir el mundo que vaya más allá de "como yo me muero, me llevo por delante a todo el mundo, así de buen rollo", y lo tercero es que entre ellos interactúen como personas, y no como robots subnormales.
Que si, que los efectos esos que van al revés en tu cabeza eran espectaculares , por eso nos deleitas con siete horas de batallita, unos para adelante, y otros para atrás, ale, siéntete orgulloso de tu bodrio.
Te lías tu solo, pero vamos que lo arreglas con una máscara de oxígeno o una habitación forrada de plásticos.
Es una película pretenciosa, una idea simple que se enrevesa para justificar tres horas de metraje, y que termina por no resolver nada. Es una idiotez y un aburrimiento todo.
En resumen, un film palomitero de tiros, explosiones y peleas disfrazado de intelectualidad para que personas de mente blanda, que lo único que le piden a una película es entenderla, se vayan felices a su mierda de casa creyéndose Stephen Hawking.

Genial tragicomedia de terror, un diez en todos los sentidos.
Se nos presenta en esta serie un enmarañado guion, donde es imposible adivinar quien es quien, y el bando al que pertenece. El audaz personaje Ash, ataviado con su motosierra y su escoba de fuego, nos lleva de la mano, por esta delicada aventura, llena de execrables criaturas, misteriosos personajes e inenarrables peligros, una genial narrativa donde la vida y la muerte se mezclan, el bien y el mal se desdibujan, y los lazos fraternales se muestran de manera descarnada.
La originalidad en la serie es el valor principal, siempre te sorprende con una nueva y singular criatura (estas son en sí, una obra maestra), con la cual, de seguro, se llevará a cabo una refinada contienda, y de manera lo mas artística que se pueda imaginar, se acabará con su existencia, cercenando después todos sus miembros para evitar que vuelva a importunar en el futuro a nuestros héroes.
Un guión perfecto, donde no se deja nada al azar, atando cada cabo suelto y redondeando esta joya del cine de terror.
Lo mejor de la serie el personaje principal, Ash, este profundo personaje desprende ternura y es un torrente de sentimientos, con brillos de socarronería cada vez que siente la hoja de la guadaña en su cuello.

Este ambicioso film es lo más, es grandiosa a la par de perspicaz, dulcemente enrevesada, magnífica, gloriosa, perfectamente estructurada, delicada como un paisaje de Monet, y sin embargo cruda y descarnada. Si eres de esas personas que solo le piden a una película ver a un viejo desagradable comiendo como un puto cerdo, no te la puedes perder.