Reconozco que en mi crítica pesa tanto la calidad cinematográfica de la cinta, como el interés testimonial de lo que narra, y es que nos encontramos ante un nuevo ejemplo de lo que la BBC puede hacer con una puesta en escena efectiva, una rigurosidad en la historia y unos actores impecables.

Aquí se nos narran los inicios políticos de Margaret Thatcher, y se cuentan con una exactitud altísima, todo en sus inicios políticos sucedió como se cuenta, y su personalidad y el inicio de su relación con su marido, son más que verosímiles. Es una clase de historia contemporánea, y una perfecta explicación de como funciona un partido por dentro.

Desde el punto de vista cinematográfico, creo que es más que correcta, quizás hay excesiva ingenuidad y ligereza en algunos momentos, pero creo que el relato sale bien parado, y explica bien lo que pretende.

Un film sumamente interesante.

Considerándome un buen conocedor de la filmografía de Woody Allen, al mismo tiempo reconozco, que a diferencia de el grueso de los cinéfilos de este país, no me considero un apasionado de su cine, aun cuando en su filmografía he de reconocer la esporádica aparicón de magníficas perlas. Pues bien, estamos ante una de ellas.

Me parece absolutamente precioso, y original el argumento del film, porque siendo en esencia una descripción de roles de personajes muy similar al resto del cine de Allen, nos plantea un juego con el que creo que todos hemos soñado alguna vez, que es vivir una época pasada, donde creemos que hubiéramos encajado mejor que en la actual, nos muestra una nostalgia de lo que nunca podremos vivir. Y Allen lo hace de una manera tan simple como perfecta, introduciéndonos en un mundo de grandes artistas en su época mas vital, y en el mejor entorno posible, París.

Es una auténtica delicia, acabas sintiendo envidia del personaje, y los saltos temporales los hace con una simpleza y elegancia, que le atorgan frescura y naturalidad al film.

Hay también que reconocer que la base de su cine, sus personajes, son en esencia los mismos de siempre, un escritor-guionista llenos de dudas e inseguro de su talento (Allen-Wilson), su pareja, capaz de seguirle hasta cierto punto, algún componente conservador, que en alguna que otra ocasión, como esta, refleja en forma de republicanos recalcitrantes, el amigo pedante, la chica que finalmente le comprende, ...

No obstante, creo que estos personajes quedan envueltos en una historia tan bella, como estimulante, llena de interesantes referencias culturales, absolutamente extrañas al cine americano actual, y con un mensaje vitalista de fondo que te dice que sueñes, que vivas la vida que quieras vivir, que busques tu felicidad, y no te acomodes a algo que aunque confortable no es lo que buscas realmente.

Muy buena película, muestra como contar una historia llena de significados y personajes en 90 minutos.

Por último, resaltando las buenas interpretaciones de la mayoría de los actores, me parece que el papel de Allen, que aquí interpreta Owen Wilson, es lo peor del film con diferencia, haciendo de pésimo imitador de Woody Allen, sin darle la gracia y talento que en la interpretación Allen siempre ha tenido.

Film de embergadura, donde encontranado menos sketchs o frases brillante que en otros films de Allen, veo una película más redonda que la mayoría de las suyas.

Tras su extraordinaria "Gordos", y con muchas ganas de ver "Azuloscurocasinegro", me adentro en una película, cuya presentación promete un giro en el cine de Sánchez Arévalo, y una búsqueda fresca y desenfadada de un cine más ligero.

La película empieza bien, el planteamiento es espléndido, y buena parte del costumbrismo que ahí refleja (las fiestas en los pueblos, Paquito el chocolatero, ...) me parecen muy acertado. Tampoco le niego cierto estilo, y un aire fresco muy de agradecer.

No obstante, y si entramos en materia, es de estas películas que queda mejor contada que vista, porque en su disección, el film suspende, parece que hay más cliches que realidad, apenas me río (salvo dos o tres momentos), y alguna de las interpretaciones (especialmente Quim Gutiérrez cuya mezcla de sosería y patetismo son de una impostura insoportable)) me parecen patéticas, salvando la de Raúl Arévalo que si me parece que está bien. Al final, hay momentos, en que me acaba pareciendo un episodio televisivo del Doctor Mateo, que sin ser lo peor de las series, a mi no me apasiona, por esa mezcla tan gazmoña de comedia y sosería sentimentaloide.

Una pena, aunque alcanza los mínimos para dejarse ver, insisto, esperaba más. Siendo generosos, un 5 raspado.

La verdad es que el problema de esta película, que pertenece al género de ciencia ficción intelectual (frente a la ciencia ficción de acción y aventuras), es que con el estilo que nos muestra, y un ordenador como el que aparece, es casi inevitable irte a "2001: Una odisea en el espacio". La cuestión es que Duncan Jones dice, que no, que su referencia es "Alien", y alguna otra película, y que como mucho, si hay algo de 2001, será poco menos que de oídas, y de forma indirecta. La verdad Duncan, es que no te lo crees ni tú.

La película tiene cierto interés, sin apasionar, intenta entrar de forma original en la odisea de un recorrido personal que no existe, pero sin estremecer, y mantiene un inquietante punto de suspense en forma de cuenta atrás, pero sin emocionar. Es decir, correctos elementos, pero sin llegar ninguno a calar la epidermis del espectador, y además casi todo te suena de haberlo visto antes.

Correcta, bien hecha, con algunas buenas ideas, pero creo que se queda a medio camino de muchas cosas, y no consigue aportar nada nuevo al género.

La productora Zentropa, cuartel general de Lars Von Trier, y de buena parte de lo mejor que se ha realizado en el cine contemporáneo, da un giro no tanto de fondo, sino formal, a su estilo de cine, al implementar la animación en una de sus historias.

Fuera de ahí, el film es perturbador, escandaloso, y con devastadores momentos emocionales, muy en la línea de nuestro amigo Lars, aunque quizás aquí hay algo más de brocha gorda de la cuenta. Respecto al aspecto formal, lo pongo aun más en duda, la animación sin estar mal, no me parece brillante, y creo que Gibli, o cualquier realizador manga japonés, hubiera mejorado ampliamente la potencialidad de la animación, y respecto a la intercalación de imagen real, me parece intrascendente, y no pretende ser más allá que un ejercicio de estilo sin fondo alguno.

Por hacer una pequeña anotación moral al film, cosa que nunca hago, si que tengo que decir que me resulta curiosa esa moral del protagonista en la cual impide a la niña de forma sistemática ver videos de la actividad (la prostitución en este caso) que desarrolaba su madre, pero sin embargo se la lleva y hace que participe en matanzas y torturas, a cual más desagradable. Una moral muy made in USA.

En cualquier caso el film no está mal, es entretenido, mantiene el interés, y aunque es más escandalosa que buena, la película se deja ver.